Ciencia y Fútbol
Autor: Víctor Hugo Hernández Cedillo
Hay investigaciones científicas que afirman que el amor por el fútbol y el amor por la pareja comprenden los mismos circuitos cerebrales, ya que estos se activan en los aficionados de igual manera que en los románticos enamorados. Cuando experimentamos en el fútbol esa satisfacción ante un buen resultado, el cerebro libera dopamina que te hace sentir placer, buen humor, vives en un estado de relajación óptimo y si a todo esto que se experimenta le damos forma y figura, lo enfocamos hacia un Club Grande, con 113 años de historia, con la bandera más hermosa, con la mejor afición, con jugadores mexicanos. Y como resultado, tendremos el nombre de un Equipo verdaderamente emblemático:
Las Chivas Rayadas del Guadalajara, entonces, te darás cuenta que cada vez que juegan, todas estas emociones que no tienen explicación se multiplican y te hacen sentir inmensamente feliz. La pasión que provoca el ser rojiblanco, tiende a prevalecer sobre cualquier resultado negativo.
El amor por este Club es tan grande que ha logrado ser superado por cualquier mala racha que pudiera pasar el Rebaño Sagrado. Está claro que el amor por Chivas no termina nunca, se eterniza ya que te lleva a vivir una pasión siempre joven, a tener un corazón que no envejece. Chivas es el Equipo que nos hace ver por noventa minutos la vida más placentera.
Así es que recuerda, ser hincha del Club más Grande de México tiene sus ventajas: serás una persona feliz, alegre, positiva y siempre ganadora, serás un eterno romántico rojiblanco. Y con todas estas cualidades que tiene el Rebaño Sagrado además de las futbolísticas, aún hay quienes se niegan aceptar que Chivas es el mejor equipo. Y es porque seguramente no han conocido el amor eterno que siempre será Rojiblanco. Pero que más da, que vivan dentro de su burbuja, que importa…