Llamarada de petate

Llamarada de petate

Arena suelta
Por Tayde González Arias

En el argot político se habla que cuando un grupo político, ya sea coalición o partido político arrasa en las elecciones o ganar todos los cargos en disputa se lleva “el carro completo”, es decir que logran obtener todo lo que buscaron o por lo que contendieron. Así pasó como el distrito 13 local y 03 federal que tiene como cabecera a Zitácuaro. No obstante, a ello también en ésta región de Michoacán se logró que el partido en el poder y sus aliados (MORENA, PT y PVEM) triunfaran con la mayoría para la elección del Senado y la Presidencia de la República.

Los que son parte de las filas, de lo que ellos han denominado “la cuarta transformación” deben estar muy satisfechos de que esa campaña de “vota 5 de 5” haya logrado su cometido o propósito pues ahora tendrán una mayoría aplastante que les permitirá hacer y deshacer a diestra y siniestra, por lo que se vislumbra que lo que diga la Primera Mujer Presidenta de México, se hará sí o sí.

Los que creemos que los contrapesos en las democracias son más que necesarios, tendremos que guardar silencio y ver desde los estrados y como mero público, cómo es que se logra lo que también ellos (los que han ganado), han denominado “el segundo piso de la transformación”, y sólo deseamos que no los vayan a realizar con los materiales caducos o de mala calidad que vayan a permitir se les caiga o se agrieten y nos vayan a llevar a una desgracia.

El beneficio de la duda, hoy más que nunca tiene cabida lugar para el Gobierno Federal que estará por iniciar, porque hay que reconocer la sobrada preparación académica y se supone hasta científica de La Presidenta electa, lo mismo que la de su equipo que ahora mismo encabeza ni más ni menos que un ex Rector de la máxima casa de estudios mexicana (UNAM).

De entre las cosas que se han dicho de la nueva administración que entraría en funciones en sólo algunos meses, es si se parecerá o no al actual gobierno y aunque nadie en su sano juicio diría que será igual, lo cierto es que es una oportunidad de reivindicarse como mujer y como rostro de izquierda, para diseñar y dirigirse con carácter propio y bajo lineamientos que nos saquen de la pobreza del retraso y de todo aquello que no nos ha permitido avanzar al ritmo que requerimos como nación en vías de desarrollo.
Esperemos que esa cara dura con la que algunos recordamos a la presidenta electa, se borre pronto y encontremos la sensibilidad femenina que se necesita para dar la mano amiga a los más pobres de los pobres, para ayudar al deporte y se deje se tratar como se sabe se les ha tratado a muchos de ellos, pero también para proteger a la patria mexicana y acabar con el hambre, la discriminación y el olvido de los pueblos y comunidades, al ser tareas que su heredero que no alcanzo a cubrir o a eliminar.

No hay pretextos para decir que no van a poder, y por fin dejaremos de escuchar culpas al pasado para enfocarse en un discurso y sobre todo a un trabajo que más que excusas busque oportunidades que nos lleve a ocupar el lugar en el mundo que merecemos tener como patria con riqueza cultural y empuje económico.

El carro completo, tendrá valor y sentido cuando los resultados sean los mejores, las medicinas bastas o las recetas surtidas, ahora que los caminos dejen de ser terregosos, cada escuela tenga sus maestros a los que se les pague bien, y sin parecernos a nadie más o cualquier otra nación, tengamos un sistema de salud o educación, de trabajo y de servicios en general que nos recuerde que la primera mujer presidenta lo supo hacer bien, y no sólo que fue una sombra de alguien más, una mala copia del antecesor o como también se dice el rancho “pura llamarada de petate”.