Arena suelta: Filias y fobias de los independientes.

Por: Tayde González Arias. El término independiente, hace referencia a no ser dependiente de persona o autoridad para el desarrollo autónomo del ser, es un concepto que en la actualidad y especialmente en el ámbito político está surgiendo como opción para ser electos como candidatas y candidatos que, aparentemente, no representan el interés o los estatutos partidarios de los emblemas que por años han ostentado el poder en el país, y que con las últimas reformas en materia electoral permiten que prácticamente cualquier ciudadano en pleno goce de sus derechos pueda ser postulado.

La efervescencia independentista, se está llevando a cabo conforme a los tiempos y convocatorias dispuestas por la dependencia federal encargada de las elecciones, es de hacer mención, que desafortunadamente en la actualidad no gozan de credibilidad en un porcentaje aceptable varias corporaciones y dependencias del gobierno, e incluso autónomas como lo son el propio Instituto Nacional Electoral, pues se atribuyen excesos monetarios en sus operaciones y procesos, frente a los problemas de pobreza que tenemos en el país, por lo que ha de ser necesario un actuar moderado en los gastos y un ajuste en los procesos que deje de hacer del sistema electoral mexicano uno de los más costosos del mundo.

Por otro lado, los partidos políticos se han desgastado tanto como el poder mismo de quienes gobiernan, pues en varias ocasiones han tenido la oportunidad de hacer más transparente desde un proceso interno, su trabajo ineludible de apoyo social limitándose a los intereses de grupos, postulando a los mismo de siempre, cerrando las puertas a liderazgos sanos y propositivos, e incubando la corrupción con tal de ganar aumentos en sus presupuestos, y aunque en épocas difíciles hay algunos sectores partidistas que han anunciado apoyos a la ciudadanía, renuncias a fondos para gastos, lo cierto es que no han sido tales para poner un alto a gastos excesivos de sus adheridos, y sus diputados y senadores se han seguido sirviendo con la cuchara grande en temas como bonos, primas vacacionales o servicios de operación innecesarios.

Frente a la falta de credibilidad, las opciones se abren a los candidatos independientes, quienes se supondría representan una alternativa, para solucionar los grandes problemas de México, mediante la legislación y ejecución de políticas públicas que favorezcan el atender las necesidades y rezagos con los que vivimos como sociedad, sin embargo, de pronto el término independiente al parecer está dando una salida a quienes por años fueron juez y parte en los gobiernos de los municipios, los estados y la federación, en su momento un gran número de ellas y ellos representaban una ideología, eran de derecha y de izquierda, y les podríamos otorgar el beneficio de la duda, si en su momento hubieran transformado sus áreas, pero no lo hicieron y no veo como se pueda sacudir la ideología que por años defendieron solo por ser el o la candidata y llegar al poder, entiéndase teniendo como presión única el cumplirle a los ciudadanos.

Ser independiente, sin duda no es solo postularse sin partido, pues es haber vivido y actuado como tal, de hecho no se puede estar en la política y participar en una elección si no se comprende que no somos independientes pues dependemos en primera instancia de la voluntad para ser electos y después recordando que la soberanía recae en el pueblo por lo que dependerá de la gente, de los gobernados sostener o no a su líder.

Hagamos pues un análisis de quienes representan la verdadera independencia, pues no nos vayan a dar gato por liebre, y como candidatos han de saber que no tendrán un grupo como lo tienen los otros partidos para negociar recursos para operar su administración o gobierno, lo que ha de hacer un trabajo arduo de gestión en las instancias públicas y privadas, pues elegir a un o una independiente podría hacer que nuestros pueblos se mantengan sin obra pública, sin recursos para operar y entonces la creatividad y el ímpetu han de ser la fuerza para realizar buena labor como gobierno sin recursos destinados al representante que no es parte de una fracción partidista. Si bien una vez que se es gobierno no se realiza esta tarea para un grupo únicamente, lo cierto es que las preferencias y las filias y las fobias siguen estando al día.

Que no se usen a las candidaturas independientes para incubar dolidos o despreciados que puedan gobernar como resentidos, sino que la ciudadanía evalúe y considere a las mujeres y hombres que por ser libres piden el apoyo para una elección con ningún otro interés mayor al bien social, pues si se ha de ir a la lucha electoral con el estandarte morado como color de independiente, sea la bondad del hombre o mujer postulado transformar en el desarrollo y el progreso a México.