Los invitados del Presidente

Los invitados del Presidente

Arena suelta

Por Tayde González Arias

Siempre que queremos convivir invitamos a los mejores amigos, y si es que llega alguien a nuestra celebración, que no conocíamos, suele tratarse de una persona incómoda, por lo menos mientras “se rompe el hielo”, y aunque no se puede negar que en algunas ocasiones se llegan a tener agradables experiencias, lo cierto es que casi siempre esperamos ver o contar con los que deseamos estén o sean parte de esa celebración o reunión.

En ese marco de las celebraciones, recordamos lo que acaba de pasar en éste 16 de septiembre el año en curso (2023), fecha en la que los mexicanos recordamos la independencia de México, con un desfile cívico y militar en todo el país, pero en especial en la plaza de la república, en el centro de la ciudad capital de la República Mexicana, y en ésta ocasión el Presidente Andrés Manuel López Obrador, tuvo la idea de invitar a desfilar a un contingente ruso.

Quien preside el ejecutivo nacional, decidió no invitar al poder judicial por “no tener buenas relaciones”, pero sí a un país que le declaró la guerra a otro infinitamente menos en territorio y poderío militar.

Si bien es cierto que a la casa se invita a los amigos o a la gente con quien nos llevamos mejor, México no es la casa únicamente del Presidente sino de todos los que a él representa, y ha de prevalecer el respeto a los poderes, por lo que no debe omitir por protocolo, siquiera, darle el lugar que merece cada poder, en especial en fechas importantes. Además, considerando que son muy pocas las fechas en las que coinciden los representantes de la unión, no hay lugar para berrinches o desavenencias, no, si lo que les importa realmente es lo que representan a todos.

No es la primera vez que el ejecutivo nacional, realiza éste tipo de invitaciones a personajes que representan represión y abuso en sus países, hay que recordar que ya lo había hecho en el 2021, cuando invitó a Miguel Diaz-Canel Presidente de Cuba, que ha seguido los pasos del comunismo de Castro

Habrá que preguntarnos, ¿nos conviene a los mexicanos que nos vean tan cercano con países que tienen conflictos constantes y sonantes con el vecino inmediato, con el que tenemos el mayor trasiego de comercio; EEUU? ¿O se trata de una afrenta directa y la mayoría de las y los mexicanos ni siquiera estamos enfrentándonos de manera indirecta con otras potencias militares y económicas?

Definidamente los nuevos libros de texto, son muestra del porque el Presidente, no está en desacuerdo en lo mínimo con el contenido que se apega al comunismo más que a cualquier otra doctrina, aunque, por otro lado, no es, o no se trata de algo nuevo, pues cada Presidente y sus secretarios de educación han hecho lo mismo, tratar de poner sus ideologías en los planes y programas de estudio arrebatando la oportunidad de que cada sujeto seamos los que decidamos qué y cómo pensar.

La presencia de figuras de poder en eventos públicos tumultuarios, definen el claro pensamiento del ejecutivo, lo mismo que la omisión o la falta de atención para invitar a las personalidades que deben estar en cada momento.

México, ha tenido grandes representantes en sus relaciones internacionales, desde José Muñoz Cota, grande como orador y en la oratoria, hasta Alfonso García Robles, Michoacano ilustre que además fuera ganador del premio nobel de la paz por su trabajo en favor de la no proliferación de armas químicas en nuestra región. Por lo que la política exterior ha de ser de respeto y no intromisión en asuntos que no son propios de las y los mexicanos, de modo que debe prevalecer el respeto estricto y debería por lo menos entre países que se encuentren en guerra, no hacer notar de alguna manera preferencia por alguna de las partes.

Definitivamente el disgusto de Ucrania, por invitar a los rusos a desfilar en fecha celebre como lo es el 16 de septiembre, como la de una gran parte de los cubanos porque en su momento el Presidente de México invitara a su semejante cubano, también se suma a los pronunciamientos de España o Perú, con quienes se ha tomado distancia y hasta se han declarado como personas non gratas.

Esperemos que se pueda se pueda tener más cuidado en las personas que se invitan a eventos solemnes o de relevancia para las y los mexicanos, pues, así como en su momento fue una grosería decirle a un mandatario “comes y te vas”, hoy es una acción retadora lo que hace el primer mandatario, considerando las tensiones entre las potencias mundiales, esperemos que las repercusiones no sean prontas o no existan, pero qué ganas o necesidad de hacerle cosquillas al niño.