Arena suelta: Mujeres al grito del triunfo, al sonoro rugir de la elección.

Por: Tayde González Arias. Los procesos electorales han llegado y el momento de tomar decisiones para definir las distintas opciones también, a nivel nacional, estatal y municipal la instancia encargada de dirigir estas tareas ha hecho saber métodos, formas y técnicas a las que deben ajustarse los partidos políticos y los aspirantes que sin apoyarse en ellos quieran contender. Se habla de temas relevantes como la paridad de género que ha de garantizar que más mujeres se encuentren en cargos públicos, tema por demás importante no sólo porque el mayor número de la población son féminas, si no que la lucha por votar y ser votadas le ha llevado tiempo, luchas y trabajo constante.

El momento de integrar a las mujeres en las planillas, más que para ser parte debe garantizar su titularidad y en su momento el triunfo para ocupar las jefaturas de tenencia, las alcaldías, regidurías, diputaciones, senadurías y por qué no, la presidencia de la república. Las mujeres mexicanas han mostrado capacidad y talento en todas las áreas sociales, y a pesar de que nuestro apellido primero corresponda a nuestros respetables padres, es tan importante el de la madre que bien podría ser el primer apelativo que prosiga a nuestros nombres.

Las mujeres han estado presentes en la vida y obra durante los grandes procesos de transformación mundial, sin embargo por ser mujer se les llegó a negar el aparecer en los libros de la historia, en otros casos sólo por acercarse a las letras tuvieron que vestir de pantalón y aparentar ser hombres e incluso han existido aquellas a las que se les prohibió participar de la vida política de su pueblo solamente por ser damas, ahí los casos de Juana Inés de Asbaje y Ramírez de Santillana, Gabriela Maldonado o Eufrosina Cruz Mendoza, sólo por mencionar algunas de las tantas entre las que incluiría a las adelitas que con su coraje abonaron a lo que hoy en el ámbito de la política debe ser una realidad, sin embargo es importante que se otorguen espacios al sexo femenino, no sólo por serlo o por cumplir con requisitos, indispensable es identificar el talento y las aportaciones intelectuales y artísticas que las mujeres han dado y pueden seguir aportando a México.

Interrogantes como, si las mujeres están preparadas para tener cargos público o si el país lo está, más que preguntas son limitantes y hasta trabas a que ello pueda pasar, no se trata de ser feministas o machistas (extremos que no son beneficiosos a la democracia), si no de ser justos con la vida y con las cifras de población. Las respuestas no las encontrarnos lejos pues en América, Michelle Bachelet, Dilma Rousseff o Cristina Fernández de Kirchner son ejemplos más que de sus resultados, evaluaciones, aciertos o desaciertos de la voluntad de tres países para otorgar la confianza en una mujer, ante lo que no podríamos refutar porque en esta área del continente no lo podríamos hacer, sin dejar de mencionar los casos en el mundo en los que los ciudadanos mostraron su confianza en una mujer como lo son Alemania con Angela Merkel y las islas Marshall de Hilda Heine.

En los distritos, los municipios, estados y federación se ven mujeres empoderadas y con entusiasmo por participar en las contiendas, a ellas se les debe dar el mismo respaldo que a los hombres y la ciudadanía bien informada y sin prejuicio alguno debe de elegir a quien considere mejor para llevar las riendas del pueblo, sin presiones o ataduras, en los siguientes comicios que sea la conciencia la que dicte la voluntad social.

Dejar de ser presa del disgusto por la política o apatía, dejar de ser críticos sin participar, evitar descalificar sin argumento y evitar hacer dioses o monstruos de los candidatos y candidatas debe ser la tarea que toque a cada ciudadano, el cedazo de la conciencia social, el harnero de la historia debe permitirnos seleccionar lo más fino de la arena que nos permita construir sobre algo solido, que no regrese a la pobreza si no que encamine a la riqueza, que no obstruya el desarrollo si no que incite a la mejor manera de vivir.

Frente a la devaluación del peso respecto al dólar, las altas en los servicios básicos en los insumos de gas, luz e hidrocarburos, así como devastación de los bosques el desequilibrio ecológico, los malos resultados en educación, salud y vivienda, no considero tan complicada la decisión, pues solo hay que comparar que ha funcionado y quienes para continuar, como quienes no han actuado como maquina bien engrasada para entregar buenos productos para desairar y cobrar la factura.