Mujeres brigadistas, indispensables en el combate de incendios forestales
Escrito por Aline Espinosa Gutierrez 23 abril, 2021.-Imagen cortesía del Laboratorio Socioambiental Ciudadano.-
Ciudad de México. Defensoras del medio ambiente e integrantes de colectivas crearon la canción “Mujeres cuidando a su madre Sierra Guadalupe” con el fin de impulsar a través de las narrativas el reconocimiento del papel de las voluntarias, investigadoras y brigadistas, quienes arriesgan su cuerpo y vida para enfrentar los incendios que atacan, desde hace años, la Sierra de Guadalupe ubicada entre el Estado de México y la Ciudad de México.
“Aquí en la sierra hay muchas jóvenes y madres de familia. Ellas llegan del trabajo, se ponen sus botas y se van al fuego dejando a sus hijos”, declaró en entrevista con Cimacnoticias la defensora del medio ambiente y directora del Laboratorio Socioambiental Ciudadano, Elena Pérez Paredes, quien fue la responsable de juntar a las 9 mujeres y una niña que produjeron la canción.
Guadalupe Hernández Salinas del colectivo “Los amigos del árbol”; Griseel Olmos del colectivo “El vocho Galáctico”; Maca Rossario Reyes y Abby Sarmiento Galicia del colectivo “Reforestación Cuautepec; Perla Acevedo Ramírez y Dulce Molina Moreno del colectivo “Biociencia.Talleres y divulgación científica”; Paulina Ibarra del colectivo “Chiquihuite Culture Club”, y Libertad y Elsa Pérez Paredes del Laboratorio Socioambiental Ciudadano, elaboraron la melodía en menos de 15 días y a través de redes sociales tuvieron el apoyo del rapero y estudiante, Alejandro Negrete con quien eligieron la música de fondo. “Como resultado de la convocatoria de “Bajo Tierra”, museo virtual de medio ambiente, empezamos a trabajar en una canción que entrará en la temática de mujer-cuerpo-territorio, nos comunicamos por WhatsApp y decidimos hablar sobre las brigadistas desde un tono de motivación”, detalló Pérez Paredes.
Es así, dijo, como de manera colectiva las mujeres y niña sugerían versos para el rap desde su sentir y experiencias en la Sierra Guadalupe, discutían qué fondo de música para la letra y al final, concluyeron que su mensaje sería más potente si iba acompañado por una serie de imágenes y videos.
La canción, dijo, es una forma de demostrar la grave situación de la sierra y de cómo la incidencia de las mujeres y niñas en estos espacios es primordial porque el cuidado de la tierra y la protección de los recursos es un trabajo colectivo. Detrás de una brigadista existe una cadena humana de más mujeres que la soportan: hidratadoras, organizadoras, voluntarias y demás que reducen las dificultades que se puedan presentar ante un incendio.
Por ello, explicó, en la letra del rap, género musical que seleccionaron porque promueve las denuncias ciudadanas, se les menciona a todas: “La que hidrata combatientes no importando la pendiente, quién sofoca el fuego en medio de nuestra sierra caliente, la que deja sus deberes al llamado del incendio y se enfrenta a las llamas sin arrepiento. La que cuida y alimenta…”.
Imagen cortesía del Laboratorio Socioambiental Ciudadano
“Nos asombramos de nosotras mismas de ir a estos lugares que simbólicamente no se pensaba que eran para mujeres. Las que están frente a los incendios siempre comparten sus vivencias llenas de fuertes sentimientos. Maca, una brigadista que participó en la canción, siempre dice que su trabajo da un poco de voz a los que no la tienen en los incendios: los animales”, añadió.
Por tal razón, agregó, otro tema que quisieron visibilizar es que esta problemática puede ocurrir tanto arriba en la sierra como abajo en la ciudad, por lo que para contrarrestar los incendios es necesario que participe toda la población y las autoridades. Si bien consideró, hay muchas manos que hoy apoyan y buscan sin descanso el material e insumos que necesitan siempre hace falta gente.
En su opinión, existe un pensamiento de que las periferias se ubican en las zonas rurales, pero la Sierra de Guadalupe es la prueba de que hay periferias en zonas urbanas, sin embargo, a un año de una serie de incendios devastadores, nadie del gobierno se ha interesado por detenerlos, incluso las personas responsables de éstos nunca son castigadas.
En 2020, sucedieron una serie de incendios a lo largo de 3 días en diversos puntos de la Sierra Guadalupe, la cual tienen un ecosistema xerófilo o llamado bosque seco con abundantes cactus, encinos y nopaleras, donde habitan especies como el tlacuache, tuzas, zorrillos, ardillas y demás animales. Este año se registraron dos incendios en febrero, y uno en abril, los cuales afectaron más de 90 hectáreas.
En respuesta de los hechos del 2020, las y los ciudadanos desarrollaron “Las Brigadas Antifuegos nos representan” y los eventos “SOS por la Sierra Guadalupe” , en los cuales se imparten cursos con la intención de generar conciencia en la población y aprender sobre la prevención de los incendios y su manejo. Pese a este esfuerzo, las y los interesados en esta problemática no han logrado una comunicación efectiva con las autoridades.
Elena Pérez explicó que en la sierra ocurren 3 incendios al día o a la semana, los cuales son provocados de manera negligente por personas y se estima que han afectado más de 700 hectáreas de esta zona. “Esperamos que este trabajo deje un registro histórico de lo que sucede en la sierra en lo que va del 2021”, finalizó.
Datos oficiales del gobierno mexicano contabilizaron 69 incendios forestales activos ubicados en 21 estados del país hasta el 13 de abril de 2021, de los cuales 35 ya fueron controlados. Algunos de ellos ocurrieron en la sierra Guadalupe de la CDMX, otros en la Reserva de la Biosfera Isla de Guadalupe de Baja California, en el Área de Protección de Flora y Fauna Papigochic de Chihuahua, entre otras.
El rap “Mujeres cuidando a su madre Sierra Guadalupe” todavía no ha sido aceptado por el museo “Bajo Tierra”, pero Pérez espera que en unos meses reciba respuesta sobre ello. Por el momento, invitó a que el video de su canción y una galería que realizaron en su organización, hace unos meses, sean difundidos con el fin de que la sociedad voltee a ver esta situación.
La galería puede ser visitada en este link: https://labsocioambiental.com/blog/
“Tenemos un legado histórico, cultural y ambiental que es patrimonio de todos y todas y que debemos de restaurar y cuidar para nuestro goce y el de las futuras generaciones”, declararon las y los integrantes de la Red Junt@s por la Sierra en una comunicado.
De acuerdo con la Secretaría del Medio Ambiente (Sedema) en la Ciudad de México la temporada de incendios forestales es de enero a junio y de octubre a diciembre. A lo largo del año 2020, la Sedema capitalina, en coordinación con diversas instancias, combatió un total de 816 incendios y 838 conatos, con una superficie afectada de 2 mil 232.79 hectáreas.
Imagen cortesía del Laboratorio Socioambiental Ciudadano
“Luchar por las áreas verdes”
Guadalupe Hernández es madre de familia y trabajadora de tiempo completo, pero cuando los incendios se presentan en la sierra se convierte en brigadista porque desea que su hijo continúe disfrutando de las áreas verdes que esta zona les proporciona desde que ella era niña. “Ser mujer brigadista es complicado, pero es necesario. Debemos luchar por una vida mejor para las generaciones que vienen y están”, declaró en entrevista.
Desde hace 42 años, Lupita como le gusta que le digan, ha vivido en el municipio de Coatepec muy cerca de la sierra, por lo que es consiente de que los incendios son un problema que se arrastra muchos años atrás. Esto junto el cambio climático ha provocado que la sierra sea más seca y existan fuertes vientos, en consecuencia, si se comete una negligencia con el fuego, éste puede durar vivo durante días y consumir numerosas hectáreas.
El incendio de 2020, el cual se consideró como uno de los más graves en la zona, la motivó para ser brigadista. Se unió al colectivo “Los amigos del árbol”, ahí tomó cursos, tejió redes de comunicación y aprendió sobre los protocolos. “Ser brigadista lleva muchos procesos, es un trabajo colectivo porque siempre se corre riesgo, pero éste disminuye si hay alguien que te cuide”, explicó.
Para contener los incendios, dijo, las y los integrantes de viveros colectivos se mantienen en contacto por mensajes vía redes sociales. Ver el interés de otras personas que destinan tiempo, recursos y su seguridad al cuidado de la sierra y en particular la participación numerosa de las mujeres la anima a seguir en esta labor. “Tenemos que aprender a cuidar el medio ambiente y fomentar la lectura sobre él”, añadió.
“Nosotros estamos sufriendo ahorita, imagínate ellos después. Si nosotros nos acabamos lo poquito que tenemos en áreas verdes, ellos van a padecer más consecuencias ambientales. Se han hecho investigaciones que las primeras crisis que íbamos a tener de este tipo estaban pronosticadas para 2050, ahora ya se adelantó, ahora van a ser para el 2030, entonces digamos, si ahorita ya estamos viviendo una contingencia. A mi gustaría que todo se mantuviera y se conservara bien para el futuro. Llamo a que se fomente la educación ambiental en las aulas”, finalizó.
Lupita aseguró que en la semana van a realizar recorridos en la sierra para verificar que las zonas donde hubo incendios sigan controladas y prevenir riesgos. Antes de irse a la sierra y convertirse en brigadista, llena de besos y abrazos a su hija. Ella se siente orgullosa de ser un ejemplo para él y para las jóvenes del amor por el cuidado del medio ambiente.