Claudia no puede renunciar
Claudia no puede renunciar
Arena suelta
Por Tayde González Arias
La renuncia, es una acción voluntaria para abandonar una cosa que se posee y es algo que se encuentra dentro de nuestros derechos, del mismo modo desistir de hacer algo que se proyectaba, o se deseaba realizar, también es renunciar.
En los últimos días, se ha hablado de que las “corcholatas” a quienes en lo sucedido me referiré como las fichas (porque se escucha menos peor), del Sr. Presidente de la República deben renunciar en unos días a sus cargos, para poder comenzar la batalla interna para lograr ser la o los candidatos a la sucesión presidencial del 2024.
El señor Presidente de México, ha extendido su poder más allá de lo que le permite o limita la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, que en cuyo artículo 89 enumera sus facultades, y dado que cuenta con todo un equipo eficiente y plan de gobierno que marcha con el mejor engranaje, le alcanza para decir lo que se debe, y cómo ha de operar su partido en los siguientes meses para indicar el método a darse su propia sucesión.
Se comprendería que cuando hay arreglos en lo oscuro o en lo claro, es porque se pretende que se no salgan a la luz malos manejos, pero también porque se desea que un proyecto siga, lo cual es más que legítimo, pero en la vida política de México, también ha afectado que tengamos servidores de medio tiempo, y que aunque algunos se crean pulpos, nadie en su sano juicio es capaz de mantener en óptimas condiciones y con los mejores resultados a sus municipios, sus distritos o al país, descuidando sus labores para o por hacer política.
Existe para algunos la duda, sobre si los cambios que se han dado, en la política mexicana en los últimos años son buenos, pues, que tanto ha ganado la ciudadanía con regidores, alcaldes o diputados que se pueden reelegir sin dejar el puesto, y que se puede prestar el tomar dinero del erario para patrocinar sus campañas, dejando en desventaja a los que han de hacer proselitismo con lo poco o mucho que llegan a recibir de la autoridad electoral.
Si bien es cierto que se cuenta con un instituto e institutos que se han encargado de regular los gastos de campaña, lo cierto es que lo partidos han hecho de todo, y los candidatos del mismo modo, para ocultar gastos durante, post o previo a las elecciones, lo que demuestra que se han visto rebasados y que muchos de los que ahora tenemos en las presidencias, las diputaciones, el senado o hasta como regidores o jefes de tenencia, están en esos puestos porque casi casi, los
compraron, con todo el dinero con el que compraron de todo para comprar la voluntad de la gente.
Llegará el momento en que los actores principales del partido en el poder se tengan que ir, a pesar de casi todos han infringido las normas, pues se han adelantado y andan en campaña, en lugar de legislar en favor del país, de arreglar bien el metro de su ciudad para que dejen de pasar tantos accidentes como sabemos están pasando, o cuidar que no mueran en las estaciones migratorias migrantes.
Dos de las fichas que tiene el Presidente para sucederlo, dependen directamente de él, porque él los puso directamente, y se trata del Secretario de Gobernación y del canciller, o Secretario de Relaciones Exteriores, por lo que él mismo podría como ya lo hizo, en el momento que él diga, pedirles sus renuncias, que serían voluntariamente a fuerzas, los otros que son parte del Senado de la República o quien está al frente del Gobierno de la Ciudad de México, no pueden renunciar, porque sus cargos son por elección, ellos lo que deben hacer es pedir licencia.
Es muy importante, conocer de los términos adecuados, lo que extraña con tantos años en la política, no sean suficientes para no mal informar a la gente y mofarse de los profesionales del derecho o la política. Hoy sabemos que de los cuatro punteros en las encuestas compradas o no, dos sí renunciarán según lo que les ha exigido el propio ejecutivo federal y los otros dos deben pedir licencia o permiso, lo que sin problema les será concedido una vez que tienen mayorías, pero que eso no impida u cubra los dos ojos a los mexicanos para poder ser críticos y lo más certeros posibles en cuanto a elegir llegado el momento al mejor perfil para la Presidencia, y no necesariamente al que nos digan.