Remodelación facial.

Remodelación facial.

Arena suelta

Por Tayde González Arias

Cuando elegimos a nuestras autoridades esperamos de éstas las mejores decisiones las dignas representaciones y cuidar el cargo, la envestidura la condición de poder que se les confirió.

A pesar de que algunos expertos en imagen pública o márketing político, dicen que cuando el que nos representa ande o estuvo en campaña debe o debió usar jeans, playeras o camisas poco formales para, según ellos los identifiquen como uno más de la gente, cosa de la que algunos no estamos tan de acuerdo por consideramos que cada uno debe ser como cada uno es sin aparentar se otra persona y que los perjuicios deben eliminarse, lo cierto es que cuando se es autoridad, se debe procurar la limpieza, ecuanimidad y pulcritud que con gusto su representados digan – que va ahí es mi Presidente. – ese es mi Diputado o Diputada- etc.

Pero sin que se confunda, porque en algunas veces se cae en los extremos, y mientras que cuando se andaba consiguiendo el voto se vestía muy sencillo o se les veía a los candidatos sin excesos, ya estando cobrando jugosas quincenas y demás bonos y ganancias producto de una no muy limpia función en sus labores, han caído incluso en intervenciones quirúrgicas, y dado que algunas o algunos ya han repetido hasta por tres veces en el cargo, francamente se les desconoce, una vez que ni los pómulos, glúteos, mejillas, cinturas, papadas o hasta busto es el que les habíamos visto, cierto es que cada quien es libre de hacer y deshacer con su cuerpo, pero considerando que alguien que no vive a gusto con lo que es y lo que tiene, y tras una consulta psicológica van y se operan, pues ojala eso también hagan para ser los mejores representantes y a conciencia embellecer también sus pueblos y ciudades y no solo sus nuevas esculturales figuras.

Lo otro que también sucede, es que se les olvida que los elegimos a ellos es decir a la Diputada Federal, Local o a la Presidenta o Presidente, no a sus parejas, pero aquí no se tiene claro si esto no lo saben las parejas o los propios representantes populares, pues se entiende que buscando darle su lugar a cada uno de sus compañeros o compañeras de vida los sientan en el presídium, hacen que los mencionen o los presenten, o hasta les otorgan poderes semejantes a los que por ley y por voluntad popular sólo ellos deben tener.

Debería existir un tantito de por favor, un poco de pena o conciencia de que las parejas de los que, si fueron electos, son un ciudadano que ha de estar en el lado que también los ciudadanos tenemos, eso hará que se respete al funcionario no sólo por sus buenas obras si no por cuidar el cargo que sólo a él o ella le fue dado mediante una elección o voto, libre y secreto.

Seguramente usted como yo agradecemos al Presidente Andrés Manuel como a su esposa Beatriz Gutiérrez, esa separación del cargo y esa manera tan respetuosa con la que llevaron la relación de Primer mandatario y esposa, pues cuando menos públicamente no hicieron lo que «La Gaviota» y Peña, que de principio a fin pareció una novela de las de la televisora que en éste momento está siendo investigada en estados unidos por entregar sobornos para transmitir partidos de futbol.

Aunque también seguramente a usted como a mí, nos ha tocado ver que algunos de nuestros representantes parece que entienden que fueron electos de a dos es decir él o ella y además si pareja de vida o la o el de en turno y por ello se le debe rendir pleitesía a los dos, como si la relación amorosa o pasional diera votos para que todo lo que haga público, pero sobre todo el privado debiera ser aprobado y aplaudido por el pueblo.

Más que una crítica, es un llamado de atención a la curia, al cuidado de la envestidura a no faltar al respeto de la voluntad de la gente, a que entre ellos sepan que se seguirán seguramente queriendo, aunque no lo ponga en el estado, en el micrófono o en el presídium sólo por andar con él o la que si fue electa en las urnas.
Otro asunto es también el tener cuidado con la persona o las personas que envían en su representación a los diversos eventos a los que por ser omnipresentes no se puede acudir , porque a veces no envían a uno si no a varios y pues eso le quita de inmediato seriedad, y lo único que parece es un asunto de oportunismo político que no dá para nada bueno y si para evidenciar la poca seriedad en un grupo de personas que quieren brillar o hacerse visibles a costa de otra que es por la que si se sufragó.