ARENA SUELTA
POR TAYDE GONZÁLEZ ARIAS
POR ASÍ CONVENIR A MIS INTERESES
La conveniencia, en su concepto, resulta ser la cosa buena o adecuada, útil para algo o alguien, y siempre es conveniente, hace caso de cuando las alarmas aparecen para que algo no ocurra evitar que pase, así como identificar el momento y la persona con la que convendría hacer algo, el ejecutarlo. No cualquiera tiene la capacidad de saber cuándo seguir o detenerse en la toma de decisiones.
El problema de la conveniencia, va más allá de lo que conceptualmente significa, pues se trata de un apego al que casi nadie quiere renunciar, y que en casos, como en la burocracia ha afectado considerablemente una vez que lejos de pensar en lo que conviene a la generalidad, se toma provecho por lo que solo le viene bien a una cúpula o una persona, lo que ha se ha desenlazado en poner y quitar según conviene a funcionarios de todos los niveles, nombrando incluso, en muchas ocasiones por así convenir a sus intereses, a los amigos, padrinos, familiares y compadres.
La cualidad de la conveniencia, ha sido aprovechada solo por grupos como los ambientalistas, o los defensores de los derechos de los animales, y ésta afirmación se basa en el bien superior que significa luchar por el bien de la comunidad y no la de unos cuantos o la de uno sólo, pues hay muchas personas que pensando el futuro entregan recurso humano, económico y moral para enarbolar una causa, sin pensar nada más, en su bienestar personal.
El convenir, es también un tratado en el que debe coincidir lo moral, lo ético y la razón, en donde las partes que intervengan, sean personas o no, muestren claramente voluntad y madurez.
Los asuntos, en los que se afirme, que se expiden por así convenir a los intereses, no deben ser más que eso, temas documentados que sirvan, para la realización de una acción y por ello en apoyo a un trámite meramente administrativo y personalísimo, más nunca debe pesar más, que se haga algo porque solo le conviene a uno, y se lleguen a pisar derechos o garantías de otro u otros.
Lo que nos conviene a cada uno, por más que sean temas de reflexión, de conferencias motivacionales o de libros de inspiración de autores que pretenden fortalecer la autoestima de sus lectores, debe ser primero que nada, de uso y de aplicación en temas de envergadura social o interés público. De modo que escuchar, que lo que más le conviene a México, sea una cosa o la otra, más bien
sea una acción de diagnóstico y de respuesta a las necesidades de toda la población y no solo del presidente en turno.
Es muy fácil decir, lo que según nosotros le conviene a alguien, aunque desconozcamos el fin, la causa, los efectos o el historial del que se viene. Y es más sencillo aún, identificar lo que es de nuestro convenir, sabiendo la cantidad de beneficios que pudiéramos tener, aunque pocos son los que se esperan a pensar si lo que recibimos en positivo, también ayuda a alguien más y no sólo a una persona, y quien lo llega a hacer, lo hacer, solo lo hace después de autosatisfacerse.
Los principios, deberían jugar un papel fundamental en las conveniencias personales y de grupo, pues no se puede comprender que alguien deje de elegir aceptar o no cosa o caso, sin que alguien se piense en cada momento en los demás, de modo que las sensaciones de piedad, de solidaridad, de amor o humanidad, estén presentes y se acepte mejor lo que a más beneficie, que aquello que le haga daño a los demás y solo haga que uno sea el ganador.
Las conveniencias, deben dejar de ser, aquellas que otorgan concesiones y prebendas a los de siempre, y constantemente el hombre debe estar consciente de lo que los de su entorno cercano y próximo, llegan a requerir o necesitar, y en virtud de ello actuar, para lograr lo que venga a resarcir o suturar, las aberturas que le hagan daño, que le afecten o no le dejen libremente caminar.
En un país, en el que prevalece la desigualdad, que en muchos casos se tiene de corromper la moral para ganar unos pesos, en el que se prostituye el conocimiento, y se estudia para tener el puesto o el cargo que mejor les parezca a los de arriba, aunque no esté ni tantito cerca a lo que según tu perfil debe corresponder, en dónde la autoridad dice que no pasa nada, a pesar de que existan zonas en las que a determinada hora no se puede ni caminar, o en donde sencillamente el estado constitucional no es algo de lo que se pueda hablar, ¿qué es lo que nos pueda convenir?.