¿Tienes el propósito de ahorrar?
¿Tienes el propósito de ahorrar?
El nuevo año inició con una inflación en México de siete por ciento y el aumento de precios correspondiente. Paul Rodríguez Naval, académico del ITESO, orienta acerca de cuáles pueden ser las mejores formas de cuidar el dinero en 2022.
Quienes somos más bien desentendidos de las minucias de las finanzas y la economía procesamos la inflación como el hecho de que ahora le tendremos que dar uno, dos o cinco pesos extra a la señora de la tiendita por adquirir los mismos productos.
Pero que la inflación haya crecido no tiene por qué ser una mala noticia, afirma Paul Abraham Rodríguez Naval, profesor de la Escuela de Negocios ITESO, quien señala que la inflación tiene, como una moneda, dos lados. Para quienes resguardan su dinero haciendo uso de ciertos instrumentos de inversión puede ser incluso una noticia bien recibida.
El experto señala que actualmente atravesamos la fase más baja de una crisis económica provocada, en
parte, por la pandemia de Covid-19; sin embargo, Rodríguez Naval afirma también que éste es el mejor momento para pensar en iniciar o aumentar estrategias de ahorro e incluso de inversión.
Primeros pasos en un mar de inversiones
Hablar de inversiones no implica únicamente hablar de criptomonedas o acciones en la Bolsa de Valores: hay opciones más conservadoras para empezar con ahorros modestos que permitan ir moviéndose cada vez con mayor comodidad en el manejo de las propias finanzas.
Rodríguez Naval entiende estos primeros pasos como aprender a nadar: ante todo, lo que hay que hacer es “probar el chapoteadero”, con vehículos de inversión pensados para mantener el valor del dinero; en esta categoría están los instrumentos de inversión gubernamentales como los Cetes y los Udibonos. “Estas opciones funcionan para las personas gastalonas, de esas que tienen cien pesos en la mano y, sin saber en qué, ya los perdieron”, apunta.
A través del sitio www.cetesdirecto.com, cualquier persona puede invertir fácilmente en valores gubernamentales, como los Certificados de la Tesorería (Cetes) y los Bonos de Desarrollo del Gobierno Federal denominados en Unidades de Inversión (Udibonos), entre otros, sin la necesidad de intermediarios. “Ambos son buena opción para empezar a sentir una inversión”, observa el egresado de la Maestría en Administración por el ITESO.
En el caso de los Udibonos, el rendimiento se basa directamente en las Unidades de Inversión (UDI), que a su vez son afectadas directamente por la inflación. “Entonces, si la inflación sube, el precio de una UDI va a subir. Los Udibonos te van a dar un pequeño rendimiento sobre ese cambio que ya tuvo la UDI. Si es así, lo deseable es que suba la inflación desde el punto de vista del inversionista”.
Rodríguez Naval recomienda un monto de al menos mil pesos y un plazo de tres años para este instrumento, a fin de que el inversionista pueda tener un horizonte de inversión a mediano plazo y con un rendimiento considerable.
A pesar de ser un avezado inversionista, el académico utiliza vehículos de inversión básicos para preservar su fondo de emergencia, del cual puede echar mano caso de cualquier eventualidad y que equivale a sus gastos de entre tres y seis meses. Es precisamente en Cetes como tiene invertida parte de este fondo, ya que le permite tener mayor liquidez y preservar el valor de su dinero.
Sin embargo al día de hoy los rendimientos de estas herramientas están por debajo de la inflación (de cuatro a cinco por ciento, ante el siete por ciento inflacionario). “No son opciones para hacernos millonarios. Pero ¿es preferible dejar de ganar ese dos por ciento poniendo tu dinero en estos vehículos, o perder el siete por ciento sin utilizar ninguna estrategia de inversión?”, cuestiona.
El también consultor apunta que, si bien se trata de recomendaciones de ahorro conservador, no por ello dejan de ser atractivas. Las aplicaciones bancarias como DINN, de Actinver, o Hey Banco, de Banregio, permiten que el usuario elija su camino de inversión de acuerdo con su perfil, a la vez que le brindan respaldo por tratarse de entidades reguladas.
Ambas aplicaciones cuentan con opciones conservadoras de ahorro que ofrecen rendimientos que rondan el cuatro por ciento, y que están diseñadas para mantener los ahorros intactos. También ofrecen estrategias con rendimiento de cinco por ciento, pero que implican mayor volatilidad —fondo balanceado, en caso de DINN, y pagarés, en el caso de Hey Banco.
“Mi consejo es dejar el dinero ahí al menos un año e ir aumentando el monto para subir el interés. No es lo mismo el cinco por ciento de mil pesos que de cien mil. Son opciones para personas que no quieren sólo ahorrar, sino empezar a convertirse en inversionistas”, explica Rodríguez Naval.
Aprendiendo a nadar
El siguiente paso para continuar con las lecciones de nado es pasar del chapoteadero a “la parte honda”, sin perder la seguridad que da seguir tocando el piso de la alberca. Paul Rodríguez equipara este avance con empezar a invertir en la bolsa.
“Suena aterrador, pero no lo es. Hay algo que se llama Exchange Traded Fund (ETF), que son fondos de inversión con diferentes componentes. Imagínalos como una pizza: en vez de ir al mostrador y pedir una pizza con queso, piña y jamón, pides una pizza hawaiana”, dice.
“Si a alguien le llama la atención empezar a meterse en la Bolsa, yo recomiendo buscar un ETF que tome como base el índice Standard & Poor’s 500 (S&P 500), el cual refleja acciones de las 500 empresas más grandes del mundo, como Apple, Amazon, Facebook, etcétera”.
El académico es puntual: si el objetivo principal del inversionista es el ahorro, vehículos como los Cetes, los Udibonos y las aplicaciones como DINN y Hey Banco son la opción. “Si la intención es aventurarte un poco, busca ETF, que son instrumentos de riesgo moderado. Mi sugerencia es esperar de tres a cinco años; si bien se pueden vender cuando sea, hay que tomar en cuenta que el precio sube y baja todo el tiempo”, comenta.
Los ETF pueden adquirirse con cualquier corredor de Bolsa, que además tendrá una cartera de opciones que se puede adecuar a las necesidades del inversionista. “No se necesita conocimiento previo, porque dentro de lo arriesgado que podría sonar participar en la Bolsa, en realidad es de lo más conservador”, señala.
Consejos financieros para la vida
Rodríguez Naval ofrece otras recomendaciones básicas para no perder el pulso de las finanzas personales. Un primer consejo es procurar no depender de un único ingreso. “Las crisis son momentos para crear oportunidades”, señala. Una afición, una habilidad o un conocimiento superior en algún tema específico pueden ser la base para un emprendimiento.
Otro consejo consiste en tener cuidado con dinámicas populares como las tandas, que tienen una implicación financiera diferente para los primeros y para los últimos números de quienes participan en ellas. “Para los primeros es un préstamo con nulo interés; para los últimos es un ahorro, pero un mal ahorro, porque no se toma en cuenta la inflación”, dice el director general de la empresa consultora Enseñanza en Finanzas Personales (Enfiper).
El riesgo es también una constante en este tipo de instrumentos, por lo que la recomendación del especialista es acercarse mejor a instrumentos que estén respaldados por bancos y regulados por otras entidades, como la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV).
Por otra parte, el profesor del Departamento de Economía, Administración y Mercadología del ITESO (DEAM), considera imperativo contar con al menos dos tipos de seguro: de gastos médicos mayores y de vida. “Los seguros ofrecen blindaje financiero; contar con ellos permitirá estar prevenidos ante una eventualidad”.
El tercer tipo de seguro con el que cualquier persona debería contar es, a decir de Rodríguez Naval, un seguro para el retiro. “Yo recomiendo buscar opciones que ofrecen valores garantizados; hay muchas opciones en el mercado”, comenta.
“Sabemos que las Afore no van a ser suficientes para las personas que empezaron a trabajar después de 1997, quienes recibirán como 2 mil 700 pesos al mes. Si ahorita no alcanza, imagínate en 20 o 30 años”, afirma el catedrático.
Empezar un ahorro es importante para alcanzar metas financieras específicas; invertir es una estrategia que puede abonar a ese ahorro para generar ganancias adicionales. Para Rodríguez Naval la mejor manera de iniciarse en estas dinámicas es dando el primer paso, aunque sea uno pequeño. Al fin y al cabo, a invertir se aprende invirtiendo, así como a nadar se aprende nadando.