Identificar marcadores moleculares para obtener una mejor respuesta al tratamiento con quimiofármacos en contra del cáncer y la evaluación de nuevas drogas, cuyos resultados son muy prometedores en el tratamiento de esa enfermedad en la zona colorrectal y páncreas, han sido parte de las aportaciones científicas realizadas por el Departamento de Biomedicina Molecular del Cinvestav.
A 20 años de su creación, el Departamento ha logrado establecer una vinculación entre la investigación científica básica y los casos clínicos para buscar métodos que lleven al entendimiento, diagnóstico y tratamiento de enfermedades como dengue, diabetes, cáncer, chagas o amibiasis, entre otras, con alta incidencia en México.
Fundado en febrero de 1999, fue pionero en utilizar un enfoque multidisciplinario en esta área de investigación y logrado proponer un trabajo científico de gran relevancia, como demostrar que ciertas bacterias infecciosas incrementan la agresividad de la amiba entamoeba histolytica, exponer algunos mecanismos del parásito que causan daño e identificado nuevas drogas antiparasitarias.
También ha emprendido el diseño de un sistema de georreferenciación para localizar chinches portadoras del parasitó que produce la enfermedad de chagas; el estudio de mecanismos que producen esta enfermedad; métodos de diagnóstico molecular de la infección; tecnologías para el análisis de infecciones por dengue, zika y chikungunya e identificación de proteínas del mosquito trasmisor que facilitan la infección viral, entre otros aportes.
Investigadores del Departamento trabajan en el desarrollo de métodos de para identificar gérmenes en alimentos callejeros, causantes de enfermedades diarreicas; en diagnóstico molecular de inmunodeficiencias primarias en la población infantil y adulta; búsqueda de alternativas para el tratamiento de enfermedades autoinmunes, con especial énfasis en diabetes tipo 1 empleando células extraídas de los propios pacientes; y han encontrado dos compuestos baratos y accesibles que protegen contra la colitis.
Otras de sus aportaciones son el análisis de los mecanismos de resistencia a drogas en distintos tipos de cáncer, como el cérvicouterino, de mama y leucemias; recientemente encontró un nuevo biomarcador para identificar pacientes de leucemia con alto riesgo de sufrir recaídas, y también diseñan métodos de diagnóstico moleculares de enfermedades neurodegenerativas como alzheimer, parkinson y autismo.
“Todo este conocimiento puede servir para mejorar los tratamientos de muchas enfermedades. Sin embargo, es muy importante señalar que, para resolver problemas de salud, lo fundamental es conocer las causas, por ello mucha de nuestra investigación también se enfoca en primera instancia en identificar las fallas causantes de las enfermedades que estudiamos”, sostuvo Leopoldo Santos Argumedo, jefe del Departamento.
Por su naturaleza, este tipo de investigaciones científicas, no generan resultados inmediatos, pero al igual que los cimientos de las construcciones, dichos trabajos son el soporte de muchos tratamientos o métodos de diagnóstico que se quiera utilizar en la población, explicó el investigador.
Otro aspecto de relevancia del Departamento es la formación de científicos que se han integrado a diversas universidades del país, donde además de contribuir con la educación de jóvenes universitarios, colaboran con la solución de problemas locales de salud; en dos décadas se ha graduado a 450 estudiantes, 150 de doctorado y 300 de maestría, aproximadamente.
Para cumplir con su cometido, el Departamento de Biomedicina Molecular establece alianzas con diversas instituciones de salud, como los institutos nacionales de Cancerología, de Ciencias Médicas y Nutrición, y el de Pediatría, así como con el ISSSTE, IMSS, los hospitales de especialidades de Ixtapaluca, en el Estado de México, y de la Mujer, por citar algunos.
“Nosotros proveemos la investigación fundamental con sus mecanismos y métodos básicos para el entendimiento diagnóstico y tratamiento de enfermedades, pero es necesario el acercamiento de médico clínico y sin su participación la investigación no llegaría a ningún lado”, señaló Santos Argumedo.
“Nuestro trabajo necesita la colaboración del médico para potencializar la investigación; como Departamento proveemos las herramientas de investigación básica que no tienen los hospitales y el médico de esas instituciones provee expedientes clínicos y selección de pacientes para que todo el trabajo pueda tener impacto; es una labor que va del laboratorio al paciente y viceversa”, señaló Leopoldo Santos.
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