ELECCIÓN EN EDO. MÉX. Y COAHUILA.
ELECCIÓN EN EDO. MÉX. Y COAHUILA.
ARENA SUELTA
POR TAYDE GONZÁLEZ ARIAS
La vida democrática mexicana, da muestras de un sistema político partidista caduco, pues una vez más, las prácticas de acarreo, de poner y quitar candidatos a conveniencia quedan al descubierto y la forma en la que gana el que más gasta, una vez más se desnuda frente a la opacidad, y la suciedad de lo que debiera ser claro, transparente y honesto.
Ninguna de las reformas electorales han sido en beneficio del pueblo, o de la gente de a pie, la mayoría se han basado en fortalecer a los grupos de elite, como somos se hacen llamar; partidos políticos, de tal suerte, que jugaron con la democracia los representantes de cada uno de ellos, que antes de representar a los ciudadanos cuidaron sur arcas , sus prerrogativas y su dinero, pero nunca el interés social, por eso se siguen protegiendo y la vez que quisieron dar la posibilidad de que existieran candidaturas independientes, lo hicieron pidiendo lo que ni ellos tienen; la confianza de la gente.
El número de firmas y los requisitos requeridos para tener una candidatura independiente, no se compara en nada con lo que puede hacer un partido con sus candidatos. El presidente y los diputados antes de pensar en votar a los magistrados o los consejeros, deberían considerar poner en voto, a los que tienen en sus filas o los y las que pueden ser candidateables, es decir antes de ser candidatos, eso ayudaría a que no fueran siempre los mismos, o bien a que sólo aquellos que dan resultados prevalezcan.
Las próximas elecciones en México, a celebrarse este 04 de junio de 2023, en el estado de México y Coahuila, han mostrado claramente los más oscuros vicios que siguen presentes en los partidos políticos, algunos de ellos son el que sigan poniendo siempre a los mismos en las boletas con sus colores, como si no existieran perfiles calificados para la administración pública y la representación popular.
Hacer carrera política, no es enquistarse o no despegarse la ubre, es que se tenga la aceptación social sin necesidad de darle dinero o cosas, sino servicios de calidad y garantía de un futuro estable y prometedor.
Para los partidos y los candidatos, comprar encuestas sigue siendo una constante con tal de engañar al electorado y hacerse ver como triunfadores, sin dar a saber o crear propuestas y proyectos de trascendencia; realizables y posibles, así como reales y necesarias.
No puede ser posible que los partidos tengan el poder de doblegar y hacer que renuncien sus candidatos dejando claro que sólo los usan y los quitan y los pones como monigotes o títeres, como está pasando en Coahuila en donde el Partido del Trabajo o PT, puso como su candidato a gobernador a uno y luego de que claramente negociara con el partido que tiene el poder del país, le retirara el apoyo y ahora pide que voten por otro.
En el mismo Estado de Coahuila, y con fecha anterior, lo mismo hizo el Partido Verde, (que de verde tiene lo que yo de ruso), al retirarle el apoyo al respectivo candidato.
En los dos casos en comento, los candidatos se han seguido por la libre, y es que ya están sus nombres en las boletas, y debido a la cercanía de la elección, la forma aferrada en la que se encuentran para lograr la gubernatura, da muestra de que poco o mucho el recorrer los municipios, pueblos y comunidades, lo hacen ellos, los candidatos y no los partidos.
Urge una reforma que permita y dé, libertad a los candidatos, por eso en primer lugar se debe cuidar quien puede y merece ser candidateable para que, al ser candidato, tenga voz y voto y no sea como pasa el día de hoy en que, los ponen y los quitan a gusto y conveniencia. Basta de que sean los presidentes de partidos, los que den línea de cómo votar o cómo no hacerlo en temas y asuntos de interés general, o acaso lo que tenemos como representantes, y antes o después como candidatos son sólo sujetos faltos de carácter que hacen lo que les dicen otros. En ese caso, estaríamos pagando a peleles y no líderes que defiendan los intereses del pueblo.
Tal vez aniquilar con una firma los partidos, crear unos nuevos, o elegir a los gobernantes bajo métodos como planillas de colores o números, evitaría que el dinero que se invierte en pagar prerrogativas sea para la verdadera democracia, y elecciones limpias.