Y si se quiere ir Pues que le vaya bien

Y si se quiere ir Pues que le vaya bien

Arena suelta

Por Tayde González Arias

Los ciclos nacieron para vivirse y concluirse para cerrar y abrir, en ellos nos debatimos entre la vida y la muerte, entre lo agradable y lo perverso como lo bueno y lo malo una vez que has salido de una situación en la que te encontrabas y que te dejó gratas experiencias podrás regresar y agregarle toda el azúcar, la sal o la pimienta que pueda darle mejor sabor. Pero si fue lo contrario y viviste una época en la que las lágrimas brotaron de tus ojos y el corazón sufrió, no debes volver tan fácil a un caso igual.

Lo único que debes hacer mientras estas en un círculo es, como la planta frutal, procurarla con agua, abono y buen clima, para que te agradezca con sus dulces frutos, es decir si sales con alguien y crees que puedes dar más para tener más de él o ella, no esperes y dalo, si tienes un trabajo y has considerado que la calidad de tu labor sería mejor si cambiaras el trato, el modo o la técnica, debes hacerlo ya. Si un día alguien te reclama te dice o te crítica por hacerlo distinto, sabrás que quien te ponga en tela de juicio no lo pensó ni lo hizo antes que tú y que difícilmente alguna vez lo hará.

2016, ha sido el ciclo que debemos cerrar y esta la última arena suelta de mi etapa del año que culmina, para la próxima tendré que afinar la pluma, informarme de lo nuevo, y llegar a mas almas. Si en el trayecto de lo que deseo comenzar alguien se adhiere le daré la bienvenida, si sucede que se van, he de desear lo mejor en su ida. Y lo mismo quisiera pedirle a usted amiga y amigo lector, que los problemas que tenga los concluya con un perdón, con el aguinaldo u olvidándolos, acuérdese que si los olvida salen de su historia.

Del 2017, se escuchan temerosos comentario; que no tendremos recursos, el mundo será presa de malos gobernantes o que regresarán nuestros paisanos. Pero le digo, si suben la gasolina usemos bicicleta, si no hay para carne, comamos soya o si no hay médicos procuremos la medicina alternativa, la herbolaria y recordemos que el campo de manera natural nos da para sanamente comer.

El ciclo virtuoso que jamás debemos cerrar es el de dar, compartir y ser solidario al dolor ajeno. No olvidar que México significa el ombligo del mundo y justo atravez del ombligo nos alimentamos antes de abrir los ojos, tampoco saquemos de nuestras mentes, que nuestra estirpe y orgullo vienen de haber triunfado en guerras contra ejércitos de primer mundo como lo dicta la historia, que somos amantes de la paz y la democracia y que para obtener ambas, mujeres y hombres murieron. Que somos producto de la planta con espinas en la que las garras del águila real pudo posarse para devorar a una serpiente.

Eso somos, hombres y mujeres entrones de trabajo y de amor por los nuestros, y a la vez nobles de corazón Náhuatl, la madre de las lenguas, y así como el Paricutín nos hizo movernos de lado y ahora tenemos zonas aguacateras furtivas, turismo y bellas danzas. Así seguiremos resurgiendo yo, ustedes y nosotros.

El año que se va es la arruga en el rostro que nos recordará las experiencias vividas, hay que chambear para que la línea de expresión que nos deje el venidero 2017 sea motivo de orgullo de un ciclo ejemplarmente vivido. No llores por el 16 deja que se vaya.