Índice Político Francisco Rodríguez
Elba Esther Gordillo, libre. Fue una presa de conciencia
A la memoria de Erick y de Mónica
El fecundo Víctor Hugo narró en Nuestra Señora de París el drama de los regímenes facciosos que procesan a todos aquéllos que son incoados por decires, chismes y vendettas. En una sola tragedia, la de Esmeralda y Quasimodo, el genial galo retrata las pasiones que intervienen en los juicios de acomodaticios y oportunistas que pelean contra la verdad.
Los aparatos judiciales y ministeriales del Estado incompetente son los mismos a lo largo de la historia. En México tenemos ya el peor ejemplo de una caterva de inútiles a quienes se confió la aplicación de la ley, y han hecho de ésta un mecanismo al servicio de los peores postores, una balanza que se inclina siempre en contra de los indefensos.
El caso del «procesamiento» judicial en contra de Elba Esther Gordillo es icónico. Los aparatos ministeriales federales, con todo en su favor, se guiaron por un apetito de venganza política, sin fundamento jurídico alguno, para recluir a una cautiva de conciencia que les pesaba demasiado en la arena política.
Por oponerse a la privatización de la enseñanza, obligación del Estado
Es absolutamente vergonzoso para el gobierno peñanietista lo que acaba de pasar en el foro mexicano. Llevado por las infamias de Emilio Chuayfett, maestro epónimo de los mexiquitas, procesó en falso, sin un sólo argumento de investigación a una persona que según ellos se impuso a la (mal) llamada reforma educativa…
… y en el fondo a lo que se oponía era a la privatización de la enseñanza pública que es obligación constitucional del Estado federal y cuyo destino estaba marcado por los negociantes de Los Pinos para hacer añicos la formación de las generaciones.
Recluyeron a la persona equivocada, a quien se opuso a que concentraran las nóminas magisteriales para el dispendio de los mandarines en el poder. A quien –me consta– siempre ha sido la defensora de los derechos laborales del magisterio, agrupado en el sindicato gremial más grande de América Latina, una organización que a ella debe en gran parte su estructura –que fue plural– y su misión.
El gobiernito de EPN arrastró el prestigio judicial que quedaba en las alforjas
Al lograr el objetivo de convencer al titular del Poder Ejecutivo en sus manos, los truculentos del círculo íntimo, Luis Videgaray, Aurelio Nuño y hasta Otto Granados, entre muchos delincuentes, validos de las traiciones de un mentecato como el charro sindical Juan Díaz de la Torre, a quien ungieron en el capricho, lograron también nulificar el instrumento de lucha que podía contribuir con el Estado en metas superiores.
Se quedaron sin el pan y sin el palo, haciendo los ridículos acostumbrados, erigiendo a los corruptos, valiéndose de los descastados. No podía ser de otra forma. Encargaron a Humberto Castillejos Cervantes, el bufón de Palacio, y a su primo, el asesino de Michoacán, Alfredo Castillo Cervantes, más el otro primo…
… Raúl Cervantes Ahumada, en el cargo de Procurador General de la República, iniciar el expediente fallido de las clásicas «delincuencia organizada, evasión fiscal y lavado de dinero», todos delitos aplicables a ellos mismos que jamás fueron esgrimidos en juicio alguno ni comprobados por falta siquiera de indicios ni de argumentos.
Fracasaron en toda la línea los ignorantes y demostraron ante la opinión pública nacional e internacional de lo que son capaces, arrastrando el prestigio judicial que quedaba en las alforjas. Recluyeron injustamente sin cargo alguno a Elba Esther Gordillo, le negaron el beneficio de la prisión domiciliaria y tuvieron que exonerarla en absoluto por medio de un sobreseimiento jurídico que, como sus juicios, se quedó sin materia jurídica. El fiasco absoluto.
Ningún maestro se prestó a acompañarlos en el infame propósito de encarcelarla
La libertad de la maestra, lograda con tenacidad y resistencia y contra todas las amenazas y la fuerza del Estado, pone contra la pared a sus instigadores. Saca a flote la violación de casi todas las garantías constitucionales, como la de presunción de inocencia, igualdad, legalidad, debido proceso e injusta reclusión, por las razones de todos conocidas.
Presa de conciencia, sin acusación formal, sin notificación del delito perseguido, sin juicio formal alguno, con chantajes y presiones de Miguel Angel Osorio Chong, quien exigió que se inculpara, a cambio de una sentencia judicial benigna. Al negarse a hacerlo la maestra, el aparato judicial exhibió la sevicia y la ignorancia. Ningún maestro se prestó a acompañarlos en ese infame propósito.
Firmaron y violaron las convenciones internacionales de Palermo y Ginebra
Otra vez, los mediocres fracasaron. Se impuso la voluntad, el deseo de ser libre para defenderse desde la calle con la ayuda de la razón que le asiste. Todas las marrullerías de cuatro procuradores generales se estrellaron contra esa decisión. Empezando por el ridículo cansado Jesús Murillo Karam que tanto daño ha causado al pueblo de México.
Ahora los acusadores tendrán que comparecer ante tribunales internacionales de derechos humanos y procesales para responder de sus perversidades. A contrapelo de las convenciones internacionales de Palermo y Ginebra, firmadas por este gobiernito, sus sicarios judiciales aplastaron toda consideración de derechos humanos y justicia elemental.
Aún más, todavía en arraigo domiciliario, los tartufos quisieron acusarla de ser un peligro para la seguridad nacional, cargándole el delito de disolución social, inexistente desde las épocas posteriores al gorilato diazordacista para acallar su voz y reprimirla con mayor alevosía. El prevaricato y la infamia, el chantaje y la represión fracasaron al mismo tiempo.
Los jenízaros de la PGR en la peor condición, en el absoluto ridículo
Siguiendo el ejemplo valeroso de su guía, cientos de miles de maestros salieron el domingo primero de julio pasado para acudir a las casillas electorales, inscritos como observadores, para defender el voto popular y atestiguar el triunfo de López Obrador. La participación del magisterio nacional en desgracia fue de ayuda invaluable en esos momentos de decisión.
La diosa Alea hizo que coincidieran la liberación de la maestra Gordillo con el reconocimiento del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación en favor del triunfo del tabasqueño. Sus luchas son parecidas en el tiempo y en el espacio. Un aire fresco se respira en el clima de este país.
El caso de la exoneración por falta de pruebas, por la vía del sobreseimiento pone a los jenízaros de la PGR en la peor condición, en el absoluto ridículo. Y todavía declara el habilitado Procurador, como los perros de rancho, que «respeta, pero no comparte» la resolución judicial de la liberación de la lideresa magisterial.
Contrario a lo que sucede hasta hoy, AMLO no presionará al Poder Judicial
Los procuradores e impartidores de justicia enfrentan desde hoy un reto mayúsculo: sostener y comprobar sus acusaciones y sus fallos. No es algo menor. Muchísimos mexicanos se encuentran en prisión por los caprichos e inverecundias de un Estado faccioso, represor de tomo y lomo.
Los presos políticos del gobierno mexicano, defendidos en otras latitudes, pueden avizorar con esperanza fundada una nueva época en la procuración e impartición de la justicia.
Lo dijo hace un par de días el ya Presidente Electo Andrés Manuel López Obrador: “en el nuevo gobierno, el Presidente de la República no tendrá palomas mensajeras ni halcones amenazantes, ninguna persona encargada de impartir la justicia será objeto de presiones ni de peticiones ilegítimas”, contrario sensu de lo que sucede hasta hoy.
Ojalá así sea, para bien de todos. Que nunca vuelva a repetirse un desaguisado judicial y político como el que hoy termina.
¡Sea bienvenida a la vida pública la maestra Elba Esther Gordillo, pésele a quien sea!