¡Acompáñenme a leer esta triste historia…!

Autor: Víctor Hugo Hernández Cedillo.

Ha pasado casi un mes desde que Chivas ganó el Título de Liga y para algunos la herida aún no sana… Por los comentarios que leo en las redes sociales, me doy cuenta que el ardor en su cuerpo ha sido constante, las llagas aún no les cicatrizan. Esos que escriben en contra de Chivas, cargan con grandes ampollas en la espalda, dándoles más dolor al mostrar sus incesantes ataques llenos de odio y de blasfemias contra un equipo, que lo único que ha hecho, es sacar la cara por el Orgullo Mexicano…

Hay un dicho que dice: «Cuando los gatos no están, los ratones hacen fiesta…». Así tal cual, pasó en la Liga… Chivas siendo el Rey por décadas, hubo un tiempo en que se aburrió de estar en la cima. Así que esta historia la empezaré desde el 2013…

Érase una vez, un Rey Rojiblanco que vivía en el Castillo de la Liga Mexicana. De tantas décadas de estar solo en el trono, se dejó alcanzar, porque se cansó de estar sin competencia en la silla. Un día decidió aventurarse. Salió y caminó por los desconocidos lugares del Reino de Liga. Paseó por espantosos bosques que descendían a profundos pantanos porcentuales. Caminó por veredas que conducían a las más terribles burlas y críticas. Se perdió por terrenos que no conducían a ningún lado, sólo lo alejaban más de su reino. Éste aventurado y valiente Rey, experimentaba estos obscuros y tenebrosos rumbos que desconocía, pero los enfrentaba con Honor y Valentía.

Mientras tanto…, en el Castillo Real de la Liga Mexicana, durante la ausencia del Rey; todo era fiesta y degenere total. Los equipos sin autoridad, ni ley, hacían lo que querían. Un lacayo amarillo se aprovechó de que el alto Clero no estaba en el reino y empezó a robar a diestra y siniestra. En el año 2014, robó una corona que no le pertenecía. Se sentó en el trono y quiso usar una capa de Rey que le arrastraba por los tobillos, le quedaba holgada; -era como si un infante se hubiera puesto la camisa de su Padre, le quedaba grande-. Ni plagiando una capa de Rey, se vería como el que andaba ausente.

Una vez sentado en el trono, parecía sólo un pequeño ratón postrado en una silla. No llenaba el lugar digno de un Rey. Se autonombró: «Campeonísimo» y todos en el reino se reían de él. Nadie lo respetaba, todos los nobles le mentaban la madre. Algunos vasallos lo interrogaban por sus plagios de himnos y de uniformes. Y éste, no respondía. Otros lo nombraban reina, y no por su doceava corona; sino porque pedía odio y no aguantaba la carrilla. Se enojaba y se ponía muy ‘reina’.

El Castillo de la Liga parecía como un burdel. El equipo chico poseía al equipo grande. Se hacían orgías donde todos se tocaban entre sí. No había un respeto por nadie. Los caballeros y los barones, se metían con la reina que intentaba ser Rey, la cual presumía un puesto usurpado. Todos le tocaban su corona, mientras esta la presumía. Así…, tres años pasaron de hechos vergonzosos dentro del reino, nunca había estado tan sucio y tan manoseado…

Afortunadamente en el 2017, el Rey Mexicano regresó. No andaba ni muerto, ni de parranda. Simplemente andaba conociendo lugares en los que nunca había estado. Todo Rey, debe conocer su reino, las fronteras y sus límites, para poder estar en el lugar que le corresponde. Al llegar al Castillo y ver toda la porquería que había en su palacio, éste sacó su espada y empezó a limpiarlo derrocando a uruguayos, paraguayos, argentinos, franceses, estadounidenses, colombianos, chilenos, ecuatorianos, brasileños, hondureños, peruanos y españoles. Durante la ausencia del gran Rey, el Castillo había contraído una plaga de extranjeros que buscaban quedarse con el trono. Pero afortunadamente, el Rey llegó a tiempo de nuevo. Por último, empujó de la silla, a una reina que presumía tener doce copas, las cuales las había obtenido por «favores carnales». Ésta dejó el trono y salió llorando en busca de nuevos lacayos.

Todo ha vuelto a la normalidad… Todo está listo para ver la continuación de esta historia dentro del Castillo de la Liga Mexicana. Lo último que se sabe, es de que la reina al ser despojada del trono, está muy herida y resentida. Acaba de contratar a un siervo de nombre Arturo Brizio, el cual estará al mando de los peones arbitrales dentro del reino, esto con el fin de hacerle la vida imposible a un Rey, que viene más experimentado que nunca. También recontrató a un ‘pelagatos’, que su único mérito es festejar como desquiciado loco, el cuál tiene como hija, a una ‘Piojita’ que se cree Diva, al decir que todos los lacayos amarillos la quieren ligar.

Un Rey que para seguir en la gloria, tuvo que ir a conocer las zonas más pantanosas y espantosas en todo el reino. Este Rey Mexicano, está listo para tener las batallas más épicas contra todo aquél que busque igualarse o intente robarle la corona. Porque en este reino, ninguno habrá como el Rey Rojiblanco, que estuvo por décadas en la cima y sólo la dejó por tres años. Tres años que no lo disfrutaron, como nosotros lo hemos disfrutado por décadas.

¡Tres años, no igualan Décadas!

¡Esto es lo que les duele, eso es lo que aún les permite sanar sus heridas, esto es lo que les hace triste, su pobre historia…!

Pero con eso… tendrán que vivir en este nuestro reino.
¡Viva Chivas, Viva el Rey…!

Twitter: @Vichhc