#Michoacán | Avanza Seimujer en ruta de atención a mujeres indígenas de la Región Lacustre
#Michoacán | Avanza Seimujer en ruta de atención a mujeres indígenas de la Región Lacustre
•Se han realizado 25 mesas de consultas para la prevención y atención de la violencia de género contra las mujeres
Morelia, Michoacán, 16 de agosto del 2022.- La Secretaría de Igualdad Sustantiva y Desarrollo de las Mujeres Michoacanas (Seimujer) avanzó en la primera etapa de la ruta de atención a mujeres indígenas de la Región Lacustre, con 25 mesas de consulta en 5 municipios.
Atendiendo el compromiso con la Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia Contra las Mujeres (Conavim), se consultaron 25 comunidades de la zona lacustre, cuatro de ellas con autogobierno, a fin de identificar las diferentes problemáticas y necesidades de las habitantes en el ámbito psicológico, jurídico y médico, y así trazar una ruta de atención.
La titular de la dependencia, Tamara Sosa Alanís, informó que como resultado se
identificó que la violencia psicológica y física son las más recurrentes, seguido de embarazos adolescentes, depresión, secuelas por Covid-19 no atendidas, adicciones, falta de servicios médicos, nula atención a la salud mental y falta de conocimiento sobre los servicios de atención integral a las mujeres.
Dos psicólogas, una abogada y un antropólogo encabezaron las consultas, donde participaron autoridades civiles y comunales, concejos, colectivas de mujeres indígenas, grupos organizados, personal de instituciones educativas y de salud, de los municipios de Tzintzuntzan, Quiroga, Erongarícuaro y Salvador Escalante, además de representantes de la Casa de la Mujer Indígena de Pátzcuaro “Jucharhi kumanchikua”.
De acuerdo con datos de la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares (ENDIREH, 2016), en Michoacán el 67 por ciento de las mujeres han vivido algún incidente de violencia, ya sea por parte de su pareja o por otras personas en espacios comunitarios, familiar, escolar o laboral.
Mientras que la violencia contra las mujeres indígenas se vive desde la perspectiva de una triple opresión: desde su clase, su género y su condición étnica; es decir, son discriminadas por ser pobres, por ser mujeres y por ser indígenas.