POLÍTICA FICCIÓN
POLÍTICA FICCIÓN
ARENA SUELTA
POR TAYDE GONZÁLEZ ARIAS
La política no se refiere a los burdos espectáculos de baja monta que algunos actores o pseudo actores llevan a cabo, ya sea en una campaña electoral, a su triunfo o durante su gobierno. Se trata de una disciplina mucho más seria que requiere de un profundo y riguroso estudio.
Resulta importante distinguir la política como el medio por el cual se accede al poder. Desde hace mucho tiempo se conocen las diferencias entre gobernantes y gobernados, que, en términos generales refieren que la política es la lucha por la autoridad, de modo que unos tienen el mando y los otros son sometidos.
La palabra política, deriva en su significado del griego Polis o Politikos, que es lo referente a la ciudad o al ciudadano, es decir, a lo civil, a lo público, e incluso a lo social o sociable. Término procedente o atribuible a Aristóteles, que en su obra la política, concibe como un arte o ciencia del gobierno a la misma.
Las concepciones modernas como las que nos ofrece Norberto Bobbio sobre la política, considera a la Polis, como a un sujeto, por lo que pertenecen al ámbito de la política actos como ordenar o prohibir algunos comportamientos de determinados grupos de personas, haciendo mención del concepto que es el ejercicio de un dominio exclusivo sobre determinado territorio, la legislación de normas válidas, como extraer los recursos naturales y materiales de un sector de la sociedad y distribuirlos a otro.
Al tomar a la política como un objeto, entonces pertenecen al concepto otros verbos como defender, conquistar, ampliar, reforzar, abatir o transformar el poder del estado.
Por su parte Jean-Jacques Rousseau, en su obra concibe a la política como una actividad cuyo objeto es la regulación y la coordinación de la vida en sociedad, por medio de una función de orden, defensa y justicia, en búsqueda de mantener la superación y la cohesión de un grupo social determinado.
Mientras tanto, Maurice Duverguer, se refiere en sus tratados a la política como la lucha o el elemento de integración, o sea, considera que ésta posee una esencia ambivalente, que por un lado constituye un instrumento de dominación y por el otro, es un medio que permite asegurar un orden social.
Adentrados en el estudio de la política, encontramos dos niveles de análisis; la micro política, basada en el vínculo personal y la macro política, en la que no existe un contacto interpersonal y las relaciones son mediatizadas, mediante una relación teatral o ficticia, siendo ésta última posiblemente la que más vemos en la actualidad, desafortunadamente.
Considerando a la política como el medio de acceso al poder, podríamos decir que ésta es la influencia voluntaria que ejerce un individuo o un grupo sobre la manera de conducirse de otro. aunque hay autores que diferencian el mandato patronal que se ejercía sobre los esclavos, el poder político que se ejerce sobre los hombres libres, siendo éste último la aspiración o anhelo que muchos quisiéramos que se adapte en teoría y práctica, ser libres para elegir y decidir dónde y cómo queremos vivir.
La diferencia del poder político, según Aristóteles se basan en las tres sociates; paternal, despótica y política.
El filósofo John Locke, distingue claramente tres poderes similares a los conceptos aristotélicos; el político, el paternal y el despótico. Mientras que Max Weber, define al poder como, «la probabilidad de que un actor dentro de una relación social, esté en posición de ejercer su voluntad a pesar de la resistencia que se le presente. Cuando el poder político actúa sobre bases legítimas, se le denomina autoridad”, éste autor además individualiza tres tipos puros de poder; el legal, el tradicional y el carismático.
El poder político cuenta con los medios de coacción física, el económico está basado en la posesión de los bienes o riquezas, mientras que el ideológico en el control de los medios de persuasión. Kelsen dice que la norma fundamental tiene la función de transformar el poder en derecho, al considerar que el primero es más legítimo cuando se ejerce desde los niveles inferiores hasta el más alto, de conformidad con normas establecidas.
Y por último, Claude Héller, menciona que el poder es una sociedad se encuentra en función de la estructura de clases, lo que significa que se trata de la coacción a otros e influir considerando las creencias en las que viven, lo que se asemeja cada vez más a la condiciones que se viven en la actualidad por las marcadas diferencias económicas que permiten a algunos tener una vida con mayor acceso a la justicia y a otros, muchos, en la injusticia.