Clínicas alemanas resguardan pruebas de violación sexual por años
En casos de violación sexual, la víctima muchas veces no se siente psicológicamente capaz de levantar una denuncia, ya sea porque se siente humillada, avergonzada, traumatizada, o con miedo de ser re victimizadas ante instancias oficiales. Sin embargo, desde el año 2000, en Alemania, existe una iniciativa para resguardar las pruebas hasta que la víctima quiera denunciar el delito.
Mientras pasan las horas desde que ocurre una agresión sexual, la evidencia física se pierde. La mujer puede sentir la necesidad de bañarse, destruyendo pruebas como ADN del perpetrador en su piel o bajo las uñas. Los hematomas y las huellas de esperma se desvanecen, y las drogas que algunos hombres ponen en las bebidas de sus víctimas para narcotizarlas sólo son detectables en la sangre durante pocas horas.
Es por eso que, desde el inicio del año 2000, en Alemania organizaciones no gubernamentales y feministas promovieron la apertura de clínicas donde mujeres y hombres víctimas de violencia sexual, sin necesidad de levantar una denuncia, pudieran ir a hacerse exámenes anónimos. El personal médico asegura las pruebas y las envían a los servicios forenses correspondientes, donde permanecen guardadas por años, dependiendo de la clínica, hasta que la víctima decide que tiene el valor de proceder legalmente.
Las pruebas en este caso tienen una solidez jurídica y pueden ser utilizadas meses y en algunos casos hasta años después ante la Corte. El delito de violación en Alemania se puede denunciar hasta 20 años después de ocurrido el crimen.
Regina Czaijka, quien es encargada de Igualdad en la ciudad de Bochum, en el oeste del país, explicó al diario alemán Die Welt: “Queremos que la mujer, después de una violación, tenga la opción de si quiere levantar la denuncia directamente, o si quiere asegurar las pruebas primero. Luego puede decidir tranquilamente cómo quiere proceder”.
“Algunas mujeres simplemente necesitan tiempo para decir: viví una injusticia y lo denuncio ante la policía”. De acuerdo con datos de la organización Terre des Femmes, en Alemania, ocho mil mujeres levantan una denuncia por violación cada año, aunque se estima que la cifra real es mucho más grande. En 2012, sólo en 8.4 por ciento de los casos, el violador fue sentenciado. Eso pasa porque en el proceso, es la palabra de la víctima contra la del victimario, y porque muchas veces faltan pruebas y personas que testifiquen.
“El aseguramiento anónimo de pruebas puede ser un elemento esencial para que más mujeres tengan el valor de levantar una denuncia”, dijo la referente para violencia sexual de Terre des Femmes, Vanessa Bell, a Die Welt. “Porque hoy en día, las mujeres deben temer que no les crean y que se culpabiliza a ellas”.
Las clínicas para las diligencias anónimas muchas veces se encuentran en hospitales locales. Están financiadas por los estados alemanes, y el número y la cobertura difiere por región, ya que algunas entidades no le otorgan mucha importancia al tema. La sociedad civil también ha criticado que no todo el personal médico que atiende a las víctimas sabe interpretar y guardar las evidencias para que tengan una solidez jurídica.
El personal que atiende a la mujer tiene que ser capacitado para tratar víctimas traumatizadas y asegurar las pruebas de manera correcta. La doctora Mignon-Denise Keyver-Paik explicó a la cadena WDR que, en primer lugar, habla con la víctima sobre lo acontecido. Luego, tiene una maleta con materiales estériles para asegurar las pruebas, como tijeras para cortar las uñas, un peine para asegurar cabellos, bastoncillos de algodón para muestras en la vagina, la boca, y la piel.
También toma fotos de hematomas, y envía pruebas de sangre a un laboratorio, ya que muchos victimarios en Alemania usan narcóticos para dejar inconscientes a sus víctimas, por ejemplo, gotas en su bebida en la discoteca, las cuales sólo son detectables durante pocas horas. “Tenemos los mejores resultados mientras menos tiempo ha pasado”, expuso Keyver-Paik, “pero podemos asegurar pruebas razonables hasta una semana después, aproximadamente”.
En los últimos años las clínicas de aseguramiento anónimo de pruebas se han multiplicado en Alemania, aunque la financiación no esté asegurada de manera fija todavía. Lo que falta son estudios que comprueban la utilidad y necesidad de este servicio en los procesos legales. El porcentaje de sentenciados sigue siendo uno de los más bajos en Europa, según Terre des Femmes. Sin embargo, organizaciones que combaten la violencia sexual en Alemania consideran que las clínicas anónimas son una herramienta importante para lograr que eso cambie en el futuro.