Embarazo adolescente y maternidad temprana condicionan la calidad de vida de las mujeres

-Al tener un embarazo durante la adolescencia, es muy probable que las mujeres abandonen la escuela, reduciendo
sus oportunidades de obtener un trabajo estable.

-Los ingresos anuales de las mujeres que tuvieron hijos siendo adolescentes resultan 31.6% menores a los de quienes
lo hicieron en la etapa adulta.

Ciudad de México, 21 de septiembre de 2020.- El embarazo adolescente representa un problema social y económico
importante para México. De acuerdo con el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA), tanto el embarazo
como la maternidad a temprana edad pueden afectar negativamente distintos aspectos de la vida de una mujer, como
son los ámbitos educativo y laboral.

De acuerdo con el Dr. Said Plascencia, Director Médico Asociado de Salud Femenina en MSD “el abandono de sus
estudios contribuye a que su educación se vea interrumpida y se reduzcan sus oportunidades de obtener un trabajo
estable, lo que puede mantenerlas en condiciones económicas precarias, pues sus ingresos laborales se verían
reducidos”.

“Esta situación tendría un impacto en los ingresos laborales; de acuerdo con la metodología para estimar el Impacto
Económico del Embarazo y la Maternidad (MILENA), realizada por la UNFPA, se encontró que la calidad del empleo es
menor para las personas que tuvieron hijos entre los 10 y 19 años, en comparación con quienes fueron madres en edad
adulta”, destacó el Dr. Plasencia.

Lo anterior puede contribuir a un impacto social y económico a nivel país, puesto que, de acuerdo con los datos de
MILENA en el 2018, derivado del embarazo adolescente el Estado Mexicano dejó de percibir 11.3 mil millones de
pesos.

Además, de acuerdo con el UNFPA, la maternidad temprana impacta sobre los ingresos laborales de las mujeres. Se
registró que los ingresos anuales de aquellas que han tenido hijos siendo adolescentes resultan 31.6% menores a los
de quienes lo hicieron en la etapa adulta. Esta pérdida estimada de ingresos en mujeres por desempleo como
consecuencia de una maternidad temprana podría ascender a 3 mil millones de pesos al año.

Ante este panorama se ha desarrollado en México la Estrategia Nacional para la Prevención del Embarazo en
Adolescentes (ENAPEA), la cual busca reducir el número de embarazos adolescentes en México. Las principales metas
son reducir 50% la tasa de fecundidad en adolescentes de 15 a 19 años de edad y erradicar el embarazo en niñas entre
10 y 14 años.

Tomando en cuenta los costos educativos, laborales, sanitarios y fiscales, el impacto económico total del embarazo
adolescente y la maternidad temprana en México, sobre la actividad productiva se cuantifica en casi 63 mil millones
de pesos, lo que representa el 0.27% del PIB.

En el marco del Día de la Prevención del Embarazo no Planificado en Adolescentes que se conmemora el 26 de
septiembre, la Dra. Juana Serret, Encargada del servicio de medicina de adolescentes en el Hospital Infantil de México
Federico Gómez, destacó que “es importante recordar que los jóvenes y adolescentes representan el futuro de
cualquier sociedad, por ello se debe trabajar en que tengan acceso universal a una anticoncepción efectiva, así como
acceso a consejería en planificación familiar para asegurar que puedan evitar las consecuencias a la salud y
socioeconómicas que trae un embarazo adolescente”.

Por su parte, la Dra. Carmen Juárez, consultora en Género, mencionó que “estas acciones, deben buscar un enfoque
inclusivo. Así mismo, se debe identificar y actuar sobre las brechas de género, garantizando las mismas oportunidades
educativas para hombres y mujeres, lo que podría llevar a que cuenten con una igualdad de oportunidades laborales,
sin discriminación o estereotipo de género».