NÚCLEO
NÚCLEO
ARENA SUELTA
POR TAYDE GONZÁLEZ ARIAS
Los problemas que en la actualidad aquejan a la población del mundo, son en mucho el reflejo de la falta de funcionalidad de los sistemas de gobierno que imperan en los diferentes países, y causa de una descomposición social que se muestra en la deshumanización generalizada. La edad en la que se requiere que se atienda la formación integral del sujeto, cuando se pueden enseñar valores, responsabilidades y los cuidados que permitan una formación de un sujeto integro, es la edad temprana, es durante la primera etapa sin descuidar la primera adolescencia, sin embargo se trata de periodos de vida, en los que se hace indispensable la guía de un adulto, mismos que debido a que se encuentran tratando de solventar asuntos económicos propios de sus gastos personales o familiares, llegan a descuidar la educación, la formación y la vida de los mas pequeños.
La falta de sensibilidad frente a los problemas ambientales, que hacen que incluso en algunos países de primer mundo se vendan latas de aire limpio, o que se prohíba salir a la calle por contingencias ambientales, son el resultado también, de políticas públicas poco exitosas en materia de protección al medio ambiente, así como la falta de conciencia de algunos gobiernos del mundo que no sólo no toman en serio éste problema, sino que lo llegan a desestimar o no lo reconocen.
Volver al núcleo, regresa a la sensibilización, en donde el dolor ajeno es también parte del dolor propio, hace falta, porque seria claro que nadie querrá hacerle daño a alguien más, sabiendo que le hace un mal, y que dañar al otro, no es malo por el sólo hecho del fin que se pueda lograr, se persiga, o por no ser a uno, sino porque como seres humanos hemos de procurar el bien propio y el general.
No es posible, que se tenga que escuchar una conferencia, que se deba acudir a un curso, o se imponga con tolete en mano la razón, hace falta que se actúe correctamente por voluntad, la conciencia debe imperar para volver a tejer las heridas hechas, para resarcir los daños de la actualidad y para permitir que llegue el futuro aún con vida, y no como parece venir, con cansancio, sin ganar y agonizando.
Los hombres y las mujeres de hoy, no pueden ser los mismos del pasado, no solo porque la tecnología ha avanzado, sino porque los problemas se han incrementado, se han agravado, y siguen siendo muchos los que viven en la inconciencia, y otros tantos en una demencia tan larga que de manera absurda han permitido con sus malas actitudes y acciones, que se contamine cada vez más el entorno, haciendo inhabitables muchos lugares que fueron habitados, y muchos que no debieran ya estar en esos sitios y ahí viven, llevándonos al acabose.
No se trata de ser pesimistas, pero sí realistas, no vamos a alarmar a los niños o jóvenes para que no tengan ganas de ver llegar el futuro, pero sí de tener presente, el sentido que necesita ésta vida, el planeta y la población en general , para poder seguir viviendo en el único planeta que existe en la órbita, que se sabe y se conoce, es apto para la supervivencia del ser humano.
Débenos de volver a educarnos, para respetar al otro, no se puede depender de manifestaciones o actos rebeldes para que se nos den las garantías de seguridad y justicia que como hombres de una comunidad requerimos. Con sólo respetarnos entre nosotros sería suficiente para que las cárceles no estuvieran pobladas, con sólo hacer cumplir la ley, las autoridades estarían alejadas de la corrupción, los cochupos o la tranza, con sólo tener claro que la paz es el camino, y actuar en consecuencia, estaremos un paso más cerca de la felicidad. No podemos acostumbrarnos a los muertos, las balas y los golpes, no podemos seguir viendo matarse al de enfrente sin que lo abordemos y busquemos que conozca la buena vida y los beneficios de vivir en paz, no debemos permitir que los agresores sigan haciendo de las suyas, sino por el contrario, levantemos la voz, una y la veces que sean, hasta que los malos se sepan vigilados y paren de abusar, sin esperar a mañana, sino que de una vez, lo que debe saberse se sepa y lo que tenga que tener castigo, sea sancionado.
Desde luego, lo que se debe pretender es un mundo sin infractores, la utopía de un mundo feliz, del que estamos sin duda alejados, y sin embargo lo que tenemos es un planeta de cabeza, del que hemos abusado, violentado y puesto en extinción, comenzando con animales y plantas que ya no existen porque las asesinamos. El día para separar la basura así como el bien del mal, es ahora, pues de eso depende la vida mañana.