Un fulano de tal :Elefantes blancos.
La labor pública requiere de la preparación y del entusiasmo de los servidores públicos porque ello permitirá una oferta de benéficos para todos los gobernados o ciudadanos. En el caso de las obras públicas a cuyo destino de recursos se le podría denominar considerable y en las construcciones han de ser las mas apremiantes y requeridas en los pueblos del país.
Otras áreas del gobierno que representan un similar como el desarrollo social, el desarrollo integral de la familia o el campo, solo por mencionar, reciben cantidades que aunque no son suficientes si son considerables. Para los temas de salud no se podría regatear un recurso cuando mencionamos enfermos que se encuentran entre la vida y la muerte, lo mismo que el empleo que aunque sigue siendo una tarea pendiente, es lo fundamental para tener acceso a lo mínimo básico.
Otras áreas que no son ajenas y que con un gobierno honesto y sensible debería agregar más recursos es el de la educación y la cultura, pues de qué sirven las grandes avenidas o bulevares, si se desconoce por dónde cruzarlos, en dónde detenerse o en cuando continuar, pues sí bien es cierto qué áreas como las de tránsito vehicular se han ocupado del tema en prácticamente todo el país son un caos.
Si usted pone a mostrar educación o cultura a los ingenieros, probablemente lo podrían lograr, más aún si se han empapado claramente de conceptos de pedagogía y del concepto de cultura ello sin lugar a dudas fortalecerá el proceso, pero si no alcanza el sistema ha hacer más que a medio enseñar sobre un protocolo de actuación entonces es importante, permitir que expertos actúen.
Si se le invierte a un plan de movilidad que exige cuentas de cemento y varilla pero no informa ni convence de los beneficios personales en seguridad, calidad de vida, movilidad urbana y desarrollo integral entonces seguiremos viendo en muchos sitios obras bonitas, que nadie transita, qué algunos usan y pocos caminan.
Es momento de comenzar a ver el futuro no solo plantando árboles sino cuidándolos hasta que solos puedan seguir creciendo, ni colocar luces de última generación sin antes asegurar que nos las robaran o que no colgaran de ellas “diablitos”
Muchas tareas hay pendientes pero en la actualidad se ocupa prudencia y el uso completo del intelecto para dejar de poner puentes peatonales que nadie usa, mercados sin comerciantes o en el caso de los partidos políticos, candidatos sin principios intelectuales.