POR TAYDE GONZÁLEZ ARIAS. ARENA SUELTA: NUESTRA INDEPENDENCIA ES MUY FRÁGIL TODAVÍA
En el marco del mes de la patria, y posiblemente en el año en el que menos patriotismo se ha notado, debido no sólo a la pandemia que impide las aglomeraciones sociales para evitar los contagios, sino y sobre todo a la falta de creatividad de muchos de los gobiernos de casi todos los niveles que los llevó a no colocar arreglos o luces que indicaran la fecha relevante en la historia de nuestro país.
Algunos esperábamos escuchar “la suave patria” o el Himno Nacional Mexicano, desde lo más alto de las poblaciones, posiblemente también se pudo ver algún espectáculo de pirotecnia o un programa virtual de calidad. Pero debido a que en muchos lugares se cuenta con cámaras de fotografía y video en los departamentos de comunicación social o hasta en las áreas de cultura, es triste saber que en muchas ocasiones son sólo usadas para fotografiar o videograbar a sus gobernantes y se olvida que ese recurso que se designo para su compra es del pueblo, por lo que la mayor utilidad debería ser ahora más que nunca en generar contenido para los que nos tenemos que quedar en casa.
En repetidas ocasiones he escuchado decir que la historia la escribieron los que ganaron las guerras, y se llega a negar la victoria o el esfuerzo de los habitantes de aquel tiempo, por lo que, considerando la falta de patriotismo actual y el desdén nacionalista, deberíamos abrazarnos de los actos y personajes que hemos conocido desde siempre, viéndolos como hombres y mujeres de carne y hueso, pero también como seres ejemplares que en la lucha de sus ideales dieron esfuerzo y entregaron la vida.
Son respetables todas las opiniones, lo que no es aceptable son las descalificaciones, pues por más argumentos que tengamos cada uno o una, nunca se debe imponer nuestro pensar sobre el de los demás por creer en la verdad absoluta.
El 16 de septiembre se debió celebrar en todos los pueblos de México, de manera creativa y con el propósito de levantar el ánimo de quienes han sufrido o sufren los estragos del COVID- 19, o por quienes nos hemos tenido que quedar en casa para evitar contraerlo, no sólo como simbolismos mexicanos sino como aliciente para seguir adelante y recordarnos que hay un mundo afuera que debemos seguir viendo y por el cual luchar.
Es una falta a los ciudadanos no hacer por ellos todo cuanto esté a nuestro alcance para hacerles saber que la vida sigue, algunos lo hacemos escribiendo desde casa, otros aprendiendo a amar de nuevo vía remota y algunos más sosteniendo al país, que se manifiesta en casas de campaña que dicen que están vacías para descalificarlas, pero no se pusieron solas.
De seguir al día de la Revolución Mexicana como lo hicimos el Día de la Independencia de México, juntas y juntos vamos a tener que aprendernos el texto de Guillermo Velázquez que dice:
Que hemos hecho de esa herencia después de 200 años
Que asensos hay, que peldaños, frutos de independencia
De qué sirvió la insurgencia la muerte de tanta gente
Pregunta Hidalgo al presente y tengo que contestar
No hay mucho que festejar casi todo está pendiente
Qué hay de nuestra libertad, qué de nuestro mestizaje
Qué hemos hecho del coraje, qué de nuestra dignidad
¿Hay justicia, hay igualdad? ¿hay soberanía realmente?
Morelos pregunta urgente y tengo que contestar
No hay mucho que festejar casi todo está pendiente
Queriendo hacernos la buena porque el tiempo barrunta
Ignacio Allende pregunta si en verdad valió la pena
¿El paredón, su condena? ¿el morir como un valiente?
Y a esa pregunta candente tengo yo que contestar
No hay mucho que festejar casi todo está pendiente
Y el pueblo cientos de miles que callaron en la lucha
Como un oleaje se escucha y un estruendo de fusiles
Peones caballos alfiles de ese ajedrez tan demente
Me preguntan frontalmente y tengo que contestar
No hay mucho que festejar casi todo está pendiente
Siendo claros y consientes no hay líderes de estatura
Ni gobiernos a la altura de un pueblo y los insurgentes
Pero por esos valientes hacemos fiesta este día
Por su justa rebeldía su entrega su incandescencia
Aunque nuestra independencia sea tan frágil todavía