El bicarbonato de sodio es un método económico para combatir trastornos autoinmunológicos

Escrito por Dr. Joseph Mercola. Datos comprobados

Bicarbonato de sodio

HISTORIA EN BREVE

12 de Enero, 2019.-Un estudio reciente descubrió que beber una solución de bicarbonato de sodio podía combatir la inflamación del bazo y una dosis diaria podría reducir la inflamación causada por enfermedades autoinmunológicas, que es cuando el sistema inmunológico ataca células sanas
Diversos ensayos clínicos previos han indicado que tomar suplementos de bicarbonato de sodio (bicarbonato) podría disminuir la tasa de degeneración en la función de los riñones en pacientes con enfermedad renal crónica o CKD
Los ensayos clínicos emplearon una solución de bicarbonato de sodio en ratas y seres humanos que incrementó la cantidad de células T reguladoras; estas células ayudan a evitar que el sistema inmunológico ataque a sus propios tejidos y promueva la inflamación
Cuando los científicos evaluaron los resultados de las ratas y seres humanos que recibieron una solución de bicarbonato de sodio para beber, registraron que los efectos
antiinflamatorios duraron un mínimo de cuatro horas en humanos y tres días en las ratas
Durante años, el bicarbonato de sodio se ha utilizado como una solución para tratar el malestar estomacal, el reflujo ácido y la diarrea; además de disminuir los niveles de ácido láctico para mejorar los entrenamientos, destruir la bacteria Streptococcus mutans y blanquear los dientes
En el ámbito científico, el NaHCO3 o bicarbonato de sodio, es una sustancia más comúnmente denominada como bicarbonato; es conocido como un agente de fermentación para hornear, y es posible que se encuentre en la mayoría de las alacenas de hogares; cuando se utiliza para cocinar, ayuda a que la pasta y masa formen burbujas de aire y aumenten su volumen.

Pero un estudio reciente ha demostrado que el bicarbonato puede generar otros efectos. La revista Journal of Immunology informó que, en un entorno clínico, el bicarbonato de sodio también puede «estimular las vías antiinflamatorias esplénicas» o, en términos simples, combatir la inflamación del bazo.

Desde el inicio, la premisa del estudio señaló que la inflamación crónica era un factor importante tanto en la lesión renal aguda como crónica, y una serie de pequeños ensayos y experimentos indican que tomar suplementos de bicarbonato de sodio por vía oral podría disminuir la tasa de degeneración de la función de los riñones en
pacientes con enfermedad renal crónica o CKD.

Si bien, los científicos no estaban seguros de qué mecanismo había impulsado la mediación, siguieron indicando que si la inflamación empeoraba la CKD, el bicarbonato de sodio podría ayudar a disminuirla. Según los investigadores:

«Nuestros datos indican que el NaHCO3 oral puede activar una vía antiinflamatoria esplénica y proporciona evidencia de que las señales que median esta respuesta se transmiten al bazo a través de una nueva función de las células mesoteliales de tipo neuronal…

En el estudio actual utilizamos la citometría de flujo así como los marcadores de ARNm en macrófagos esplénicos aislados para determinar si el consumo de NaHCO3 oral promovía la polarización de los macrófagos M2 en los riñones y bazo…

El primer descubrimiento importante de nuestro estudio es que el NaHCO3 oral puede promover una potente respuesta antiinflamatoria que incluye la polarización de los macrófagos M1 a M2 y un incremento de las células reguladoras FOXP3+CD4+T en el bazo.

Confirmamos que estos cambios fenotípicos estaban relacionados con efectos antiinflamatorios funcionales…».

Explicaciones, términos médicos y efectos del bicarbonato de sodio Medical News Today proporciona una breve explicación para exponer los fundamentos del estudio; es decir que, el bicarbonato de sodio puede emitir una señal a las células mesoteliales, que recubren los órganos internos y otras cavidades del cuerpo, para evitar que se peguen o tengan fricción.

Mientras tanto, les indican a estas células que el cuerpo funciona de forma adecuada, que no se encuentra bajo ataque, por lo que es innecesario producir un sistema inmunológico agresivo o respuesta autoinmunológica dañina.

Además, «las células mesoteliales se comunican con los órganos que alinean por medio de pequeñas proyecciones llamadas microvellocidades (microvilli), y envían su mensaje a través del neurotransmisor acetilcolina”.

Science Daily señala que, cuando bebe bicarbonato de sodio, su bazo —que forma parte del sistema inmunológico y donde se almacenan algunos glóbulos blancos— básicamente «actúa como un filtro importante».

«Descubrieron que después de beber agua con bicarbonato de sodio durante dos semanas, la cantidad de células inmunológicas llamadas macrófagos, presentes en el bazo, sangre y riñones, había cambiado principalmente de células que promovían la inflamación, llamadas M1, a las que la disminuían, llamadas M2.

Los macrófagos, tal vez mejor conocidos por su capacidad para consumir los residuos del cuerpo, como los desechos de las células muertas o dañadas, son los primeros en acudir para atender una respuesta inmunológica».

Los macrófagos mencionados anteriormente son las células grandes y especializadas del sistema inmunológico que se crean en respuesta a una infección o acumulación de células muertas. Estas «reconocen», atacan y eliminan ese tipo de células, y su método de acción hace honor a su nombre.

El término macrófago se forma al combinar los términos griegos «makro», que significa grande, y «phagein», que significa comer.

Consumir una dosis diaria de bicarbonato de sodio

Paul O’Connor, fisiólogo renal de la Facultad de Medicina de Georgia en la Universidad de Augusta (MCG, por sus siglas en inglés), sintetiza los hallazgos del estudio con el comentario de que «ciertamente, beber bicarbonato puede influir en el bazo y creemos que es por medio de las células mesoteliales».

Una de las funciones de los riñones consiste en equilibrar los compuestos vitales, como el sodio, ácido y potasio, indica O’Connor. Un problema adicional generado por la enfermedad renal —además de la disfunción— es el exceso de ácido en la sangre, que a menudo puede ocasionar otros padecimientos, como una enfermedad cardíaca.

O’Connor describe el mecanismo como un sistema esencialmente configurado para fallar, pero entonces, el bicarbonato de sodio se manifiesta como un «antiácido económico de venta libre» que al mismo tiempo combate la inflamación.

En el estudio participaron estudiantes de medicina con buen estado de salud en el Instituto de Prevención de Georgia del MCG, quienes bebieron una botella de agua con bicarbonato de sodio añadido.

El cambio de perfil inflamatorio a antiinflamatorio fue generalizado y evidente, desde los riñones y el bazo hasta la sangre periférica, probablemente debido al aumento en los niveles de conversión de las células proinflamatorias a antiinflamatorias, así como también la producción absoluta de macrófagos más antiinflamatorios. Science Daily
agregó que:

«Los científicos también observaron un cambio en otros tipos de células inmunológicas, como por ejemplo más células T reguladoras, que generalmente disminuyen la respuesta inmunológica y ayudan a evitar que el sistema inmunológico ataque nuestros propios tejidos. Ese cambio antiinflamatorio continuó durante al menos cuatro horas en seres humanos y tres días en las ratas».

De nuevo, al citar la participación de la acetilcolina, O’Connor explica que la señalización «colinérgica», no proviene del nervio vago en el bazo, sino de las células mesoteliales que hacen un vínculo con este.

Además de producir ingredientes ácidos como el suero de mantequilla y cacao utilizados en productos horneados para aumentar el volumen de la masa, el bicarbonato de sodio tiene otras aplicaciones en temas de salud, limpieza e higiene personal.

Actualmente, se realizan estudios adicionales en otras universidades y entornos clínicos para observar cómo la estimulación del nervio vago en las convulsiones es similar a la forma en que el nervio vago es estimulado electrónicamente para «reprimir» la respuesta inmunológica en personas que padecen artritis reumatoide. Por otro
lado, Science Daily señala:

«Además, el bazo aumentó de tamaño al consumir bicarbonato de sodio, que los científicos consideran pudo ocurrir debido al estímulo antiinflamatorio. La infección también podría aumentar el tamaño del bazo y, a menudo los médicos palpan el bazo cuando tienen la preocupación de que se trate de una infección importante».

Primero, el estudio presentado en MCG se realizó en ratas, luego con la participación de humanos, que involucró consumir agua con bicarbonato de sodio durante dos semanas. Los investigadores descubrieron que «desencadenaba» una respuesta estomacal que generaba el ácido necesario para digerir sus próximos alimentos.

La reacción natural del bazo ante el bicarbonato de sodio

Al principio, las células mesoteliales eran descritas como amortiguadores porque creaban una capa lubricante para proteger las paredes celulares del daño, en caso de ocurrir alguna fricción—que es una causa frecuente de inflamación.

Como indicó O’Connor, «realmente no se activa o desactiva nada, simplemente son empujados hacia un lado, lo cual provoca un estímulo antiinflamatorio». (Según explica Science Daily, en este caso no se genera una inflamación dañina).

Todos los participantes del estudio estaban sanos, pero O’Connor señaló que esperaba que algún día este mismo tipo de respuesta positiva antiinflamatoria ayudara a las personas con trastornos autoinmunológicos, y agregó, «podría ser una forma verdaderamente segura de tratar las enfermedades inflamatorias».

Pero, desde luego que, no hay nada que le impida utilizar bicarbonato de sodio, ya que es una sustancia natural que ha sido empleada por las personas durante siglos para tratar diversos padecimientos y más.

Bicarbonato de sodio: historia, usos adicionales para la salud y otros

Hoy en día, el bicarbonato no solo puede encontrarse en la mayoría de las alacenas, sino también en los refrigeradores gracias a su capacidad para absorber malos olores. Pero, antes de que el típico panadero contara con el apoyo del bicarbonato de sodio para lograr que los panes y pasteles fueran ligeros y esponjosos, el principal agente que utilizaba era la levadura.

Según University Health News:

«Antes del siglo XVIII, las personas pasaban entre 12 y 24 horas elaborando levadura—que no es un proceso fácil sin la ayuda de refrigeradores y otro tipo de dispositivos con los que contamos en la modernidad.

Entonces, era usual que la levadura no se activara como se esperaba, porque la temperatura era demasiado alta o baja.

Algunas veces, la contaminación bacteriana arruinaba todo el proceso. El bicarbonato de sodio revolucionó este proceso porque los panaderos ya no tenían que hacer un trabajo tan arduo para lograr que se esponjara un pastel».

Un remedio trasmitido por la generación del siglo XIX consistió en una mezcla conocida como «toque de vinagre», elaborada con vinagre de sidra de manzana mezclado con una cucharadita de bicarbonato de sodio, que requiere ser agitado y tomado rápidamente.

A menudo, se utilizaba para tratar el malestar gastrointestinal y, por lo general aliviaba el dolor, malestar y acidez estomacal, así como el reflujo ácido e incluso la diarrea.

Pero, el hecho de que el bicarbonato de sodio puede crear cierto entorno ácido que podría mejorar la salud es más que una superstición.

Un estudio señala que, debido a que ayuda a elevar el pH, podría aliviar las infecciones del tracto urinario o UTI. Además, debido a que el sistema circulatorio suministra sangre a los órganos vitales, el bicarbonato de sodio puede ayudar a desintoxicar la sangre y mejorar el flujo sanguíneo.

Así que, puede agregar media cucharadita en medio vaso de agua (alrededor de 4 onzas), revolver hasta disolverlo por completo, repetir no más de tres veces al día, y no más de 7 cucharaditas y media en un período de 24 horas.

Estudios y recomendaciones adicionales sobre el uso de la solución de bicarbonato de sodio

Otro estudio señala que, durante décadas el bicarbonato de sodio ha sido útil para los corredores y otro tipo de atletas, ya que puede incrementar el efecto amortiguado (buffer, en inglés) del ácido láctico.

Así, las personas que realizan ejercicio intenso no experimentan la acumulación de lactato y dolor muscular posterior, lo cual puede brindarles mayor comodidad y mejorar los entrenamientos de forma natural.

Se sabe que el bicarbonato de sodio puede combatir la bacteria Streptococcus mutans, causante de caries dental. También, podría utilizarse en el cepillo dental para blanquear los dientes, que es menos costoso que comprar una pasta de dientes con bicarbonato de sodio.

Por lo tanto, dejarlo durante cinco minutos puede blanquear aún más los dientes, pero enseguida debe hacerse un enjuague vigoroso para evitar la sensación arenosa. Este método no debe aplicarse más de una vez por semana.

Según una investigación de la Universidad de California, si presenta latido cardíaco irregular o si toma medicamentos para la tiroides, no es recomendable implementar un régimen con bicarbonato de sodio.

Si percibe alguna picazón, urticaria, inflamación u hormigueo en la boca o garganta, dolor estomacal, dolor de cabeza o dificultad para respirar después de tomar una solución con bicarbonato de sodio por vía oral, debe suspender su uso.