Padre Agustín Celis: La vida es un valor fundamental

Hay valores, fundamentales que debemos seguir cuidando y que no pueden quedar expuestos a iniciativas de reforma. Uno de los valores naturales que actualmente se ha puesto en manos de los legisladores ha sido la vida. Pensar que se debe legislar si se acepta la vida de un nuevo ser humano o se rechaza, es atentar directamente contra la humanidad, es un crimen social.

La vida que surge como un don gratuito de amor a un nuevo ser humano, es y debe ser siempre un motivo de alegría. Porque no podemos cargarle un delito a un nuevo ser que se forma gratuitamente en el vientre de una madre.

Cuando la sociedad, involucra a los seres humanos en gestación, como parte de un error, o como un delito que se cometió, se atenta directamente contra la vida y el bienestar de un ser inocente, al cual se le está acusando de los errores y la inmadurez social del ser humano actual.

En muchos momentos, vemos en las noticias que se acusa a alguna persona de ciertos delitos, que se le imputan ciertos cargos, al momento parece ser justa aquella acusación, parece que la persona se merece eso y más. Pero cuando quien se acusa es inocente, se pide que se aclare cierta difamación, que se le dé el derecho de réplica para que aquel ciudadano pueda defenderse.

Ahora también, cuando el acusado es un familiar tuyo, se siente la impotencia de hacer justicia contra los que te difaman o te acusan injustamente. La familia de aquel ciudadano acusado utiliza todos los recursos humanos posibles para defenderse de cierta acusación.

La vida no es un valor que deba quedar en manos de otro ser humano, la vida tienen un valor más alto, que muchos no lo hemos entendido y que ni siquiera hemos valorado la vida. La vida pertenece a la escala de valores fundamentales de una sociedad, la vida es y seguirá siendo un don gratuito, aunque sea consecuencia de un error de algún ciudadano, aunque sea concebida sin la intención positiva de traer un nuevo ser a este mundo.

Urge, en esta sociedad actual pasar de esta inmadurez social a una sociedad responsable e intelectualmente sana. Porque si así como se juzgan los valores fundamentales, se juzga en todo lo demás, el día de mañana seremos recordados como una generación asesina e inmadura y desquiciada. Si nuestros padres mataron a los justos, y asesinaron los valores fundamentales, las generaciones futuras serán cómplices porque construirán los mausoleos a los asesinos.