Dr. Joseph Mercola: Polémica por cambio de postura sobre las vitaminas C y D
Análisis escrito por Dr. Joseph Mercola.-Datos comprobados.-23 de Abril, 2020
HISTORIA EN BREVE
El sistema hospitalario más grande del estado de Nueva York, Northwell Health, ha estado administrando a sus pacientes en cuidados intensivos 1 500 miligramos de vitamina C por vía intravenosa tres o cuatro veces al día junto con un medicamento antipalúdico hidroxicloroquina y el antibiótico azitromicina para combatir el COVID-19
- El Dr. Anthony Fauci, director del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas de los Estados Unidos(NIAID, por sus siglas en inglés) y representante del equipo de respuesta al coronavirus de la Casa Blanca, explica que la vida probablemente no volverá a la normalidad hasta que sea posible vacunar a toda la población mundial contra el COVID-19
- Sin embargo, hace cuatro años, Fauci promovía las vitaminas C y D como excelentes para estimular el sistema inmunológico y combatir las enfermedades infecciosas
- El Estudio Longitudinal Irlandés sobre el Envejecimiento encuentra que la vitamina D «es muy importante para prevenir infecciones respiratorias, reducir el uso de antibióticos y aumentar la respuesta del sistema inmunológico para combatir las infecciones»
- Una revisión científica de abril del 2020 presenta evidencia de que los suplementos de vitamina D podrían reducir el riesgo de infección y muerte por COVID-19. Los investigadores recomiendan incrementar los niveles de vitamina D a 40-60 ng/ml (100-150 nmol/L). «Podría ser efectivo administrar dosis más elevadas de vitamina D3 para tratar a las personas infectadas con COVID-19», afirman los investigadores
Como informé en mi artículo del 7 de abril 2020 «Las vitaminas C y D por fin serán parte del tratamiento contra el coronavirus«, el sistema hospitalario más grande del estado de Nueva York, Northwell Health, ha estado administrando a sus pacientes en cuidados intensivos 1 500 miligramos de vitamina C por vía intravenosa tres o cuatro veces al día junto con un medicamento antipalúdico hidroxicloroquina y el antibiótico azitromicina para combatir el COVID-19, los cuales han demostrado ser excelentes para combatir el coronavirus.
De acuerdo con el Dr. Andrew G. Weber, un neumólogo y especialista en cuidados intensivos en dos instalaciones de Northwell Health en Long Island, «las personas que recibieron vitamina C obtuvieron resultados significativamente mejores que aquellos que no recibieron vitamina C. Es de gran ayuda, pero no se menciona demasiado porque no se trata de un medicamento tan sofisticado.»
El director del NIAID se retracta sobre las recomendaciones de la vitamina C y D
Resulta curioso que, el Dr. Anthony Fauci, director del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas (NIAID, por sus siglas en inglés) y representante del equipo de respuesta al coronavirus de la Casa Blanca, explica que la vida probablemente no volverá a la normalidad hasta que sea posible vacunar a toda la población mundial contra el COVID-19.
Me refiero a que es curioso porque hace solo cuatro años, en un artículo de la revista Washingtonian titulado: «How to Avoid Getting Sick When You’re Around People All Day», Fauci promovió que las vitaminas C y D son excelentes para estimular el sistema inmunológico y combatir enfermedades infecciosas.
La vitamina C «puede mejorar las defensas para combatir los microbios», explicó en una declaración respaldada por investigaciones recientes que demuestran que los suplementos con vitamina C reducen el riesgo de resfriado común.
En ese momento, Fauci mencionó que estaba consumiendo 1 000 miligramos (mg) de vitamina C de manera diaria «Muchas personas no obtienen cantidades suficientes de vitamina D, lo que afecta diferentes funciones corporales, por lo que también sería de gran utilidad», añadió.
Sin embargo, durante una entrevista del 26 de marzo del 2020 con RealClear Politics, cambió de opinión y dijo que «no existen pruebas definitivas» de que las vitaminas funcionen, a pesar de que algunos estudios demuestran su efectividad. ¿Por qué el cambio de opinión? Hace 4 años explicó que las vitaminas C y D ayudan a estimular la función inmunológica y combaten las enfermedades infecciosas.
Podría tratarse de un plan de vacunas global
O quizás está promoviendo los planes de vacunas de Bill Gates. No es una idea inverosímil, si consideramos que Fauci es parte de la junta del Consejo de Liderazgo responsable de elaborar el ‘Plan de Acción Global Sobre Vacunas’ de la Fundación Bill & Melinda Gates, una colaboración entre la Fundación, el NIAID, UNICEF y la Organización Mundial de la Salud.
Como se explica en un comunicado de prensa de la Fundación Bill & Melinda Gates:
«El ‘Plan de Acción Mundial Sobre Vacunas’ permitirá una mayor coordinación entre todos los grupos interesado (gobiernos nacionales, organizaciones multilaterales, sociedad civil, el sector privado y organizaciones filantrópicas) e identificará políticas, recursos y otros puntos importantes que se deben tratar para abordar la posible efectividad de las vacunas».
Es muy factible que debe abordarse la eliminación de una competencia económica sin patentes, como los suplementos nutricionales para comprender «el potencial de las vacunas.»
Al comprender que muchos informes de profesionales médicos que tratan a personas con COVID-19 están mostrando resultados favorables al utilizar medicamentos y suplementos como la vitamina C por vía intravenosa y zinc, no hay ninguna razón para anunciar el final de la normalidad a menos que se vacunen a miles de millones de personas.
De hecho, el zinc se considera como uno de los remedios más importantes para combatir el COVID-19. La evidencia sugiere que la razón por la cual el medicamento antipalúdico cloroquina parece ser tan efectivo para tratar el COVID-19 es porque actúa como un ionóforo de zinc (transportador de zinc), por lo que mejora la absorción de zinc en las células.
El zinc es importante para una función inmunológica saludable y en el 2010 se demostró que al combinar zinc con ionóforo de zinc es posible bloquear la replicación del coronavirus SARS (SARS-CoV-1) en un cultivo celular en cuestión de minutos. Muchos de los síntomas del COVID-19 se asemejan enormemente a los de la deficiencia de zinc.
En el video presentado anteriormente en el Liberty Report, el Dr. Ron Paul, antiguo congresista republicano, también señala que las «predicciones» de Fauci de que se registraran 2.2 millones de fallecimientos por COVID-19 en los Estados Unidos se han derrumbado por completo», con la nueva predicción oficial que se posiciona por debajo de las cifras normales de la gripe del 2018″.
De hecho, el 8 de abril 2020, un nuevo modelo conocido como el Modelo Murray predice que el COVID-19 matará a 60 000 personas en los Estados Unidos para el mes de agosto, lo cual está muy lejos de los 2.2 millones «¿El «distanciamiento social» es nuestra salvación?» Paul pregunta. «Veamos a los estados y países que no lo implementaron, los cuales deberían tener cifras más altas. ¿No es así?
Escuche su informe para mayor información (Por ejemplo, Carolina del Sur, que no detuvo su economía, solo ha registrado 63 fallecimientos al 9 de abril del 2020, mientras que Colorado, el cual detuvo su economía ha registrado 193 fallecimientos).
La vacuna contra el COVID-19 evitará las pruebas de seguridad
Incluso si la vacuna sale en un año, lo cual es asombrosamente rápido, no existirían pruebas de que sea segura y efectiva ya que los investigadores están renunciando a algunas de las pruebas requeridas para sacar una vacuna lo antes posible.
Qué podría suceder si se convierte en una repetición de la vacuna contra la gripe H1N1 lanzada en Europa durante la pandemia de 2009-2010.
En julio del 2009, la Junta Nacional de Seguridad de Biodefensas de los Estados Unidos decidió renunciar a la mayoría de las pruebas de seguridad y eficacia para obtener la vacuna en septiembre de ese año. Europa también aceleró su proceso de aprobación y permitió a los fabricantes omitir los ensayos en humanos, una decisión que tuvo consecuencias trágicas para un número incalculable de niños y adolescentes en toda Europa.
En los años siguientes, la vacuna contra la gripe porcina con adyuvante ASO3 Pandemrix (lanzada en Europa y no en los Estados Unidos) se relacionó con la narcolepsia infantil, que se disparó en varios países.
Los niños y adolescentes en Finlandia, el Reino Unido y Suecia son los más afectados. Otros análisis detectaron un aumento en la narcolepsia entre los adultos que recibieron la vacuna, aunque la relación no fue tan obvia como el de los niños y adolescentes.
Un estudio de 2019 informa que encontró una «relación novedosa entre la narcolepsia con la Pandemrix y el gen de ARN no codificante GDNF-AS1», un gen que regula la producción de factor neurotrófico derivado de la línea de células gliales o GDNF, una proteína que es importante para la supervivencia neuronal.
También confirmaron una fuerte relación entre la narcolepsia inducida por la vacuna y un cierto haplotipo, que sugirió «la variación en los genes relacionados con el sistema inmunológico y la supervivencia neuronal para aumentar la susceptibilidad a la narcolepsia inducida por Pandemrix en ciertas personas».
Hay mucho que aún no sabemos
El hecho de que parezca que las autoridades de salud olvidaron que esto es impactante, pero no fue hace mucho tiempo. Aquí estamos de nuevo, esperando otra vacuna para un virus que aún no entendemos del todo.
En los últimos días, algunos médicos han notado que los síntomas de sus pacientes se asemejan más al mal de altura que a la neumonía. Sus niveles de oxígeno en la sangre son muy bajos, pero no les falta el aire. Los médicos también están notando que los pacientes que usan ventiladores tienen una tasa de mortalidad mucho más elevada que los que no lo utilizan.
Sin embargo, el estándar de atención para estos niveles de oxígeno en la sangre requiere ventilación.
Esta situación resalta el peligro de las suposiciones médicas. Fauci y Gates insisten en que una vacuna es lo único que puede reanudar las actividades para apoyar a los negocios, pero no tienen evidencia para respaldar la idea de que una vacuna es la mejor manera de proteger la salud pública.
Para colmo, Fauci y Gates hablan sobre la posibilidad de implementar un sistema de seguimiento nacional con certificados de vacunas. tienen una tasa de mortalidad mucho más elevada que aquellos que no están ventilados. Las personas que no están dispuestas a ponerse una nueva vacuna podrían ser discriminadas, social o profesionalmente de manera indefinida, en caso de que se implemente dicho plan.
Se descubrió que la vacuna Pandemrix induce la narcolepsia al afectar un gen de ARN no codificante. No fue porque contenía una sustancia tóxica como aluminio, que, en teoría, podría eliminarse.
A partir de ahora, uno de los principales contendientes también está utilizando un método de fabricación completamente nuevo. La compañía de biotecnología, Moderna, está utilizando ARNm sintético para indicarle al ADN que produzca el mismo tipo de proteínas que el COVID-19 utiliza para obtener acceso a nuestras células.
La idea es que el sistema inmunológico aprenda a reconocer y matar el virus real. Los ensayos de esta vacuna NO expondrán si puede tener efectos genéticos devastadores. Nadie esperaba que Pandemrix tuviera efectos genéticos. Pero así sucedió.
La vitamina D como parte del tratamiento contra el COVID-19
Es indiscutible que la vitamina D es un factor importante en la salud humana, mientras que los hallazgos del Estudio Longitudinal Irlandés sobre el Envejecimiento (TILDA, por sus siglas en inglés) y un artículo de revisión de vitamina D publicado en la revista Nutrients el 2 de abril del 2020, sugieren que la deficiencia de vitamina D podría tener implicaciones serias para el COVID-19.
Según lo informado por el sitio web Medical Xpress el 6 de abril de 2020:
«El informe, ‘Vitamin D deficiency in Ireland — Implications for COVID-19. Results from the Irish Longitudinal Study on Ageing (TILDA)’, «encuentran que la vitamina D es muy importante para prevenir infecciones respiratorias, reducir el uso de antibióticos y aumentar la respuesta del sistema inmunológico para combatir las infecciones.
Debido a que en Irlanda uno de cada ocho adultos menores de 50 años tiene deficiencia de vitamina D, el informe destaca la importancia de aumentar su consumo. Los investigadores de TILDA recomiendan que los adultos mayores de 50 años tomen suplementos durante todo el año si no reciben las cantidades suficientes exposición a la luz del sol.
La profesora Rose Anne Kenny, investigadora principal de TILDA, explicó lo siguiente: ‘Tenemos evidencia para apoyar la importancia de la vitamina D para prevenir infecciones respiratorias, en especial en adultos mayores con niveles bajos. En un estudio, la vitamina D redujo el riesgo de infecciones respiratorias a la mitad en las personas que consumieron suplementos.
Aunque no conocemos la importancia de la vitamina D en las infecciones por COVID, los grupos en riesgo deben asegurarse de tener un consumo adecuado de vitamina D, si tomamos en cuenta sus implicaciones para mejorar las respuestas inmunes.
El segundo artículo publicado en la revista Nutrients, lleva el título de «Evidence That Vitamin D Supplementation Could Reduce Risk of Influenza and COVID-19 Infections and Death». Como se informa en el resumen:
«El mundo está bajo el control de la pandemia del COVID-19. Se necesitan medidas de salud pública que puedan reducir el riesgo de infección y muerte además del distanciamiento social.
Este artículo revisa la importancia de la vitamina D para reducir el riesgo de infecciones del tracto respiratorio, información sobre la epidemiología de la influenza y el COVID-19, y cómo los suplementos de vitamina D podrían reducir el riesgo. A través de varios mecanismos, la vitamina D puede reducir el riesgo de infecciones.
Esos mecanismos incluyen inducir catelicidinas y defensinas que pueden reducir las tasas de replicación viral y reducir las concentraciones de citocinas proinflamatorias que producen la inflamación que daña el revestimiento de los pulmones, lo que provoca neumonía, así como el aumento de las concentraciones de citocinas antiinflamatorias.
La evidencia que respalda la importancia de la vitamina D para reducir el riesgo de COVID-19 incluye que el brote ocurrió en invierno, un momento en que las concentraciones de 25-hidroxivitamina D (25 (OH) D) son mucho menores; mientras que el número de casos en el hemisferio sur cerca del final del verano son mucho menores.
Se ha encontrado que la deficiencia de vitamina D contribuye al síndrome de dificultad respiratoria aguda y las tasas de letalidad aumentan con la edad y con la comorbilidad de enfermedades crónicas, las cuales están relacionadas con una menor concentración de 25 (OH) D.
Para reducir el riesgo de infección, se recomienda que las personas con riesgo de influenza o COVID-19 consideren tomar 10 000 UIs/diarias de vitamina D3 durante algunas semanas para aumentar las concentraciones de 25 (OH) D, seguidas de 5000 UI/diarias.
El objetivo debe ser elevar las concentraciones de 25 (OH) D por encima de los 40–60 ng/ml (100–150 nmol/L). Podría ser útil administrar dosis más elevadas de vitamina D3 para tratar a las personas infectadas con COVID-19″.