La mala alimentación está perjudicando la salud de la infancia mundialmente, advierte UNICEF

Pobreza, urbanización, cambio climático y decisiones alimentarias mal informadas están resultando en dietas perjudiciales: 1 de cada 3 niños menores de 5 años padece desnutrición, y 2 de cada 3 menores de 2 años están mal alimentados.

· México enfrenta importantes retos. UNICEF ofrece medidas concretas a gobiernos, empresas y familias e insta al Senado de México a aprobar las modificaciones a la Ley General de Salud sobre la adopción de un nuevo etiquetado frontal de alimentos.

CIUDAD DE MÉXICO, 15 de octubre de 2019 – Un número alarmante de niñas, niños y adolescentes a nivel global sufre las consecuencias de la mala alimentación y de un sistema alimentario que ignora sus necesidades, advirtió hoy el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia, UNICEF, en su nuevo informe El Estado Mundial de la Infancia 2019: Niños, alimentos y nutrición, el cual revela que al menos uno de cada tres niños y niñas menores de cinco años – unos 200 millones – padece desnutrición o sobrepeso, y señala que, en México, la obesidad y el sobrepeso afectan a 1 de cada 3 niños de 6 a 11 años.

A nivel mundial, aproximadamente dos de cada tres niños entre los seis meses y los dos años no reciben alimentos que potencien el crecimiento adecuado de sus cuerpos y cerebros, lo que puede perjudicar su desarrollo, interferir con su aprendizaje, debilitar su sistema inmunológico, aumentar su vulnerabilidad ante las infecciones, etc.

UNICEF señala que, a pesar de los avances tecnológicos, culturales y sociales de las últimas décadas, se ha perdido de vista un hecho fundamental: si los niños comen mal, viven mal.

Millones de niños subsisten con una dieta poco saludable porque no tienen otra opción, y la respuesta a la malnutrición debe cambiar: no se trata solamente de alimentar a la infancia sino también de alimentarla adecuadamente.

Durante el evento de lanzamiento del informe en México, Christian Skoog, Representante de UNICEF en el país, resaltó que nuestra tasa de obesidad infantil – una de las más altas mundialmente – es resultado de ambientes obesogénicos, e hizo un llamamiento urgente al Senado de la República para que apruebe las modificaciones a la Ley General de Salud, las cuales contemplan la adopción de un nuevo etiquetado frontal.

“La abundancia de alimentos ultra procesados, altos en calorías y bajos en nutrientes, combinados con la intensa publicidad y comercialización inapropiada de los mismos, crean ambientes obesogénicos que constituyen una constante amenaza a la salud y el futuro de la infancia y adolescencia en México. Es posible crear un sistema alimentario que sirva mejor a las necesidades de la infancia y adolescencia y, en este momento, el actual Gobierno de México tiene ante sí la oportunidad histórica de liderar un proceso de cambio en cuanto a alimentación y salud con consecuencias vitales para el futuro del país”.

“En ese sentido, el etiquetado frontal de los alimentos – que coloca sellos de advertencia en productos con alto contenido de azúcar, sodio, grasas y calorías de forma visible, clara y de fácil compresión para los consumidores, incluidos los niños, niñas y adolescentes – permite tomar decisiones informadas. La evidencia internacional muestra que un buen etiquetado ayuda a tomar decisiones más informadas y adecuadas”.

El informe de UNICEF ofrece la evaluación más completa hasta la fecha de la malnutrición infantil en el siglo XXI. Describe una triple carga de malnutrición que incluye tres manifestaciones de la mala alimentación, incluyendo: la desnutrición, el hambre oculta (falta de nutrientes esenciales) y el sobrepeso y obesidad, advirtiendo que las malas prácticas alimentarias comienzan desde el nacimiento: a pesar de que la lactancia materna puede salvar vidas, por ejemplo, sólo el 42% de los niños menores de seis meses son alimentados exclusivamente con leche materna (en México esta cifra es de 30%).

A medida que los niños crecen, su exposición a los alimentos poco saludables es alarmante, señala el informe, debido en gran medida a publicidad y comercialización inapropiadas, abundancia de alimentos ultra procesados y aumento del acceso a comida rápida y bebidas altamente edulcoradas. México ocupa el primer lugar en consumo de productos ultra procesados en América Latina y el cuarto en el mundo.

El informe también señala que los desastres climáticos causan graves crisis alimentarias. La sequía, por ejemplo, es responsable del 80% de los daños y pérdidas en la agricultura, lo que altera drásticamente la disponibilidad de alimentos para los niños y las familias, así como la calidad y el precio de esos alimentos.

UNICEF hace un llamamiento para que se adopten las siguientes medidas:

1. Empoderar a las familias, los niños y los jóvenes para que exijan alimentos nutritivos, incluso mejorando la educación nutricional y utilizando legislación de eficacia probada – como los impuestos sobre el azúcar – para reducir la demanda de alimentos poco saludables.

2. Alentar a los proveedores de alimentos a que actúen en interés de la infancia, incentivando la distribución de alimentos saludables, convenientes y asequibles.

3. Establecer entornos de alimentación saludable para niños y adolescentes mediante acciones de eficacia demostrada, como el etiquetado preciso y fácil de comprender y controles más estrictos de la comercialización de alimentos poco saludables.

4. Movilizar los sistemas de apoyo – salud, agua, saneamiento, educación y protección social – para mejorar los resultados en cuanto a nutrición infantil y adolescente.

5. Recopilar, analizar y utilizar sistemáticamente datos y pruebas fiables para orientar acciones relacionadas y monitorear el progreso alcanzado.

Datos adicionales:

· La mayor carga de la desnutrición en todas sus formas recae sobre los niños y adolescentes de las comunidades más pobres y marginadas, señala el informe. En México el 59% de los niños tiene una diversidad mínima en su dieta y el 18% no consume frutas ni verduras.

· En México el 5% de los niños de 0-4 años tiene sobrepeso y dentro de los niños y adolescentes de 5 a 19 años (2016) el 35% presenta sobrepeso y obesidad, mientras que el 2% está delgado o muy delgado.

· Los niveles de sobrepeso y obesidad en la infancia y la adolescencia están aumentando en todo el mundo. Entre 2000 y 2016, la proporción de personas entre 5 y 19 años con sobrepeso se duplicó, pasando de 1 de cada 10 a casi 1 de cada 5.