Esto podría ser el exterminador del COVID-19: Dr. Joseph Mercola
Para evitar el resurgimiento de casos de coronavirus se deben tomar medidas inteligentes
Análisis escrito por Dr. Joseph Mercola.- Datos comprobados
29 de Junio, 2020 (Este artículo es extenso pero le conviene leerlo: La Región)
-Las Autoridades de Salud de Escocia y el Servicio Nacional de Salud del Reino Unido también están analizando la evidencia para determinar si los pacientes hospitalizados deberían recibir vitamina D como parte de su tratamiento
-Si podemos correr la voz, podemos combatir el resurgimiento de los casos de COVID-19, así como eliminar la mayoría de las disparidades raciales que se ven entre los pacientes con enfermedad grave.
-La vitamina D casi podría considerarse como un medicamento diseñado para ayudar al cuerpo a combatir las infecciones respiratorias virales. Aumenta la capacidad de las células para matar y resistir al virus y al mismo tiempo reduce la inflamación dañina.
HISTORIA EN BREVE
La vitamina D ayuda a regular la función inmunológica y prevenir las enfermedades respiratorias en general, además los análisis de datos también demuestran un relación clara entre los niveles de vitamina D y el riesgo de infección, gravedad y mortalidad por COVID-19
Y aunque las autoridades estadounidenses siguen tratando de desacreditar (e incluso infundir miedo) el uso de suplementos de vitamina D, las autoridades británicas y escocesas parecen estar adoptando recomendaciones para mejorar los niveles de vitamina D en la población
El grupo Frontline Immune Support se fundó con el fin de ayudar a los trabajadores sanitarios al proporcionarles suplementos nutricionales conocidos por fortalecer y regular la función inmunológica
El Servicio Nacional de Salud de Escocia y el Reino Unido también está analizando la evidencia para determinar si los pacientes hospitalizados deberían recibir vitamina D como parte de su tratamiento y si debería utilizarse como herramienta de prevención en los grupos de alto riesgo
El color de la piel influye en la cantidad de exposición al sol necesaria para producir niveles adecuados de vitamina D, así que lo más probable es que las personas con piel más oscura que viven en el norte del ecuador tengan una deficiencia crónica de esta vitamina
Debido a que las autoridades de salud han dicho que se espera un repunte de casos de COVID-19 en otoño, es muy importante tener información a la mano sobre cómo prevenir esta enfermedad. Una de las mejores estrategias es optimizar sus niveles de vitamina D.
La vitamina D no solo ayuda a regular la función inmunológica y prevenir las enfermedades respiratorias en general, además los análisis de datos también demuestran que existe una relación clara entre los niveles de vitamina D y el riesgo de infección, gravedad y mortalidad por COVID-19.
Y aunque las autoridades estadounidenses siguen tratando de desacreditar (e incluso infundir miedo) el uso de suplementos de vitamina D, las autoridades británicas y escocesas parecen estar adoptando un enfoque diferente.
El grupo Frontline Immune Support fundado «para que los trabajadores sanitarios de la NHS (Servicio Nacional de Salud del Reino Unido), tengan acceso a algunos de los mejores productos de refuerzo inmunológico con el fin de mantenerlos fuertes y resistentes», ya está proporcionando suplementos nutricionales conocidos por fortalecer y regular la función inmunológica».
Esto incluye vitamina C liposomal, vitamina D y zinc. Como se señaló en el sitio web frontlineimmunesupport.com, la página de recaudación de fondos del grupo:
«Todos los trabajadores sanitarios del NHS que se inscriben en esta iniciativa, reciben directamente y de forma gratuita un paquete de refuerzo inmunológico con todos los productos. Actualmente ya tenemos cientos de trabajadores sanitarios del NHS inscritos y con sus aportaciones podemos ayudarlos».
También señalan que la vitamina D:
«… desempeña un papel fundamental en el sistema de defensa, ya que, si cuenta con los niveles suficientes de esta vitamina, ayudará a reducir los días de enfermedad y fortalecerá la respuesta de su sistema inmunológico cuando está bajo un ataque viral. Acelera el tiempo de recuperación de una neumonía.
Dos de cada cinco adultos tienen un nivel de vitamina D por debajo de los 25 nmol/l, en especial a finales de invierno, por febrero y marzo, lo que probablemente duplicará su riesgo de gripe. Un nivel de vitamina D por encima de los 100 nmol/l se correlaciona con menos días de enfermedad. La moraleja aquí es que debe aumentar sus niveles lo antes posible».
Las Autoridades de Salud de Escocia y el Servicio Nacional de Salud del Reino Unido también están analizando la evidencia para determinar si los pacientes hospitalizados deberían recibir vitamina D como parte de su tratamiento y si debería utilizarse como herramienta de prevención en los grupos de alto riesgo.
Los niveles de vitamina D se correlacionan con el riesgo de infecciones respiratorias
En la actualidad, se están realizando ensayos clínicos con vitamina D contra COVID-19, pero no necesitamos esperar los resultados para saber si es bueno optimizar los niveles de vitamina D. El SARS-CoV-2 es un virus envuelto, lo que significa que es más difícil para su sistema inmunológico identificarlo y destruirlo.
La vitamina D casi podría considerarse como un medicamento diseñado para ayudar al cuerpo a combatir las infecciones respiratorias virales. Aumenta la capacidad de las células para matar y resistir al virus y al mismo tiempo reduce la inflamación dañina, que es uno de los grandes problemas relacionados con el COVID-19. — Adrian Martineau, profesor de infección respiratoria e inmunidad.
Sin embargo, como señaló el grupo Frontline Immune Support, ya sabemos que los niveles elevados de vitamina D ayudan a combatir muchos otros virus envueltos como el del dengue, hepatitis, herpes, VIH, rotavirus, influenza y el virus sincitial respiratorio.
La vitamina D también fortalece las uniones celulares, lo que dificulta la entrada de virus a través de los ojos, oídos, pulmones y las membranas mucosas. Esto a su vez hace que la infección sea menos propensa a propagarse hasta los pulmones.
Es importante destacar que la vitamina D también fortalece el brazo adaptativo de su sistema inmunológico y su capacidad para producir anticuerpos.
De acuerdo con un reporte de The Guardian publicado el 17 de junio de 2020:
«Las autoridades de salud pública están revisando el potencial de la vitamina D para reducir el riesgo de coronavirus.
Se produce en medio de una creciente preocupación por el número desproporcionado de personas de raza negra, asiática y de minorías étnicas que contraen y mueren a causa de esta enfermedad, incluyendo el 94 % reportado de todos los doctores que han muerto a causa del virus …
El Comité Científico Asesor en Nutrición (SACN) comenzó este trabajo el mes pasado y está analizando evidencia reciente sobre la vitamina D y la infección aguda del tracto respiratorio en la población general. Se considerará la evidencia en grupos de población específicos, incluyendo las diferentes edades y grupos BAME [raza negra, asiática y de minorías étnicas].
En un desarrollo paralelo, el Instituto Nacional para la Salud y la Excelencia Clínica con apoyo de la Agencia de Salud Pública de Inglaterra, están realizando una revisión «rápida» de evidencia sobre la vitamina D en el contexto de Covid-19″.
Vitamina D: el «medicamento natural» diseñado para combatir las infecciones virales
Adrian Martineau, profesor de infección respiratoria e inmunidad en la Universidad Queen Mary de Londres, actualmente lidera el «Estudio Covidence UK», un esfuerzo para recopilar datos sobre cómo la deficiencia de vitamina D afecta su riesgo de COVID-19. Si vive en el Reino Unido, puede inscribirse aquí en el estudio Covidence UK.
Martineau dijo para The Guardian que las muertes por COVID-19 entre el personal de raza negra, asiática y de minorías étnicas dentro del NHS plantea preguntas importantes sobre el estado de la vitamina D.
«La vitamina D casi podría considerarse como un medicamento diseñado para ayudar al cuerpo a combatir las infecciones respiratorias virales. Aumenta la capacidad de las células para matar y resistir al virus y al mismo tiempo reduce la inflamación dañina, que es uno de los grandes problemas relacionados con el Covid», dijo para el periódico.
Por qué las personas de color tienen mayor riesgo
Hay una razón simple por la cual las personas de color son más susceptibles al COVID-19. La piel más oscura requiere mucha más exposición al sol para producir niveles adecuados de vitamina D, por esta razón las personas de piel oscura que viven al norte del ecuador suelen tener deficiencia crónica.
Según los datos recopilados entre 2005 y 2006, por la Encuesta Nacional de Examen de Salud y Nutrición (NHANES) que se publicó en 2018, el 82.1 % de los adultos afroamericanos y el 62.9 % de los adultos hispanos tienen deficiencia de vitamina D.
Como se señaló en ese artículo, los niveles bajos de melanina protegen de la deficiencia de vitamina D, así que mientras más oscura sea su piel, mayor es la probabilidad de tener niveles bajos de vitamina D.
La buena noticia es que esta predisposición se puede remediar fácilmente y sin la necesidad de invertir mucho dinero.
El grupo Frontline Immune Support está ayudando a proteger a los trabajadores sanitarios y hasta el momento, ha entregado unos 750 paquetes de suplementos gratuitos a los trabajadores del NHS. Pero el público en general también necesita protegerse. Al menos necesita estar informado.
Estados Unidos ignora el impacto de la vitamina D
En un marcado contraste, los organismos de salud de los Estados Unidos, parecen tener poco interés en ayudar al público a fortalecer su sistema inmunológico a través de una nutrición adecuada, ya que prefieren que la población dependa de medicamentos y vacunas.
Los Institutos Nacionales de Salud de los Estados Unidos recomiendan obtener su vitamina D únicamente de alimentos y bebidas, a pesar de que la ingesta dietética de vitamina D es insuficiente para alcanzar y mantener el nivel requerido para prevenir las enfermedades virales y otras enfermedades crónicas. Dicho esto, algunos expertos están alzando la voz.
Entre ellos se encuentra el ex director de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de los Estados Unidos (CDC, por sus siglas en inglés), el Dr. Tom Frieden, quien escribió un artículo de opinión para la cadena Fox News en el que sugiere que la vitamina D puede reducir las tasas de mortalidad por COVID-19, en especial entre aquellos con deficiencia.
También dice que la suplementación reduce el «riesgo de infecciones respiratorias, regula la producción de citoquinas y puede limitar el riesgo de otros virus como la gripe». Gran parte del daño causado por COVID-19 ocurre con la «tormenta de citoquinas», durante la cual se activa sistema inflamatorio del cuerpo, lo que daña los órganos y aumenta las tasas de mortalidad. Señala que:
«Podemos mejorar nuestra resistencia a las infecciones. Estos incluyen realizar actividad física de manera regular, dormir lo suficiente, dejar de fumar y masticar tabaco, además de controlar el estado de la diabetes, en caso de padecer la enfermedad.
Es probable que los multivitamínicos que incluyen vitamina D, o los suplementos de vitamina D, sean de gran ayuda. A medida que continuamos trabajando para limitar el impacto del COVID-19, todo lo que ayude a fortalecer nuestra resistencia es un paso hacia la dirección correcta».
El Dr. John C. Umhau, un especialista en salud pública del NIH, ha argumentado de manera similar que la vitamina D es uno de los «factores huésped más importantes y estudiados que afecta la supervivencia por COVID-19».
También señala que «no se ha desarrollado una estrategia de investigación patrocinada por el gobierno para abordar este problema, ya que las autoridades explicaron que no había un mandato para explorar una alternativa al programa de vacunación existente».
Si consideramos los riesgos inherentes que conlleva la urgencia por sacar una vacuna contra el COVID-19, así como los intentos fallidos por crear una vacuna segura y efectiva contra el coronavirus, el hecho de que la salud pública dependa de una vacuna es una situación lamentable.
Qué dice la ciencia sobre la vitamina D
En este momento, hay una larga lista de evidencia científica que apunta a la optimización de la vitamina D como un componente crucial para prevenir otro aumento en las muertes por COVID-19.
En el video anterior, Ivor Cummins, director de programa Irish Heart Disease Awareness, explica cómo los niveles elevados de vitamina D pueden reducir su riesgo de resultados negativos de COVID-19. Los estudios que respaldan esta opinión incluyen, entre otros, los siguientes:
Una revisión científica en la revista Nutrients concluyó que la vitamina D puede reducir el riesgo de infección al disminuir la velocidad a la que se replica el virus, así como la cantidad de citocinas proinflamatorias que dañan los pulmones y provocan neumonía. La vitamina D también ayuda a aumentar las concentraciones de citocinas antiinflamatorias que pueden ayudar a proteger los pulmones. Los investigadores recomendaron que las personas en riesgo incluyan las siguientes dosis:
«… 10 000 UI/d de vitamina D3 durante algunas semanas para aumentar rápidamente las concentraciones de 25 (OH) D, seguido de 5000 UI/d. El objetivo debe ser elevar las concentraciones de 25 (OH) D por encima de los 40–60 ng/ml (100–150 nmol/L)».
La vitamina D es un componente importante en la prevención y el tratamiento de la gripe y las infecciones del tracto respiratorio superior. Y aunque la vitamina D no parece tener un efecto directo sobre el virus en sí, fortalece la función inmunológica, lo que le permite al cuerpo combatir el virus de forma más efectiva.
Como se detalla en mi artículo anterior «La vitamina D previene infecciones y reduce su riesgo de cáncer», la investigación demuestra que suplementar con altas dosis de vitamina D podría disminuir en un 40 % el riesgo de enfermedades respiratorias e infecciones pulmonares en las personas de la tercera edad.
Como señaló un autor de ese estudio, «La vitamina D puede mejorar la capacidad del sistema inmunológico para combatir infecciones porque refuerza su primera línea de defensa».
Es importante destacar que la vitamina D también inhibe los procesos inflamatorios. En conjunto, esto podría hacer que la vitamina D sea una herramienta bastante efectiva en la lucha contra el COVID-19, porque si bien su cuerpo necesita una función inmunológica sólida para combatir el virus, un sistema inmunológico hiperactivo también puede provocar la potencialmente mortal tormenta de citoquinas que presenciamos en la infección por COVID-19.
«Lo que queremos es un sistema inmunológico inteligente, un sistema inmunológico que se encargue del virus pero que no desencadene una respuesta inflamatoria que pueda ponernos detrás de un respirador».
La investigación publicada en 2009 sugiere que las tasas de mortalidad durante la pandemia de influenza de 1918-1919 variaron según la época del año, con mayores tasas de mortalidad durante el invierno (cuando los niveles de vitamina D son menores) que el verano. De acuerdo con los autores del estudio:
«Se encontraron correlaciones sustanciales para las asociaciones de dosis de UVB de julio con las tasas de letalidad y neumonía como una complicación de la influenza. Las dosis UVB durante el invierno exhibieron resultados similares.
La vitamina D aumenta la producción de catelicidina humana, LL-37, que tiene actividades tanto antimicrobianas como antiendotoxinas. La vitamina D también reduce la producción de citocinas proinflamatorias, lo que también podría explicar algunos de sus beneficios, ya que la infección por H1N1 produce una tormenta de citoquinas».
La investigación publicada en 2017, un metaanálisis de 25 ensayos controlados aleatorios, confirmó que los suplementos de vitamina D ayudan a proteger contra las infecciones respiratorias agudas.
Es importante destacar que este análisis también descubrió que la suplementación diaria o semanal con vitamina D tuvo un mayor efecto protector entre aquellos con los niveles más bajos de vitamina D. En otras palabras, consumir grandes dosis en bolo, pero con menor frecuencia no producirá los mismos beneficios.
Las personas con deficiencia grave de vitamina D que tomaron un suplemento diario o semanal redujeron hasta la mitad su riesgo de infección respiratoria, mientras que la administración de altas dosis en bolo no tuvo un impacto significativo en el riesgo de infección.
El análisis de datos realizado por GrassrootsHealth demuestró que en comparación con aquellos con un nivel inferior a 20 ng/ ml de vitamina D, las personas con un nivel menor a 40 ng/ml redujeron en un 15 y 41 % su riesgo de resfriados y gripe, respectivamente.
Los resultados del Estudio Longitudinal Irlandés sobre el Envejecimiento (TILDA) sugieren que la deficiencia de vitamina D podría tener consecuencias graves en la infección por COVID-19.
Los investigadores recomiendan que los adultos mayores de 50 años que no pueden exponerse mucho al sol para optimizar sus niveles, deberían tomar un suplemento de vitamina D durante todo el año (no solo en invierno).
Según el artículo de revisión sobre la vitamina D titulado «Evidence That Vitamin D Supplementation Could Reduce Risk of Influenza and COVID-19 Infections and Death», publicado en la revista Nutrients el 2 de abril de 2020:
«La vitamina D puede reducir el riesgo de infecciones a través de varios mecanismos. Esos mecanismos incluyen inducir las catelicidinas y defensinas que pueden reducir las tasas de replicación viral y reducir las concentraciones de citocinas proinflamatorias que producen la inflamación que daña el revestimiento de los pulmones, lo que provoca neumonía y una alta concentración de citocinas antiinflamatorias.
Para reducir el riesgo de infección, se recomienda que las personas con riesgo de influenza o COVID-19 consideren tomar 10 000 UI/d de vitamina D3 durante algunas semanas para aumentar rápidamente las concentraciones de 25 (OH) D, seguido de 5000 UI/d de forma regular.
El objetivo debe ser aumentar las concentraciones de 25 (OH) D a 40–60 ng/ml (100–150 nmol/L). En el caso de las personas infectadas con COVID-19, podrían beneficiarse de dosis mayores de vitamina D3».
GrassrootsHealth realizó una revisión de un estudio observacional que involucró a 212 pacientes con COVID-19 en el sudeste asiático e identificó una correlación entre los niveles de vitamina D y la gravedad de la enfermedad. Las personas con enfermedad leve, tenían los niveles más altos de vitamina D y viceversa.
En el grupo de estudio inicial de 212 pacientes (ver la Tabla 1), 55 tenían niveles normales de vitamina D, que se definió como superior a 30 ng/ml; 80 niveles insuficientes de 21 a 29 ng/ml y 77 niveles deficientes inferiores a 20 ng/ml.
Según la investigación realizada por GrassrootsHealth, 40 ng/ml es el límite inferior óptimo, ya que de 60 ng/ml a 80 ng/ml es el nivel ideal para una buena salud y prevención de enfermedades. A pesar de eso, fue claro el beneficio de tener un nivel de vitamina D superior a 30 ng/ml.
Gravedad de COVID-19
En un estudio que analizó datos de 780 pacientes con COVID-19 en Indonesia, aquellos con un nivel de vitamina D entre 20 ng/ml y 30 ng/ml tenían un riesgo siete veces mayor de muerte que aquellos con un nivel superior a 30 ng/ml. Tener un nivel por debajo de 20 ng/ml se relacionó con un riesgo 12 veces mayor de muerte.
La investigación publicada el 10 de junio de 2020 en el servidor de preimpresión MedRxiv reporta que una combinación de vitamina D3, B12 y magnesio inhibió la progresión de COVID-19 en pacientes mayores de 50 años, lo que causó «una reducción significativa en la proporción de pacientes con deterioro clínico que requieren oxígeno o cuidados intensivos».
Cheque sus niveles antes de suplementarse
Lo bueno de esto es que las personas se están informando sobre los beneficios de la vitamina D. Según Foodnavigator-Asia, las ventas de la marca japonesa de vitamina D FANCL fueron un 2018 % mayores en abril de 2020 en comparación con abril de 2019.
Y aunque esto es una buena señal, es importante recordar que debe checar sus niveles de vitamina D antes de comenzar a suplementarse.
La razón de esto es porque no puede confiar en las recomendaciones generales de dosificación. El factor crucial aquí es su nivel sanguíneo, no la dosis, ya que la dosis que necesita depende de varios factores individuales, incluyendo su nivel sanguíneo basal.
Los datos de los estudios del proyecto D*Action de GrassrootsHealth, sugieren que el nivel óptimo para la salud y la prevención de enfermedades es de entre 60 ng/ml y 80 ng/ml, mientras que el umbral de suficiencia parecer ser de alrededor de 40 ng/ml. En Europa, el nivel que pretenden es de 150 a 200 nmol/L y 100 nmol/L respectivamente.
Hace poco, publiqué un reporte completo sobre la vitamina D en el que detallo sus mecanismos de acción y cómo tener niveles óptimos. Estos son algunos puntos clave:
1.Primero, mida sus niveles de vitamina D: Una de las formas más fáciles y rentables de medir su nivel de vitamina D es participando en el proyecto de nutrición personalizado de GrassrootsHealth, que incluye un kit de prueba de vitamina D.
Una vez que conozca sus niveles en la sangre, es posible evaluar la dosis que necesita para mantenerlos o mejorarlos. Si no puede obtener el nivel suficiente de la exposición al sol (puede utilizar la aplicación DMinder para ver cuánta vitamina D puede producir su cuerpo dependiendo de su ubicación y otros factores individuales), entonces necesitará un suplemento oral.
2.Evalúe su dosis personal de vitamina D: Para hacerlo, es posible usar el siguiente cuadro o la calculadora de vitamina D * de GrassrootsHealth. Para convertir ng/mL a nmol/L (medición europea), solo multiplique la medida en ng/mL por 2.5. Para determinar la cantidad de vitamina D que podría obtener del sol y los suplementos, utilice la aplicación DMinder.
3.Realice la prueba una vez más en tres a seis meses: Por último, deberá volver a medir su nivel de vitamina D en tres a seis meses con el fin de evaluar los resultados obtenidos de la exposición al sol o del suplemento.
Tome su vitamina D junto con magnesio y K2
Como se detalla en mi artículo «El magnesio y la vitamina K2 mejoran la absorción de la vitamina D», si toma un suplemento de vitamina D lo más recomendable es hacerlo junto con magnesio y K2. ¡Los datos de casi 3000 personas revelan que, si no toma magnesio y vitamina K2 junto con su vitamina D oral, entonces necesitaría una dosis 244 % mayor!
Lo que esto significa es que, si toma los tres suplementos, necesita menores cantidades de vitamina D para alcanzar un nivel saludable.
¡Ayúdenos a correr la voz!
Recuerde, aunque la vitamina D es importante para todos, las poblaciones sensibles como las personas de edad avanzada y las razas de piel más oscura, son las que más podrían beneficiarse.
Ahora es más que evidente que en comparación con las personas jóvenes, el COVID-19 afecta gravemente a las personas de edad avanzada, hemos visto que las personas que viven en asilos para ancianos y casas de asistencia tienen un riesgo muy alto de morir a causa de COVID-19.
Si a esto le sumamos que las personas de razas de piel más oscura tienen una mayor tasa de hospitalización y mortalidad, entonces debería ser fácil comprender que tratar a estos dos grupos de la población con estrategias simples como la optimización de los niveles de vitamina D, a futuro podría tener un tremendo impacto en las tasas de mortalidad por COVID-19.
El hecho de que el gobierno decida ignorar la vitamina D, no significa que no pueda tomar el control de su propia salud para aprovechar todos sus beneficios. Al igual que la vitamina K2 y el magnesio, los suplementos de vitamina D son económicos y fáciles de conseguir.
Si podemos correr la voz, podemos combatir el resurgimiento de los casos de COVID-19, así como eliminar la mayoría de las disparidades raciales que se ven entre los pacientes con enfermedad grave.