Habitantes de la comunidad El Aguacate viven con miedo cada vez que llueve
– Solo una maquina se encuentra trabajando en el mejoramiento del camino
H. Zitácuaro Michoacán, 08 de septiembre de 2020.- Por: Guadalupe Solache Rebollo. El 17 de agosto del 2020 ha quedado marcado en la historia de la comunidad El Aguacate, como un día de desgracia en que el deslave del cerro Cacique se llevó huertas enteras, tiró por completo una casa y afectó muchas más.
Aquel día alrededor de las 5:00 de la tarde una fuerte lluvia azotó este lugar y como consecuencia del incendio del cerro en el mes de mayo; ramas, agua, lodo y piedras de todos tamaños arrastraron con todo lo que se encontraba a su paso.
Aunque este siniestro no cobró vidas humanas, causó gran afectación en la comunidad, desde entonces en cada lluvia los habitantes temen por la integridad de sus vidas, las de sus familias y por sus bienes materiales.
Hoy pasado casi un mes y el panorama es aun desolador, en el lugar solo hay una maquina trabajando, pero no es suficiente y el avance es poco por el daño que se tuvo; a la par otros trabajos los realiza la misma gente del lugar, pero parece una tarea inalcanzable porque hay piedras que no pueden moverse ni siquiera con una maquina por su gran tamaño.
Al respecto, Socorro de la Cruz Ramírez, Encargada del Orden de la comunidad, dijo que esta fecha será difícil de olvidar, pues muchos que no habían vivido esto, lo recuerdan con miedo, ya que el ruido era espantoso, por el tamaño de las piedras el suelo temblaba.
Asimismo, Pablo de la Cruz Ramírez, otro vecino, dijo que este tipo de deslaves se han vivido en diferentes años en esta comunidad, por ejemplo en los 70’s, en el 2000 y en otras fechas, y el que más ha causado daño ha sido el de este año.
Confió que los trabajos que se están haciendo ayuden a mitigar el daño que se tuvo, y que no vuelva a llover como esa tarde.
Como habitantes de este lugar, agradecieron el apoyo que han recibido de las autoridades, aunque hasta ahora no ha sido suficiente, no los han dejado solos como lo prometieron.
Aunque la comunidad no volverá a ser la misma después de este deslave, los habitantes del lugar todos los días en la medida de sus posibilidades tratan de salir adelante y arreglar sus casas y huertas que fueron dañadas. En el lugar todos los días con carretillas, palas, picos y talachos tratan de retirar piedras y dar otro aspecto a esta zona de Zitácuaro.