Arena suelta. Por: Tayde González Arias:  Pueblo de México, manifiéstate.

Las iniciativas sociales son sin duda referentes para que se lleven acabo o no obras de beneficio social, pues cuando la sociedad se organiza, el éxito tiene un sabor diferente cuando se logran beneficios personales. Por lo ancho del mundo se ha demostrado que cuando un pueblo organizado se manifiesta los gobiernos se tambalean al grado de ser derrocados, pues las injusticias, el descaro o cualquier otro abuso son dinamita pura y alimento para saciar una de las más grandes hambrunas que tienen las naciones, justicia. Los grandes movimientos que han marcado un antes y un después muestran la rabia y el coraje que sumando almas se eleva a maneras y formas indescriptibles de lucha y solidaridad, lo mismo en naciones desarrolladas que en aquellas que representan mayor retraso en su desarrollo, se sabe de hombres o mujeres que con valentía alzaron la voz y con sus gritos exigieron paz, respeto o vivir. Cuando las movilizaciones y las manifestaciones se hacen de manera pacífica se le agrega valor como lo sucedido el 20 de junio de 1917 en Estados Unidos de América, cuando un grupo de activistas reclamaran el derecho a ser votadas conociéndose como “las sufragistas de la Casa Blanca” en cuya exigencia representaban la libertad máxima de la elección y la participación en temas de relevancia para su nación democrática. Por otro lado los países árabes también han sido conocidos por la integración de grupos beligerantes, grandes movimientos temidos por su ferocidad como lo fue La Primavera Árabe, que se trató de una serie de alzamientos populares acontecidos durante los años 2010 y 2014, comenzando con la revolución tunecina hasta la creación en la zona de agrupaciones subversivas pro independentista y contra las ideas y creencias occidentales. Hemos hecho mención de dos tipos de movimientos que se han presentado de este lado y del otro extremo del mundo, de tal suerte que podemos comparar el tipo de movimientos sociales que podemos hacer y el grado de ganancia o pérdida al emprender una lucha, no sin antes recordar a los grandes promotores y líderes que hicieron posible que se realizaran estas manifestaciones para poder definir a quien admirar entre un Adolf Hitler o un Mahatma Gandhi; el primero con rencor queriendo la pureza y el segundo con amor, caminar en la defensa de sus ideales. Para realizar un estudio o critica de los movimientos sociales en el mundo si que vale la pena analizar el contexto, pero antes que eso el propósito que se perseguía y los logros obtenidos. Por eso recordad La Marcha de la Sal de la India, del 12 de marzo 1930, bien vale como ejemplo de la paz en el mundo, lo mismo que Soweto, Sudáfrica y sus disturbios, de 16 de Junio de 1976, como antesala al Apartheid, que encabezara Nelson Mandela. En los últimos tiempos se han presentado movimientos sociales como el 15- M en España, celebrado el 15 de mayo de 2011, teniendo como objetivo un cambio en su vida político bipartidista, así como contra el dominio bancario y el corporativismo, mostrando al mundo que todo es posible cuando con objetivos claros se persigue un bien común. Las movilizaciones incluso han ayudado a detener masacres, como lo fue en 1964 la protesta contra la guerra de Vietnam, realizada en Estados Unidos logrando reunir alrededor de 500 mil personas marchando en Washington D.C. Los movimiento sociales como en su momento el movimiento hippie, fue más allá de los temas políticos pues buscaban el libertarismo, se abanderaron con el pacifismo y el amor libre, siendo parte de ellos un número importante de personalidades del medio artístico como John Lennon, cuya fama le valiera el respeto y admiración de generaciones enteras. En la actualidad algunas movilizaciones sociales han sido utilizadas de manera facciosa y se han atrevido a prestarse a simulaciones sociales con intereses de fondo político, perdiendo el origen de exigencias sociales para el bien de todos o de grupos vulnerables, pues aunque se celebran marchas o tomas de instancias gubernamentales para la exigencia del cumplimiento de derechos, se pierde toda manifestación propositiva cuando entre las consignas se incluyen palabras obscenas o se atenta contra el patrimonio del pueblo. Es necesario reivindicar la tarea de los movimientos sociales e imperante que se otorguen las garantías que para el caso de los países democráticos cada ciudadano tiene respecto a la libre manifestación y hacerlo cada que sea posible no sólo frente a las desgracias.