BALCONEANDO
25 de septiembre de 2019
Francisco Rodríguez
Moctezuma, jamón del sándwich + + + El enmascarado Víctor Flores + + + El Éxodo en el Congreso
Nuevas leyes educativas… y un secretario de Despacho, Esteban Moctezuma, amarrado de brazos, en medio de todo y de nada, acotado.
Una vez más, como ya lo fuera al inicio del zedillato cuando ocupó brevemente la cartera de Gobernación, Moctezuma aparece maniatado no tanto por fuerzas externas a su dependencia –CNTE, SNTE, organizaciones gremiales del magisterio emergentes, pues al fin y al cabo éstas se lo «brincaron» y tratan todo con el Presidente AMLO–, sino dentro de la misma Secretaría de Educación Pública.
Y es que, quienes deberían ser sus más estrechos colaboradores no juegan en equipo, sino individualmente, para sus propios intereses.
Un subsecretario de Educación Superior, Luciano Concheiro Bórquez, ex militante del Partido Comunista, que ahora lidera un grupo fuerte de la Universidad Autónoma Metropolitana, y quien –al estilo del defenestrado historiador Pedro Salmerón– acaba de pedir que se festeje el comunismo en nuestro país.
«Frente a la caída del Muro de Berlín y con ello la derrota del socialismo real, y al avance de la noche neoliberal, festejar el comunismo desde nuestro país nos parece esencial en este momento si lo que pretendemos es transformar nuestra lacerante realidad, porque hay que ir más allá de la lucha contra el modelo neoliberal, y más allá de una transformación democrática del régimen político: debemos proponernos el comunismo como sociedad emancipada de toda explotación del ser humano y de destrucción de la naturaleza», dijo Luciano Concheiro.
Obvio, le llovieron todo tipo de críticas en las redes.
Otra subsecretaria, Raquel Sosa –muy ligada al Presidente, militante de izquierda caracterizada por su rudeza radical–, quien impulsa el proyecto de 100 «universidades» regionales del actual gobierno (Sistema Educativo Benito Juárez), donde a decir de AMLO, ya estudian 39 mil 170 jóvenes y trabajan 815 maestros.
Cada quien para su santo.
Y la educación básica ¿de quién es responsabilidad? ¿Sólo del copado Moctezuma?
Víctor Flores, repudiado por su gremio
El viejo PRI siempre echó mano de las entonces nutridas huestes del sindicato ferrocarrilero para las porras, los viva-vivas, las matracas y el infaltable silbato del tren en los mítines de sus candidatos lo mismo que en sus asambleas. Pero también fueron usados como fuerza de choque para golpear y amedrentar a los opositores.
A ello obedeció en buen parte la inexplicable permanencia de Víctor Flores Morales como secretario general del organismo sindical, pese a la disolución de la empresa durante el zedillato. Flores, además, fue el primero de los priístas que corrió a besar la mano de Vicente Fox, tras la primera gran derrota de los tricolores en el 2000. Zalamero, también se entregó a Felipe Calderón. Y con EPN revivió sus años de gloria.
Lleva décadas haciendo mal uso de las cuotas de los ferrocarrileros que se desempeñan ahora en las empresas beneficiadas por la privatización y, hasta hace poco, también de los fondos destinados a los cada vez más pobres jubilados. Son cada vez más quienes exigen su defenestración.
Mantener esa hegemonía artificial ha costado sangre y mucho dinero. Hace un par de semanas, por ejemplo, un grupo de trabajadores del sindicato ferrocarrilero se enfrentó con un grupo de jubilados del mismo gremio para desalojar el bloqueo que mantenían de las vías en la zona del Istmo de Tehuantepec, lo que dejó ocho personas heridas. Según el reporte de la Comandancia regional de la Policía Estatal, los trabajadores llegaron a la estación del ferrocarril en Ciudad Ixtepec armados con palos y machetes a retirar el bloque en las vías del tren que mantenía un grupo de jubilados adherido a la Coordinadora Estatal Campesina Obrera Magisterial Indígena para exigir una pensión justa. En el enfrentamiento, ocho personas resultaron con fracturas y golpes de machetes, por lo que fueron trasladados a un hospital cercano. En tanto, los trabajadores se retiraron de la zona tras la llegada de policías estatales.
Las cuotas, mientras tanto, son destinadas a comidas multitudinarias en restaurantes de postín y a infinidad de campeonatos de lucha libre a la que parece ser muy aficionado el enmascarado Flores.
Porque ¿esa no es su cara? ¿O sí?
La ley del Talión en el Congreso
Ojo por ojo… Si los panistas piden la cabeza del veracruzano Cuitláhuac García, los morenistas se aprestan a ir por las testas del guanajuatense Diego Sinhué Rodríguez y del tamaulipeco Francisco Javier García Cabeza de Vaca… y ya encarrerados, hasta la del duranguense José Rosas Aispuro.
Es casi casi ley, pues se trata de un principio jurídico de la justicia retributiva en el que la norma imponía un castigo proporcional a la falta. Y sí, su expresión más conocida es ojo por ojo, diente por diente (Éxodo).
Lástima, que la expresión mencionada haya sido empleada por nuestros políticos como norma del debate político y hoy los “gobierneros” la practiquen perversamente y lamentablemente también los “oposicionistas” t la aplican, aun a sabiendas que sus consecuencias a nadie han beneficiado y solo han dejado víctimas inocentes que han justificado la existencia de los defensores de los derechos humanos.
¿Maniobra de distracción, simplemente?