Arena suelta: Que el hombre sea quien maneje la máquina.
Por: Tayde González Arias. Los avances tecnológicos han influido de manera directa la vida de todos los habitantes del mundo, gracias a los teléfonos celulares no solo nos comunicamos, también se nos ha facilitado llegar al destino que no conocemos, tomar precauciones respecto de la temperatura y hasta los latidos del corazón. Las herramientas tecnológicas bien aprovechadas dan resultados con impacto importante a nivel mundial.
El inicio del internet cerrado a temas militares represento un instrumento eficaz gracias a la rapidez y al número de masas al que se podía llegar, que a la fecha facilita no solo escucharnos si no vernos de un polo a otro para casi cualquier tipo de temas en tiempo real. Si bien se puede dirigir un misil para destruir todo un territorio apoyado en la tecnología, también es posible conocer de tragedias internacionales y volvernos en solidaridad con apoyo, lo que se resume como el adecuado uso de los canales tecnológicos y un uso en la maldad en cuyo caso es preferible el que mejor no hubiera existido.
La tecnología resulta tan material como su origen, respecto a lo que puede ser novedoso hoy y que para mañana ya es obsoleto. Seguramente recuerda las últimas versiones de las computadoras que aceptaban los discos flexibles, los equipos de sonido para escuchar música en los acetatos, y de igual manera los discos de compactos que en los nuevos vehículos ya ni encuentran dispositivo en donde ser reproducidos.
Los casetes fueron cambiados por los compact disc, y los últimos en almacenamientos de USB y ahora en la nube. Sin embargo estos cambios no son propiamente gratuitos pues tiene un costo estar actualizados en temas tecnológicos por lo que hemos de hacer uso de lo que tengamos a nuestra alcance y hacer uso eficiente y responsable del aparato, que propio o no facilita las tareas y por ende la vida. No se puede entender la historia de la humanidad sin los avances tecnológicos, por lo que es importante hacer una pausa en el camino, y ya evaluando, ver los grandes beneficios y los contras, cuando reunimos la buena voluntad y el querer ayudar para hacer el bien a través del invento tecnológico o el uso de un equipo con tecnología de punta, todos los aplausos son merecidos, sin embargo cuando su utilidad constituye enfermar, herir o matar, por supuesto es indeseable y de que no debió existir jamás.
Los objetos tecnológicos requieren manos honestas y mentes brillantes que puedan operarlas, con ello generaremos cadenas de apoyo, evitaremos la burla a través de los populares memes, y crearemos imágenes propias bien construidas y ciertas y no ideas erróneas e información que lejos de sanar encamina a enfermedades como el rencor, la envidia, el odio e incluso la muerte. Estar actualizados requiere estar informados y saber los alcances reales de cuanto equipo nos acompaña en la casa o la oficina, no debemos ser presa de los objetos tecnológicos y recordar la premisa aquella que dicta que es el hombre quien maneja la máquina, y no en viceversa.
La conciencia debe ser la que prevalezca al tener el invento en la mano, la responsabilidad que nos acompañe en el uso de tal o cual instrumento y cuando estas dos cualidades se pierden hemos de estar más que alertas, temer a las consecuencias de lo que una mente desmemoriada podría causar. Grandes acuerdos internacionales han permitido por ejemplo que no existan armas nucleares en países y zonas políticamente inestables en los que la tecnología militar (que ha sido una de las más avanzadas) mal usada o por cuestiones de desacuerdos podrían hacer repetir casos fatales que muchos ciudadanos del mundo quisiéramos que jamás hubieran sucedido.