No cederemos a presiones ni chantajes: Coordinación General de Comunicación Social
Morelia, Michoacán, a 18 de octubre de 2018.- Ante el manifiesto público y notas informativas difundidas ayer y hoy en algunos medios de comunicación de Uruapan, referentes a la relación de esta Coordinación General de Comunicación Social con comunicadores y periodistas, se informa lo siguiente:
En el Gobierno del Estado, a través de esta Coordinación General de Comunicación Social (CGCS), refrendamos el respeto irrestricto a la libertad de expresión, inherente al derecho a comunicar y al ejercicio periodístico, profesional y ético.
En ese sentido, expresamos nuestro más enérgico rechazo a quienes, amparados en la bandera del periodismo, incurren de manera grave y dolosa en la denostación, el ataque personal, la descalificación, la presión, el amago, el chantaje y la extorsión para exigir un beneficio económico.
Al referido manifiesto le anteceden diversas “notas”, “columnas” y comentarios en redes sociales –con el mismo origen y objetivo- que difaman con ataques personales y violencia de género, para exigir la renovación de convenios y el pago de adeudos; adeudos que reconocemos y que hemos ido cubriendo conforme la disponibilidad de recursos, y que vamos a pagar en su totalidad. Estamos a la mitad del camino; aún hay mucho por hacer.
Sobre nosotros se han vertido comentarios y adjetivos de personas que se ostentan como comunicadores o periodistas, que textualmente citan: “creíamos que la vocera de Jarita era una mierda, no conocíamos a Julietita”, o “Tons (sic) que diga ´Julieta chinga tu puta madre (…)”, escritos por el señor Paul Alberto Chávez Noriega, del portal denominado “Vértices”
En otro comentario, el mismo Paul Alberto Chávez Noriega anotó: “Ya ven que los pinches cursos de la mediocre-nefasta-y-corrupta de Julietita sirven más que para pura chingada?”, aunado a otros que ya están siendo valorados por las áreas jurídicas.
El pasado 27 de julio, el señor Lenin Guillermo Medina Ramos, director del portal Tiempo de Michoacán, nos amagó con un mensaje vía whatsapp que decía: “sé cómo llamar su atención”. Posteriormente realizó diversas publicaciones con calificativos personales en nuestro agravio, y acusaciones sin el soporte documental que exige el ejercicio periodístico.
Estos son algunos de los autores del referido manifiesto, en el que están convocando a una protesta el próximo 21 de octubre en la ciudad de Uruapan, argumentando malos tratos por parte de nuestra institución, ante la falta de pagos o la suspensión de convenios.
En la Coordinación General de Comunicación Social mantenemos firme la postura de no prestarnos a ese tipo de presiones y prácticas paternalistas, que se apartan de la relación profesional, institucional y de respeto que debe prevalecer con los medios de comunicación.
De manera categórica afirmamos, que no vamos a ceder a amagos y chantajes de algunos portales informativos o medios como los aquí mencionados, cuyos convenios han sido finiquitados ante la falta de recursos en la dependencia, y que no serán renovados.
La administración pública obliga a un ejercicio responsable y justificado del gasto, apegado al marco jurídico, más aún en el contexto financiero actual que ha implicado diversas medidas de austeridad y reingeniería administrativa en toda la estructura gubernamental.
Y es ése espíritu y convicción los que rigen nuestra facultad para la asignación de convenios publicitarios frente a la oferta, cada vez más creciente, que recibimos día con día.
No sobra decir que, en los últimos tres años, hemos impulsado el fortalecimiento de conocimientos y habilidades de comunicadores y periodistas en las diferentes regiones del estado, incluyendo a Uruapan, a través de talleres, seminarios, diplomados, maestrías en línea y otras actividades en donde hemos recibido una amplia respuesta.
Estamos convencidos de que los medios de comunicación, profesionales y comprometidos con los principios que rigen esta actividad, constituyen un importante factor de cambio y transformación en nuestra sociedad.
No así, los que de manera reprobable denigran y ven en este oficio un instrumento de presión y de amago para lucrar, amenazar y extorsionar, que no vamos a aceptar bajo ninguna condición.