POR TAYDE GONZÁLEZ ARIAS, ARENA SUELTA: EDUCACIÓN A DISTANCIA

El tiempo que ha pasado durante la contingencia por la pandemia mundial causada por el COVID-19, ha dado espacio para un sin numero de cuestiones, y algunas de ellas tiene que ver con temas educativos, por ejemplo el preguntarnos o querer saber qué es lo que va a pasar con el ciclo escolar, y aunque en algunos países del mundo, se han instalado verdaderos cercos sanitarios, o medidas de prevención sumamente estrictas, las condiciones educativas en México, llegan a ser tan precarias que lo que se vaticina, es un crecimiento exponencial de contagios, pues no se cuenta con el personal suficiente, ni capacitado para desinfectar, para tomar la temperatura, o quien muestre en cada plantel educativo los protocolos a seguir, y sobre todo, se asegure de que se cumplan.

En este tiempo se ha implementado un modelo de educación a distancia que da pena, mucho más que esperanza, pues si recordamos que hace algunos años se hablaba de el derecho al acceso a internet, veamos, que es tan poca la cobertura, tan caro pagar por el servicio de red, en los suburbios pero aun más en las comunidades más alejadas (a donde ni llega).

Le ha quedado grande el cargo a los últimos secretarios de educación, quienes nunca previeron éste tipo de condiciones, en las que nos tocaría, tomar clases frente a un monitor, y no es porque tuvieran que adivinar nada, simplemente que, de acuerdo a los estándares mundiales de la educación, se limitaron a generar reformas que atendieran al gusto de su jefe en turno, es decir al Presidente, y no, en considerar que el uso de las tecnologías de la información, era una realidad mundial.

En un país en donde aún no existe la cobertura total de luz eléctrica, qué les vamos a hacer llegar por banda ancha a los estudiantes, en una comunidad en donde ni siquiera se puede sostener una llamada telefónica, porque no hay cobertura, cómo les decimos a los niños y jóvenes que se ilustren con los programas que se han puesto tan de moda por estos tiempos, y que reúnen a grandes grupos en video llamadas, para conferencias o clases. Parece una burla usar siquiera los conceptos teóricos y prácticos que encierran las solas referencias de, educarnos en línea, o educación a distancia.

Si afirmáramos que a el actual Secretario de Educación, dicho sea de paso, cercanísimo al Grupo Azteca al que pertenece Elektra o Banco Azteca (quienes podrían donar equipos portátiles), es quien ha fallado y que en este tiempo ha sido tan gris que no ha sabido articular un plan o un diseño educativo de nivel frente a la contingencia, debido a que ha dejado que los docentes “se rasquen con sus propias  uñas”, podrían existir quienes digan que no es el único, y por eso algunas líneas anteriores, hemos señalado que, el no tener medios, herramientas, o planteamientos pedagógicos claros y precisos para éstos casos, y debido a la negligencia y falta de ideas, de varios otros que han pisado más con des fortunio que con brillo la Secretaría de Educación Pública, es que estamos como estamos.

Los sindicatos, que han logrado con sus luchas, útiles para los niños, zapatos, libros y demás materiales que facilitan el trabajo en clase, se han limitado a eso, al trabajo dentro del salón, no fuera, pues no es para nadie desconocido el que aún tenemos docentes que no saben usar un equipo de cómputo, que le temen al uso del internet, o peor aún, los que llegan a creer que si no es personalmente, frente a frente, con sus pupilos, no se aprende.

Hay culpas por muchos lados, desde el maestro que no se ha actualizado, por falta de tiempo o desidia, hasta las instituciones que hasta hace algún tiempo se encargaban supuestamente de capacitar al magisterio, y que se limitó a hacer diplomados, cursos y demás… que otorgaran constancias, que como el maíz palomero en el horno o en la cacerola caliente, hiciera crecer a algunos, en una carrera magisterial que permitiría que llegaran a tener doble plaza de hasta 42 horas cada una, y que sumando daban 84, cuando el día solo tiene 24, y el horario laboral es de 8. Total que el nivel educativo que sostiene éste país, es resultado del mal manejo de casi todo el sistema docente, desde arriba hasta abajo, porque teníamos profesores sin el perfil frente a grupo, y a los que por que sus padres, amigos o compadres, eran parte del Sindicato o por el tiempo de servicio, como si la educación fuera de resistencia, he ingresaba al sistema y se ascendía, y se apoderaban de espacios que debieran ser para un verdadero y con vocación profesional docente.

Los rezagos educativos de ayer, están brillando ahora, y a las autoridades actuales, no sé ustedes, pero ni alumnos del Nivel Profesional conocen sus nombres, menos sus instintos educativos, cuanto daño le ha hecho a la educación, politizar los cargos directivos, pues en muchos planteles lejos de preocupar en lo absoluto la calidad educativa, lo que hacen es crear semilleros de borregos, fieles al “marchometro”, que van a engordar las filas en mítines y eventos de los que los ponen.

Es momento de transitar a la nueva era de la digitalización, es tiempo de crear una gran telaraña, que sea acompañada de servicio de energía eléctrica, que llegue hasta el último hogar de éste país, tiempo es también, de que docentes por sí mismos se preparen en cuanto les sea posible, que se otorguen incentivos a los más preparados, y que como fue el sistema de Lancaster, los más diestros, ayuden a los que no lo son, para que repunte la columna vertebral de la evolución humana; la educación.