Manuel Buendía Tellezgirón, un periodista considerado símbolo de la libertad de expresión, en México y otros países.

Escribe: René Serrano García, Presidente del Club de periodistas, Manuel Buendía Tellezgirón.

Hoy, 24 de mayo de 2021, a 95 años de su nacimiento, recordamos, los integrantes del Club, a Manuel Buendía Tellezgirón,
nacido en esta ciudad de Zitácuaro, Michoacán.

Zitácuaro a lo largo de su historia, ha sido cuna de grandes personajes que le han dado un importante lugar, una posición
envidiable en la vida nacional, para nosotros los zitacuarenses son motivo de orgullo, nos han brindado gratas
satisfacciones generación, tras generación.

Podemos hablar de grandes personas, de héroes que nos dieron la libertad que hoy gozamos, Benedicto López, es un gran
ejemplo, de médicos como el Dr. inminente oncólogo, Francisco Tenorio González, de Samuel Ramos, destacado catedrático,
escritor, funcionario y diplomático, Miguel Carrillo, aviador adoptado como zitacuarense. Suman muchos que aunque no
nacieron en esta tierra, si dieron imagen nacional e internacional a nuestro querido Zitácuaro.

Dentro de tanto personaje nacido en esta tres veces Heroica Ciudad de la Independencia, se encuentra Manuel Buendía
Tellezgirón, periodista ejemplo de la libertad de expresión que solo fue callado por las balas de asesinos que sentían
afectados sus intereses personales y de grupo, con las denuncias públicas en su columna Red Privada, del periódico
Excélsior.

El matrimonio formado por Josefina Tellezgirón y José Buendía Gálvez, llegó a Zitácuaro procedente de la ciudad de México
en 1921, don José vino para instalar el molino de trigo de don Gabriel Camporredondo, que se ubicada en la esquina de lo
que hoy son las calles de Morelos y Zaragoza.

El matrimonio se quedó a radicar en Zitácuaro, tuvo su domicilio en la calle Cuauhtémoc oriente, donde nacieron sus 6
hijos: José, Catalina, Manuel, Roberto, Ángel y Gloria. El papá de Buendía murió cuando dos personas al parecer drogadas
trataron de asaltarlo en la esquina de Salazar y Cuauhtémoc y lo atacaron con piedras.

Esto ocurrió en 1950, antes en 1941 fallece su madre. De los seis hermanos tres murieron en esta ciudad, dos por
enfermedad y uno en accidente de motocicleta.

Don Manuel estudió en la escuela Hogar y Patria, donde después, a los 15 años de edad, fue maestro, posteriormente su
madre lo manda a estudiar el sacerdocio, pero lo abandonó, cuando ella falleció.

A los 14 años, descubrió su vocación periodística, cuando empezó a colaborar en la revista La Nación del Partido Acción
Nacional, partido con el cual en un principio simpatiza y del que se alejaría más tarde.

Poco después, fue contratado como reportero de guardia en el diario La Prensa. Pronto ingresó a la cooperativa y
desarrolló en la fuente policiaca sus dotes reporteriles, que lo llevaron en poco tiempo a cubrir las secretarías de
Gobernación y de Relaciones Exteriores, y después las actividades del presidente Adolfo Ruíz Cortines.

Desde entonces ocupó distintos puestos en el mundo periodístico y editorial, desde columnista (La Prensa, El Día, 23
“Soles” de la Organización Editorial Mexicana, El Universal, Excélsior y la Agencia Mexicana de Información), editor (El
Día, revistas especializadas del Conacyt) y director general (La Prensa, Revista CFE, Prensa del Departamento del Distrito
Federal, Conacyt).

De 1952 a 1967 fue profesor de tiempo completo en la escuela de periodismo “Carlos Septién García”, en donde impartió la
materia de redacción periodística y desde 1973 hasta 1984, impartió redacción y oficinas de prensa en la Facultad de
Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM.

Su participación en televisión –canales 11 y 13– y en radio, sus colaboraciones especiales en publicaciones del exterior,
la distribución de sus columnas en el extranjero por la agencia Inter-Press, su condición de experto a consultar por la
prensa foránea, su presencia multiplicada en foros, conferencias y encuentros, y la publicación de sus dos primeros libros
–Red Privada y La CIA en México–, lo consolidaron como uno de los periodistas más leídos e influyentes de la última mitad
del siglo pasado. Escribió 13 libros, el último

A contrapelo de las intenciones de acallar a uno de los periodistas más respetados, leídos e influyentes de la segunda
mitad del siglo XX, su muerte habría de ser parteaguas en la lucha por la libertad de expresión en México y símbolo de
ella.

Un grupo de amigos, colegas y colaboradores de Manuel Buendía tuvieron la certeza de que la mejor forma de rendir homenaje
a tan brillante columnista era emprender una tarea de largo aliento y compromiso con el periodismo mexicano y con el país.

Fue así como don Francisco Martínez de la Vega, doña Dolores Abalos viuda de Buendía, Miguel Ángel Sánchez de Armas,
Andrés León Quintanar, don Alejandro Gómez Arias, Alfonso Zárate, José Luis Becerra, Javier González Rubio, Miguel Ángel
Granados Chapa y Ángel Buendía Tellezgirón impulsaron la iniciativa de crear la Fundación Manuel Buendía (FMB) como
Asociación Civil el 12 de septiembre de 1984.

Encabezados por Don Ángel Buendía, un grupo de periodistas locales apoyamos la creación de una estatua que fue instalada
inicialmente, sobre avenida Revolución, esquina con Reforma, después se trasladó al parque Vikingo y finalmente a
Revolución, frente al cuartel militar y a un costado del monumento a La Bandera. Ahora con la remodelación de esta avenida,
el Ing, Carlos Herrera Tello, dijo que se instalará dentro de la remodelación en un lugar privilegiado.