Defienden a los más pobres, pero no son abogados
El gobierno de la Ciudad de México tiene en su nómina a 20 defensores que no cuentan con cédula profesional y así representan en juicios a quienes no tienen para pagar un abogado.
En la Ciudad de México hay 20 defensores de oficio sin cédula profesional, abogados pagados por el gobierno para representar a quienes no tienen recursos para contratar un privado, pero que en realidad no han cubierto todos los requisitos para ejercer el derecho.
La Defensoría Pública de la Ciudad de México representa a ciudadanos sin recursos en juicios de cualquier materia, incluida la penal, y según estadísticas del Instituto Nacional de Geograa y Estadística (INEGI) sus clientes tienen significativamente más posibilidades de perder el caso, e incluso acabar en la cárcel.
Además de los 20 defensores de oficio sin cédula profesional, en la nómina de la Defensoría Pública hay otros 71 defensores que recibieron el nombramiento sin que en ese momento contaran con cédula profesional, omisión que en algunos casos se prolongó décadas, según los registros del Gobierno de la Ciudad de México.
En México, toda persona acusada de un delito tiene derecho a contar con asistencia en su defensa, es decir, con un abogado de su confianza, y en caso de no contar con uno, a que se le asigne un defensor de oficio, que según la ley debe estar titulado y con cédula profesional.
Profesionales del chueco
En la Ciudad de México hay 444 abogados de oficio para brindar defensoría legal gratuita a los ciudadanos que lo necesiten, según información entregada por el gobierno de la ciudad.
De ellos, 91 fueron contratados sin que contaran con cédula profesional, omisión que 71 de ellos resarcieron en los años o décadas posteriores, y otros 20 siguen sin cumplir con ese requisito hasta la fecha.
En 19 casos la dirección general de Servicios Legales justificó esta situación asegurando que se trata de “defensores de oficio B, para lo cual no es requisito contar con cédula profesional”.
No obstante, la ley que rige la Defensoría Pública del Gobierno de la Ciudad de México establece que la titulación y la cédula profesional son requisito obligatorio para obtener el nombramiento de defensor de oficio, sin hacer consideraciones de ningún tipo en torno a categorías del cargo.
El reglamento de la institución no establece ninguna diferencia jerárquica entre defensores de oficio, no contempla la existencia de “defensores B”.
El más antiguo de estos defensores de oficio sin cédula profesional labora en la institución desde 1979, y el que menos tiempo tiene ocupando el cargo de defensor de oficio, sin jamás haber presentado su cédula profesional, fue contratado en 2015.
De los otros 71 defensores de oficio que fueron contratados sin cédula, y a los que se toleró esta omisión por años o décadas, la autoridad tampoco formuló ningún tipo de explicación.