LAS GOLONDRINAS

LAS GOLONDRINAS

ARENA SUELTA

POR TAYDE GONZÁLEZ ARIAS

Has llegado hasta éste momento de tu vida, y seguramente tienes mucho de qué dar gracias, si aún no lo haces, no esperes como lo hacen los estadounidenses (e incluso los canadienses) a que llegue el thanksgiving day; el último jueves del mes de noviembre, para mostrar agradecimiento y compartir de lo feliz que es vivir y lo que nos ha dado la vida.

En momentos como los que tradicionalmente ocurren entre los meses de julio o agosto, cuando miles de estudiantes de prácticamente todos los niveles educativos llegan a concluir sus estudios, las escuelas reciben a los padrinos, con sus globos (ojalá que ya no los usaran por que contaminan), arreglos florales, regalos y lo más valioso los mejores parabienes para sus ahijados, entre ese clima de nostalgia y felicidad, no ha de faltar el agradecimiento, a todos cuantos participaron de ese

José Mauricio Morales Sánchez – Notario Público No. 38

importante logro.

Ir a la escuela no es un trabajo fácil, ni se trata de cualquier actividad, es más bien un hacer por la vida, y para muchos es una etapa sumamente difícil porque además de estudiar hay que trabajar. Todos tenemos claridad sobre lo costoso de la vida, y la obligación de salir a trabajar casi obligatoriamente el padre y la madre de familia con tal de poder llevar una vida más o menos aceptable.

Aunque hay los que descalifican el quehacer educativo e incluso los atrevidos que afirman que estudiar no sirve de nada o de muy poco, lo cierto es que lo hacen sin argumentos y su fundamento suelen ser sus experiencias (malas) con algún pseudo profesionista que nunca pudo entender que no se educa para saber o aprender mucho, sino para ser mejor persona.

Hay esfuerzos que no se pueden “pichicatear”, estudiar es uno de ellos, de modo que si conoce (que lo más seguro es que sí), a alguien que estudia y trabaja, demuestre admiración o cuando menos empatía al esfuerzo que entrega para tales efectos.

Y si usted niña, niño, joven o adulto que termina su kínder, primaria, secundaria, prepa o universidad, considera que ha terminado sus estudios y se acabó, se encuentra en un grave error pues la preparación y el estudio debe seguir, y no se acaba ni se termina de conocer nunca, y es que concluir una carrera es sólo el inicio para la vida laboral, y para lo que se preparó toda la vida.

Eres recién egresado de un nivel, pero continua el otro, debes conquistar la vida y no sólo tu título o tu cédula profesional, sigue la especialidad, continúa con la maestría, continua con el doctorado, prosigue con el postdoctorado y siempre, considera que el objetivo primordial de la educación es servir a los demás; ayudar al prójimo.

Que los abrazos, los buenos deseos y al apadrinamiento, sirva, sobre todo, de hombro para apoyarte en las caídas, para ser un segundo padre o madre, si es que por los infortunios de la vida te faltara alguno. Que lo mucho o poco que aprendiste no sea visto como moneda de cambio, ni como mercancía cara, sino como una bendición para ayudar y servir y que cuando cantes los siguientes versos más que hacerte llorar, te hagan sensible al dolor ajeno que afuera te espera:

¿A dónde irá Veloz y fatigada La golondrina Que de aquí se va? Por si en el viento Se hallara extraviada Buscando abrigo Y no lo encontrará

Junto a mi lecho Le pondré su nido En donde pueda La estación pasar También yo estoy En la región perdido Oh, cielo santo Y sin poder volar

Dejé también Mi patria idolatrada Esa mansión Que me miró nacer Mi vida es hoy Errante y angustiada Y ya no puedo A mi mansión volver

Ave querida Amada peregrina Mi corazón Al tuyo acercaré Voy de tu canto Tierna golondrina Recordaré Mi patria y lloraré

Recordaré Mi patria y lloraré