TAYDE GONZÁLEZ ARIAS. ARENA SUELTA: UN PRESIDENTE TRAIDOR, UN PUEBLO ANESTESIADO

México, o mejor dicho los mexicanos, enfrentamos una serie de problemas que nos han aquejado por años, muchos de ellos, son gracias a la ineficiencia de los gobiernos, por los que se supone que hemos votado, es decir, elegimos de manera equivocada, puesto que si fuera diferente, el día de hoy estaríamos hablando de mejores condiciones en la vida democrática, que se tambalea en las elecciones, intermedias, locales y federales, y que nunca han dejado de estar de todo libres del fraude (que hecho o no), siempre ha permeado la suspicacia, de la misma manera, el campo y los campesinos siguen abandonados, y a la suerte de que el temporal sea bueno, en el caso de los empleos, las cifras tienen tiempo que siendo honestos, no son mejores, las han querido maquillar diciendo que con programas, que según el gobierno fomentan el auto empleo o el empleo temporal, se mejora, pero lo cierto es que hay colonias enteras de jóvenes sin trabajo, y adultos que han sido despedidos por la falta de inversiones, o gracias a las equivocaciones hacendarias que también se han implementado.

Los problemas que afectan la asistencia social, hace años que tienen que ver con el uso faccioso de los recursos, para comprar voluntades, y los programas o convocatorias en las que mañosamente se otorgan los recursos directos, a amigos de funcionarios de los más altos niveles, a esos que no los necesitan, y que curiosamente, tampoco hacen público del todo, las instancias que convocan, o que las publican de un día para otro, para que en efecto, nadie aplique, más que sus compinches.

A lo largo del territorio nacional, se han instalado empresas de prácticamente cualquier cosa, que de la noche a la mañana, han sido prosperas, gracias al proteccionismo que han recibido del gobierno, y que incluso además de beneficiarse de recursos del pueblo para comenzar sus trabajo, también obtienen prebendas para evitar pagar impuestos.

La alimentación, que es tema de primer interés en cada hogar, de cualquier parte del mundo no ha sido atendido, porque si así lo fuera, entonces seríamos autosuficientes o soberanos en cuanto a la producción y consumo de lo que nos llevamos a la boca, lo que estamos lejos de ser, y lo que acarrea consigo, y que es la pobreza, la hambruna, y problemas serios de salud. En este último asunto, y de manera inaudita, posiblemente México, sea el único país en el mundo, en el que se ha engañado a enfermos a través de sus gobiernos, suministrando agua, en lugar de medicamento en enfermedades, tan graves como el cáncer.

Y la joya de la corona de los problemas que afectan a los mexicanos, es la inseguridad, en la cual se muestra, la más grande debilidad del Estado de Derecho, al haber poblaciones enteras gobernadas por cuanto grupo armado nos imaginemos, menos por las instituciones policiacas del gobierno.

Ya no hay estado que se salve, ni ciudadanos que no puedan ser alcanzados por una bala perdida, en un lugar que sin ser declarado en guerra, lo está, y sin decir que se encuentra en franca lucha por el control de territorios, así sucede, y así se puede observar por cualquier ciudadano, incluso por los que estamos más ciegos.

Si bien es cierto que la violencia genera violencia, y que el fuego no se apaga con llamas, lo real es que dan ganas de que exista una mano dura, que en verdad pueda permitir que los mexicanos podamos llevar una vida tranquila. Nada justifica ahora, ni mañana, ni nunca que el gobierno se cruce de manos, que el Presidente se hinque o se doblegue frente a un mal que por años ha hecho que los que habitamos en esta patria, seamos temidos o señalados por extranjeros o en el extranjero como criminales.

Las instituciones del Estado, deben dejar de mostrar fragilidad, y han de parecer más organizadas que el crimen. El presidente, debe dejar de usar palabras vacías para referirse a un tema que ha acabado con vidas y que tiene secuestrada la nación, de lo contrario, estaremos pasando de un estado fallido a un estado perdido.