Futuro incierto de la Casa de la Mujer Indígena “Mazot”

– Desde enero funciona con el recurso propio de 8 mujeres que están como encargadas de este lugar

H. Zitácuaro Michoacán, 10 de junio de 2020.- Por: Guadalupe Solache Rebollo. La Casa de la Mujer Indígena “Casa Mazot” desde hace 10 años ha venido trabajando para disminuir la violencia hacia las mujeres y hoy por la falta de recursos su futuro es incierto.

Cada año, en los primeros meses la federación abre la convocatoria para que las encargadas de estos espacios mediante un proyecto puedan bajar recursos para operar estas casas. Sin embargo este 2020 han disminuido los recursos para programas de género, y desde mayo les han dicho que no habrá tal convocatoria, aunque no se los han dicho oficialmente, han sido informadas que no habrá recursos.

“La falta de estos recursos ya nos está afectando porque desde el mes de enero estamos trabajando con nuestros propios recursos, y es difícil porque tenemos gastos como la luz, papelería, y nuestros propios pasajes para venir hasta acá”, expresó en entrevista la Coordinadora de la Casa Mazot, Emelia Vázquez Salvador.

Cabe mencionar que este espacio fue solicitado para esta zona del estado, a partir de foros realizados por el Gobierno Federal a través del Instituto Nacional de Pueblos Indígenas (INPI), antes CDI. Primero en el 2008 donde el beneficio fue para la zona Lacustre, luego en el 2009 se volvió a intentar y fue una realidad gracias a la creación por parte de mujeres indígenas de un diagnostico en donde se demostró la gravedad de la violencia hacia la mujer.

Dijo que desde la fundación de este lugar, aquí se brinda atención jurídica, psicológica, orientación sexual y reproductiva a mujeres que demandan el servicio, también en muchas ocasiones han atendido casos donde ha sido necesario el resguardo de mujeres junto con sus hijos para alejarlas de la violencia a manos de sus parejas.

Vázquez Salvador, precisó que no quieren cerrar la casa porque representaría dejar en el abandono a las mujeres que sufren violencia, más en este momento cuando la violencia ha ido en incremento.

Comentó que se espera que esta semana les comuniquen por escrito la cancelación de cualquier apoyo y de ser así, este tipo de espacios quedarían por completo en desamparo.

Ante este panorama, las 8 mujeres que están como responsables de la Casa Mazot, coinciden en que tocaran otras puertas para que siga funcionando, esto implica acudir al estado y al municipio, así como a algunas organizaciones que se dediquen también a atender el problema de la violencia.