OUTLIERS
OUTLIERS
ARENA SUELTA
POR TAYDE GONZÁLEZ ARIAS
El desarrollo humano lo describen por etapas, por procesos o modos de estar en distintas formas de diferentes etapas de la vida, las dos palabras encierran mucho a mi parecer, lo primero porque para desarrollarse es una especie de palabra que lo que nos manda decir es que nos desenrollamos, y entonces no puedo dejar de pensar en cómo un armadillo por ejemplo como una de sus protecciones es introducirse al caparazón y después al sentir seguridad salir de apoco, como lo hacen las tortugas también. Por otro lado, lo humano, lo más difícil, lo más complicado e incierto, porque lo que nos hace humanos es para muchos el alma, los valores, la ética, la moral el espíritu, sea cual sea la respuesta no se puede concebir el mundo sin humanos.
En un mundo en crisis, todo gesto de humanismo es bienvenido, agradecido y aplaudido, por que volvemos a la raíz, nos recuerda ser humanos, nuestro papel sobre
la tierra que no es sentirnos superiores bajo ninguna circunstancia sino responsables de otros seres vivos que dependen de nuestros cuidados y curia para seguir viviendo.
Hay que agregar además que no podemos bajo ninguna circunstancia ser omisos a lo deshumano, no podemos transformarnos en robots o insensible y hace como que nada pasa, mientras el mundo se desmorona a nuestro costado o frente a nuestra nariz.
Aunque son pocos, los medios serios que han invertido en generar contenido para humanizarnos, esos programas no llegan a tener el mismo éxito que aquellos que son mera mofa y ridículo en la vida, y que lejos de mostrar lo mejor de nuestro género, deja en evidencia lo nefasto que llegamos a ser.
El séptimo arte por ejemplo ha tratado a través de imágenes continuas de darnos algunas formas de vida sin personas en el mundo, (vamos lo han hecho por regiones, estados o países), y lo único que se ve en esos trabajos fílmicos, es tristeza, desolación; nada. A eso agreguemos que somos la población un elemento esencial del Estado. Frente a estas breves anotaciones seguir hablando de desarrollo humano obliga más que leer a Vygotsky, Piaget o a Edgar Morín para describir tanto etapas o formas o incluso lo humano de la inteligencia emocional de Goleman, lo definitivo es que evolucionar con las ideas del mundo, con las tecnologías, y estar a la par de lo nuevo o de lo reciente es a lo que llamo desarrollarse, y cuidar del otro, del semejante no dejar de ser nunca ajeno al dolor del otro, es lo humano.
No saber de humanidad es ser arena suelta, buscar y estar del lado de los débiles, pues por ejemplo es más que un eslogan o una idea propagandística en su contenido mismo reflejan la piedra, la solides y conciencia.
Nos vamos a desarrollar humanamente, cuando no olvidemos cuál es el fin y la causa de vivir, más allá de la fe; ser felices y servir, sin estar al total lado del cristianismo religioso, amar a los demás como si fueran del mismo tipo de sangre. Recordar que la comuna y lo común son palabras que guardan la igualdad, esa igualdad que haría de un hombre a otro la diferencia no solo en la virtud o el vicio, sino en lo consciente y lo inconsciente.
No hay desarrollo humano frente a actos cobardes, “pequeños” como el acoso escolar o tan fatales como los atentados por pertenecer a otro género, origen, discapacidad, orientación sexual, especie, lateralidad, embarazo u otros, no cuando menos en quienes los cometen o perpetran, pues lo que sí es notorio es una falta de afecto, de moral, el respeto y el valor por la vida propia y desde luego la de los demás. Desarrollarse humanamente es siempre alienado a lo mejor para sí y los otros y no es algo que no se pueda lograr, sino más bien es algo que es raro ver, sé que me podrán llamar utópico por esta aseveración sin embargo creo que en algún lugar del mundo o al menos en los fuera de serie (outliers) de Malcolm Gladwell, existió y sé que existe. Por lo pronto no nos queda más que hacer lo posible por lograr desarrollarnos humanamente cada día.