Arena suelta: Tomando partido
Por: Tayde González Arias. En el argot político actual muchos han sido los llamados a cerrar filas en favor de quienes hasta hoy son precandidatos pero que por supuesto buscan el abanderamiento oficial de los grupos a los que pertenecen, para asegurar el triunfo han buscado hacer alianzas, es decir se han agrupado con otras fuerzas políticas garantizando así elevar el número de electores que les favorezcan en su momento en las casillas y alcanzar el anhelado cargo. Se disputan la presidencia de la república, 128 senadurías y 500 diputaciones federales en la contienda que dio inicio el pasado 8 de septiembre y tendrá verificativo el próximo 1 de julio de 2018, participando 30 de los 32 estados que conforman la federación, convirtiendo así en una de las contiendas mas grandes por el número de participantes en la misma.
Estrictamente hablando tendríamos nueve opciones representadas en los partidos políticos con registro nacional que son: Partido Acción Nacional (PAN), Partido Revolucionario Institucional (PRI), Partido de la Revolución Democrática (PRD), Partido Verde Ecologista de México (PVEM), Partido Nueva Alianza (PANAL), Movimiento Regeneración Nacional (MORENA), Partido del Trabajo (PT), Encuentro Social (ES) y Movimiento ciudadano(MC). Sin embargo por así convenir a sus intereses se han registrado al momento tres coaliciones electorales que para fines proselitistas y de campaña han hecho migas y juntos representan el mismo interés de triunfo de una persona, y son Por México al Frente (PAN, PRD y MC ) Juntos haremos historia ( MORENA, PT y ES) y Meade ciudadanos por México (PRI, PVEM y PANAL). Sin dejar de omitir por supuesto como opción política a los independientes que deben reunir un número considerable de firmas en apoyo a sus candidaturas.
Las Coaliciones electorales como todo partido político antes de intentar contender por algo, deben de anteponer el interés ciudadano, pues han de recoger las necesidades y propuestas de quienes habitamos el país para así realizar primero una serie de propuestas que aborden todos los temas y una vez en el cargo un plan de desarrollo que favorezcan a las áreas susceptibles como lo son la seguridad, el empleo, bienestar social, salud, educación, entre muchos otros. Si unirse es la acción que llevan a cabo únicamente siendo movidos para obtener el triunfo, no solo conduce a un retroceso si no aun conducta hasta de deshumanización, teniendo en cuenta que se deben a la voluntad del pueblo, quienes ven en él o la candidata a la persona más idónea para responder a las exigencias personales y de la comuna, entonces la respuesta debe ser en el mismo sentido.
Hasta el momento se han criticado las ideologías de cada partido político que siendo provenientes de las más férreas causas sociales o de la más elevada clase social, se han unido para abanderar a la misma persona, o bien a aquellos que con tinte socialista se han aliado a otras fracciones conservadoras y del mismo modo consideran que unidos lograran el triunfo, lo que no tendría sentido si lo que les mueve no es la falta de oportunidades, la desigualdad, la inseguridad o el desarrollo que reclama el pueblo de México y cada uno de sus asentamientos.
Considerando que es la unión la que hace la fuerza y que es preferible unirse que ir solos por la vida, es bienvenida cualquier agrupación y aunque se espera que sean estas uniones por afinidad, entenderíamos que los fines políticos de cualquiera de los partidos son los del lado del pueblo, de los que exigen justica y claman progreso y desarrollo. Si bien en la boleta electoral aparecerán los partidos en cada recuadro y su abanderado también en cada uno de ellos, repitiéndose los nombres y los rostros, lo cierto es que más allá de la figura pública, de la campaña y de las promesas de los hasta el momento precandidatos, leer de su trayectoria, sus logros, triunfos y derrotas nos harán tomar mejores decisiones.
En materia electoral todos tenemos trabajo pendiente, el Instituto Nacional Electoral, de actuar con los principios que le hagan recuperar credibilidad en cuanto a arbitro se refiere, a los partidos elegir a las y los mejores ciudadanos que mas allá de cubrir favores, compadrazgos e incluso cuotas de género, apuntalen a quienes mantengan en su ejercicio de vida la voluntad de honestidad y servicio con los demás, los candidatos por supuesto a regirse en estricto apego a la ley a no olvidar quienes son los que le llevan al triunfo; la voluntad de los ciudadanos, y los votantes a ser seleccionadores inteligentes e informados, nunca comprados, amedrentados o temerosos.
Vivamos los procesos electorales con la mayor civilidad posible, vamos a crear el debate de argumentos y seriedad, evitando enlodar a la familia, la indeseable guerra sucia, pero sobre todo proponiendo realidades y fincando cada palabra en la verdad. El país en cada uno de sus pueblos ha pasado por hambre, por injusticias tantas, por desigualdad continuamente y falta de oportunidades casi siempre, agregando que frente a la exigencia de cambio de régimen, al agotado sistema o la exigencia de encontrar nuevas fuentes de ingresos distintas al petróleo, corresponde a todas y todos tomar como un reto el proceso electoral que tenga como meta el que todos podamos mejorar.