«Tilón» Autor: Víctor Hugo Hernández Cedillo.
El único jugador que me dolió ver portar la playera del Necaxa, luego de vestir el jersey más mexicano, fue el caso de Paulo Cesar Chávez Quirarte. Un gran ex jugador rojiblanco que desde los 9 años, supo lo que es empezar desde abajo y sobresalir en todas las Categorías dentro del Equipo de sus amores:
El Club Guadalajara.
A los 16 años subió con el primer equipo y fue hasta 1993 cuando a sus 17 cumplidos, debutó en el enigmático Estadio Jalisco. Su carrera como jugador profesional dentro del Fútbol Mexicano, duró 19 años jugando con diferentes equipos, pero sin duda en lo personal, su mejor desempeño lo realizó con el único Equipo Grande, llenando el lugar con pasión y consagrándose como se debe jugar en este Glorioso Club.
En dos estadios de la Ciudad de México, después de haberlo visto anotar contra pumas y contra cruz azul, me tocó presenciar el grito
ensordecedor de:
«Ti-lo-ón»
Una palabra que al dividirla en sílabas, obtienes dos, pero que al ser escuchada en gritos dentro del estadio, rompía la regla gramatical y se convertía en tres.
Aquellas tres sílabas no se comparan en nivel de sonido, a como se escucharon en 1996, cuando festejó su primer clásico contra el América, donde le tocó meter el tercer gol de aquella inolvidable paliza del 5-0. Y mejor aún, esas tres sílabas retumbaron más en 1997 cuando el «Tilón» fue pieza clave en el partido de semifinal contra Morelia donde marcó el golazo que nos dio el pase para aquella final contra Toros Neza, en la cual también anotó gol, marcando el segundo tanto después de barrerse limpiamente contra Miguel Herrera quitándole el balón, metiéndolo a la red y volviéndose a escuchar en la tribuna el coro de:
«Ti-lo-ón», «Ti-lo-ón», «Ti-lo-ón».
Esta imagen que les dejo, podría ser la de un jugador común que celebra un instante preciado dentro del templo sagrado, mientras el sol del mediodía logra consagrarlo con sus rayos en aquella final. Esta sin duda, es efectivamente la postal de un fanático que disfruta de un momento único, en el que cambió una vida normal por grandes pinceladas de idolatría. Un niño que desde muy temprana edad supo lo que quería lograr, gracias al ejemplo de unos padres trabajadores que supieron motivarlo con Orgullo.
Este jugador se entregó fiel y totalmente al Equipo más Querido de México y a pesar de que su salida fue por parte de una directiva que le aseguró su permanencia y al día siguiente lo vendieron; siempre amará estos colores rojiblancos que lo forjaron y lo vieron consagrarse en el Fútbol Mexicano.
Siempre será grato ver a jugadores como él, vestir los colores rojiblancos y dejar todo en la cancha. Paulo Cesar Chavez Quirarte,
¡Gracias por tu entrega en Chivas!
Les dejo su página oficial en Facebook, para los que gusten seguirlo y agradecerle su entrega al mejor Equipo de México….
https://m.facebook.com/Paulo-Cesar-El-Tilón-Chavez-150173325704706/
Twitter: @Vichhc