Arena suelta: Promesas sin estrategias; discursos de los candidatos.
Por: Tayde González Arias. El pasado fin de semana sucedieron eventos en el ámbito político de relevancia para nuestro país, sobre todo porque después de una simulación de una precampaña o los intermedios en el ámbito electoral, ahora si es oficial (aunque siempre lo fue) la promoción de los candidatos de cada uno de los partidos políticos para alcanzar en su momento la Presidencia de la Republica; llama la atención de los lugares en donde se llevó acabo cada pronunciamiento y de los ánimos en los que acontecieron, de ahí que es reprobable que a base de sillazos llegaron a sus “acuerdos” , también llama la atención del enorme gasto que conlleva reunir, ya fuera a los delegados, afiliados y simpatizantes o incluso el uso del auditorio nacional para los anuncios y destapes de los abanderados.
Además de los sitios y el despliegue que de una manera u otra pagamos los ciudadanos, el uso de escenarios de primer nivel, con un trato casi de artista del momento en materia de uso de luces y sonido buscando hacerse ver mejor y lograr con ello mayor aceptación social, son situaciones cuyo valor es disminuido cuando la actitud más que de solidaridad a las clases necesitadas o el grueso de la población que apenas logra lo mínimo necesario para vivir habita nuestro país, hace parecer una grosería y un abuso de la confianza que aún no les ha sido otorgada por toda la ciudadanía.
La falta de claridad por otro lado es una situación real en cada uno de los discursos pronunciados, por cada uno de los candidatos desde los independientes hasta los que representan las coaliciones, en los primeros porque existen medios que ha publicado sobre supuestas trampas para lograr el numero de firmas y los segundos debido a la cantidad de promesas sin explicación del cómo lo podrán hacer, lo que se refuerza una vez que han estado o al frente de secretarias, al representado a sus órganos políticos y han podido generar acuerdo que muestren la claridad de su actuar, y que sin embargo no ha sucedido, dejando sin evidencia en sus propuestas la realidad con las que pretenden accionar sus planes sexenales, de ahí que lo que mas aleja de la confianza social sea la falta de congruencia.
Sin pretender enjuiciar, más que haciendo uso de la crítica y el análisis, alejados del amarillismo y el oportunismo político, es necesario saber bajo qué régimen se piensan deshacer de la flota aeronáutica con la que cuentan el poder ejecutivo, como se hará frente al mayor honor que se ha tenido en la vida, al ser candidato del partido con mayor tiempo en el gobierno, si con la convicción y la intransigencia es suficientes para lograr el crecimiento del país, o si la convicción es suficiente para combatir los canceres que nos afectan. Estas definiciones son algunas de las manejadas en sus discursos de los candidatos que se encuentran al momento en la pugna por el poder y no dejan de mostrar más que retórica y palabras escritas para el momento, lo que hace clara la lejanía de las aspiraciones y la realidad, destaca incluso entre estos quien se ha atrevido a anunciar por segunda ocasión en su vida política la integración del gabinete que llevará las riendas de las diversas secretarias como si ello garantizara el ideal republicano y el funcionamiento óptimo cual maquina recién aceitada del gobierno y sus áreas.
Es preocupante, la legitimidad por el número tan reducido de votantes que no avalan los partidos políticos y sus candidatos, lo que se ha visto mellado por el abstencionismo y el descredito de los entes políticos, a ello se le atribuye además del bajo nivel de votantes y lo alejado de los jóvenes de estos temas de relevancia en la transformación del México, pues no se puede esperar algo distinto de quien se aleja de los principios y antepone el interés pueblo por el del poder y ser gobierno, con las ideas con los que fueron creados y que en sus documentos guardan la filosofía y visión de sus militantes y sus posibles gobiernos, hace falta creer en los institutos políticos, como también la creación de nuevas generaciones de personas que sin que se empecinen en lo puritano pero enrolados en lo progresista hagan y dejen hacer política verdadera, que defienda creencias, que escuche ideas pero que no se venda a las primeras de cambio.
Los discursos distan de la realidad, las personalidades que compiten si son distintas, pero sus propuestas no son claras, y no lo son porque no muestran paso a paso como conseguirán la estabilidad laboral y económica que tanto hace falta, no hay carácter claro de la postura que mantendrán una vez que sean electos, pues no basta con hacer guiños o cara dura en los temas internacionales, es necesario conocer del estado que guarda el país frente a la agenda internacional, tampoco queremos que nos digan que estamos mal, pues eso ya lo sabemos, se requiere en los contenidos de cada una de las plataformas que se encaminan a la silla de águila, un decálogo que identifique el mal, se haga uso de la ingeniería para tratarlo y se programe y plantee en un calendario que explique que se hará, cómo se lograra y cual seria el avance de no lograrse o concretar, eso es mas claro que decir nombres de quién lo deberá hacer por encargo del presidente, pues eso no seria mas que delegar pero con el carácter de otros y no necesariamente del hombre o la mujer que sea beneficiada por el voto del pueblo.