Contemplando la Creación. Ángel Espino García

ESTADOS UNIDOS CRECE CON RAPIDEZ

“Los muros que les aprisionan son mentales no reales».

1.- Cuentan los pescadores de alta mar que las perlas son producto del dolor. Resultan de la entrada lastimosa de una piedra en el cuerpo de la ostra. Estos moluscos segregan una sustancia que comienza a cubrir la piedra o la arena con diferentes capas de nácar para protegerse y no se encarne la piedra en su cuerpo. El resultado es que con el tiempo se va formando una perla fina o una gama de colores. Las ostras que no son lastimadas y que no pasan por dolor, nunca producen una perla, porque las perlas son heridas transformadas.

2.- ASÍ EN LA VIDA.- El señor Donald Trump quiere muros y más restricciones para que solamente un grupo goce de una vida confortable. El rico epulón no quería compartir ni las migajas de su mesa. El egoísmo es peligroso para todos. ¿De qué se espanta el señor Donald? Más temprano que tarde lo rebasará la realidad y habrá perdido la oportunidad de crear fraternidad.

3.- LA DEMOGRAFÍA EN ESTADOS UNIDOS.- En el año de 1900 había 76 millones en ese país. El llamado “Baby boom” llegó a su máxima expresión en 1957 cuando cada mujer tuvo 3.7 hijos en las estadísticas. Para el 2008 eran 304 millones de habitantes, a pesar de haber disminuido a 2.1 niños por mujer en comparación con China con 1.6. Para el año 2050 si el mundo sigue igual, la población será de 438 millones en E. U. El señor Trump es el paradigma del capitalismo, y en Venezuela el señor Nicolás Maduro es el ejemplo de un fatal socialismo. Este señor Maduro está muy inmaduro. Por no compartir los bienes, ambos sistemas están destinados al fracaso.

4.- LA VOZ DE LA IGLESIA.- Dice el Papa Francisco: “La Biblia enseña que cada ser humano es creado por amor, hecho a imagen y semejanza de Dios. Esta afirmación nos muestra la inmensa dignidad de cada persona, que no es solamente algo, sino alguien. San Juan Pablo II recordó que el amor especialísimo que el Creador tiene por cada ser humano, le confiere una dignidad infinita. ¡Qué maravillosa certeza es que la vida de cada persona no se pierde en un caos desesperante, en un mundo regido por la pura casualidad o por ciclos que se repiten sin sentido! Cada uno de nosotros es el fruto de un pensamiento de Dios. Cada uno de nosotros es querido, cada uno es amado, cada uno es necesario” (Laudato Si # 65)

CONCLUSIÓN.- Cuando eres herido por algo o por alguien, hay tres opciones: 1. Pagar con la misma moneda; 2. Reprimir y crear odios que amargan; 3. Producir una gema con el nácar del dolor y del perdón. Bien dijo Stéfano Tanasescu Morelli: “En la medida en que nos sintamos hermanos, reinará la paz”. ¡Salvemos lo verde!