TAYDE GONZÁLEZ ARIAS. ARENA SUELTA : EL PODER Y LOS PODEROSOS

Los lobos y las ovejas no podrían estar viviendo juntos, sin que los primeros quieran hacer de las segundas su cena segura, su exquisita comida o su necesario postre. Al parecer la sociedad concibe vivir en círculos completos de ovejas que siguen y toman la instrucción del pastor o del can que fue instruido en el cuidado del rebaño, o habitar la tierra como lobos en cuyo poder se encuentra el temor incluso de los más grandes corderos.

Es el poder y la sumisión, en las que Michael Foucault funda su teoría como la característica del hombre, respecto a vivir en represión, ejecutada casi siempre del hombre hacia la mujer, del hermano o hermana mayor a los más pequeños, o del maestro al alumno. Pensando en que la vida nos educamos y asistimos a la escuela con ansia de conocimiento que pueda servimos para obtener el poder de la verdad; nos hará el reconocernos en sí mismos superiores a quienes viven en la ignorancia, quien así lo pueda ver sentirá el poder de la ciencia, y podrá si es que su corta idea le deja, pensar que quien no asiste a la escuela vive a oscuras y por lo tanto es un sumiso.

El poder hacer lo que queramos es tan suelto como la arena en las playas a mar abierto, que va y viene con las olas, tener el poder de conocer de las ciencias y aplicarlas nos hará sabios, pero ser sabio es reconocer en las debilidades fortalezas y en cada día una oportunidad. Jugar a obtener o ir por el poder sólo para someter, es tan animal como el león hambriento sobre una cebra sola en la limpia sábana o como el ave teniendo sobre sus patas la lombriz; tan fácil y tan sencillo que no se disfruta igual que lo que cuesta. Luche por tener poder, pero cuando lo tenga úselo para ayudar a los demás.

El que es poderoso, y se vuelve egoísta terminará sólo y lo único que merece será el olvido, y salvo que quieras ser olvidado y odiando entonces, tu camino por la vida va bien si lo que haces es, acrecentar tu ego, y saciar todas tus necesidades hasta las más absurdas e incluso convertirte en un glotón, que como el barril sin fondo nunca tendrás llenadera.

Ser poderoso se puede confundir con tener todas las relaciones del mundo que permitan hacer lo que se quiere a la hora que se desea, contar con los bolsillos y las cuentas bancarias en saldos que facilitan la adquisición de lo que se quiera, o bien ser un erudito de alguna ciencia y cobrar lo suficiente y necesario para alcanzar los logros que se anhelan.

He escuchado y leído a quienes refieren que quieres tienen las más grandes empresas o los más grandes políticos por herencia, por dinero, por fortuna o lo que sea, son mezquinos y son los malos, incluso en las manifestaciones las consignas

son que los que amenazan la nación son los dueños de las comunicaciones, los grandes empresarios o el gobierno. Otros dicen que son los burgueses, y la pregunta es ¿Son ellos el poder?, ¿son ellos quienes no hacen que crezcamos y nos hacen más pobres? O ¿los pobres somos buenos y los ricos malos?

Después de una serie de preguntas como las anteriores y regresando a otras entregas de Arena suelta, le digo, ni todo es bueno ni todo es malo, ni los culpables de nuestras desgracia siempre tienen que ser los otros pues si vivimos sumidos y nos pensamos ovejas es ahí en donde radica el problema, si no podemos ser lobos, corramos como el guepardo, usemos la melena del león o la fuerza de un oso polar, y si alguien nos pisa hagamos conforme a la ley cumplir nuestros derechos, si no nos escuchan en una instancia municipal, siempre habrá la estatal, la nacional o la internacional.

El poder del tirano termina cuando dejamos de ser subsumidos, cuando preguntamos y argumentamos, proponemos a un nivel tal que será difícil una mejor propuesta a la que usted haga, leer siempre le ayudará, ser agradecido y pedir por favor, solidarizarse y convidar de lo que la vida nos ofrece, eso también es poder, es ayudar, es compartir es ser sensible al dolor del otro.

Sí, hay gente que cree en Maquiavelo y así quiere tener poder, a esas personas que las juzgue la vida u otros, no nosotros, seamos jueces de nosotros mismos, seamos conscientes de que somos seres con poder y eso lo debemos aprovechar fortaleciendo la familia, los amigos, uno mismo, creando círculos que nadie pueda romper en donde el poder sea para servir y compartir.