P. Ángel Espino García. Contemplando la Creación: CÓMO NACIÓ EL VOLCÁN PARICUTÍN

1.- Cuenta el escritor Juan Salvador que junto al mar había una parvada de gaviotas. Las palmeras eran su hogar. Cada mañana iban a la playa a buscar comida entre las olas, y por la tarde regresaban a dormir. Vivían la rutina. Pero había una gaviota que quería algo más. Quería conocer las montañas y viajar. Quería ser ella misma y explorar pues sentía el llamado a la libertad. Un día se arriesgó a buscar otros horizontes y se fue a cruzar los cielos azules, intentando comprender para qué había nacido. Probó el vértigo y la velocidad. Tomó iniciativas y se entregó a su trabajo con pasión, sin temores ni ataduras. Un día regresó a la bandada, pues quería ser libre y liberar también a otros para que no sintieran su vida fallida.

2.- ASI EN LA ECOLOGIA.- Estamos dejando perder la vida del planeta. Si no protegemos los ecosistemas, nuestra hermosa tierra podría llegar a ser como la luna: un lugar sin árboles, sin oxígeno, sin agua y sin aguacates. El rico Epulón quiere más, pero el pobre Lázaro aumenta en número y en necesidad. La manera más fácil de cambiar el mundo, es que cada uno de nosotros se cambie a sí mismo. Ojalá que cada uno seamos mejores.

3.- LA VOZ DE LA IGLESIA.- “Si todo está relacionado, también la salud de las instituciones de una sociedad tiene consecuencias en el ambiente y en la calidad de la vida humana. “Cualquier menoscabo de la solidaridad y del civismo produce daños ambientales”. La ecología es institucional, y debe alcanza progresivamente las distintas dimensiones que van desde el grupo social primario, la familia, pasando por la comunidad local y la nación, hasta la vida internacional” (Alabado seas # 142)

4.- EL NACIMIENTO DE LOS VOLCANES.- Hoy en día, hay en el mundo unos 500 volcanes activos. Un volcán activo es el espectáculo más dramático que se puede ver. En el mundo han sido famosos: el Etna, el Vesubio y el Mauna Loa. En México están el Popo, que significa montaña que humea y el Ixtla, o “La Mujer dormida”. En Michoacán en 1943 hubo varios temblores con fuertes ruidos subterráneos y una semana después, un hombre que araba su tierra, vio salir humo de una grieta y cubrió el orificio con una roca y volvió a su trabajo. Pero el humo creció y corrió a buscar auxilio. Nada pudieron hacer, pues la erupción fue cada vez mayor. La lava invadió varios pueblos y miles de personas abandonaron sus hogares, hasta el Sacerdote dejó su Iglesia, cubierta de piedra hasta la torre. Así nació el Paricutín. Con razón dicen que: “La hora más oscura es justo antes del amanecer”. Hay que saber esperar. Usted haga felices a los demás, comenzando por su familia. Aprovechemos el tiempo de lluvias. Hay que reforestar. ¡Salvemos lo verde!