Los virreinatos del Poder Judicial
Este reportaje es una fotografía de cómo fueron las carreras de hijos y parientes de magistradosal interior del Poder Judicial de la Federación (PJF). Para ellos el punto de arranque fue distinto: tenían los mismos apellidos que aquellos que mandaban en los tribunales.
Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI) siguió durante el 2018, los casos de cuatro estados donde había más nepotismo dentro del PJF. En 2019, las cosas empezaron a cambiar, pero para entonces, las pirámides de influencias construidas por familiares ya llevaban muchos años operando.
Los rostros del nepotismo dentro del Poder Judicial Federal (PJF) aparecen en cualquier parte del país, lo mismo en el occidente -Jalisco —que en el centro — San Luis Potosí y Querétaro—o en la frontera norte —Baja California—. En esos cuatro estados, por ejemplo, los magistrados y una magistrada contrataron a 36 familiares.
Sus hijos, hijas, sobrinos, primos y cuñados aparecieron en puestos que, al paso de los años, les permitieron escalar dentro del PJF. El caso más representativo sucedió con Günter Demián Hernández Núñez, quien ingresó como oficial judicial en Morelia en donde su madre, María del Pilar Núñez González, era juez.
Hoy en día, él se ha convertido en juez y ella ascendió a magistrada en Querétaro, donde trabajaban ocho parientes más de ambos.
En San Luis Potosí, Mariano Quintán Espericueta ha trabajado como oficial administrativo en el mismo Tribunal Colegiado en el cual despachaba su hermano, José Manuel Quintán Espericueta. Ahí laboraban 12 personas de la misma familia.
La mayoría de los funcionarios que integran esas redes familiares en tribunales de cuatro estados se desempeñaban como oficiales administrativos donde los requisitos para ingresar han sido laxos. El sueldo para ellos era de aproximadamente 29 mil 585 pesos mensuales y solo necesitaron haber concluido la preparatoria, tener iniciativa y no cargar con una sanción privativa de libertad.