Arena suelta Por: Tayde González Arias
Que un partido de 90 minutos no comprometa el futuro por 6 años de México.
La familia futbolera está de fiesta y como no estarlo frente a la gran justa internacional del balompié que reúne la competencia por la Copa Mundial de la Fédération Internationale de Football Association por sus siglas F.I.F.A., celebrándose en Rusia, por esta ocasión y siendo la vigésimo primera edición. Este 14 de junio, muchas miradas se centraron en esta parte de la Europa Oriental, suceso que por vez primera se da respecto a este deporte y en esta magnitud.
Considerando que llegan a la contienda por la deseada presea, los mejores equipos del mundo y que el primero en alzarse con la victoria es el local; Rusia, bien podríamos decir que quien ya gano es justamente la Federación Rusa, pues aunque se sabe que cuando se organizan eventos de esta magnitud, se llegan a construir recintos que después son “elefantes blancos” , o bien lo elevado de la inversión no es equiparable a los ingresos monetarios, es muy cierto que los gobiernos en turno logran un incremento en su popularidad de manera considerable. Por ejemplo, en un momento en el que el líder Norcoreano Kim Jong-un aprieta sus manos con Donald John Trump, Vladímir Vladímirovich Putin daba su discurso de bienvenida a la magna justa, con un mensaje de apertura, del país cuyos ciudadanos le concedieran recientemente un nuevo mandato con una abrumadora mayoría frente a sus oponentes.
Posiblemente nada tenga que ver el gran triunfo en la reciente elección de Putin con el futbol, pero lo que si es una realidad es que se deja ver el poderío que tiene el líder de ese país, que al parecer está más alejado que antes de Estados Unidos de América y su homólogo. De momento y con la alegría parece diluirse lo que hace algunos meses se ventilara a nivel mundial sobre los malos manejos de la FIFA, lo que indica que no sólo los mexicanos somos de memoria corta, pues también a los demás polos del mundo les llegó el olvido de las noticias que llevaron a las renuncias de altos funcionarios de dicha organización e incluso que se llevan a cabo aún investigaciones al respect
Quizá con las restricciones de Rusia, se inhiben las protestas o bien los medios de comunicación se están centrando en ver quien grita más melodiosamente el gol que en preguntarse, en las condiciones en las que lograra la sede la Federación Rusa, o cómo se sigue manejando el organismo que a simple vista actúa con toda cautela y ética. En nuestro país el 19 de diciembre de 2008, se estrenó en cines una película que titularon “Rudo y Cursi”, dirigida y escrita por Carlos Cuarón, protagonizada por Gael García Bernal, Diego Luna y el argentino Guillermo Francella, en este filme, se muestra de manera cómica los tratos y argucias de quienes administran el deporte en cuestión, lo que pareciera decir que “entre broma y broma la verdad se asoma” pues con sólo ver la primera parte pareciera retratar la realidad con la que se enfrentan los jugadores, los árbitros y todos cuantos inciden en este popular deporte.
Los más optimistas, dicen que el deporte une al mundo y que existen pruebas de ello y tienen razón pues hemos visto a atletas morir (literalmente) en la cancha, llegar a la meta a pesar de malestares, molestias o accidentes, sin embargo cuando se trata de hablar de los manejos administrativos, posiblemente nadie metería las manos, pues tendríamos que saber cómo le hacen los jerarcas y grandes jefes para vivir más que placenteramente.
La justa futbolera, será vista por millones y a más de uno, sus equipos favoritos les harán gritar fervorosamente, se entregaran galardones a los que obtengan la gloria, y en ese tiempo los ciudadanos no debemos olvidarnos de los demás temas que siguen en proceso en cada uno de nuestros pueblos, pues no por ver la luna evitemos las estrellas, especialmente en México, en donde también se estarán eligiendo a los futuros gobernantes y legisladores, cosa que sin duda es mayor a un partido de 90 minutos (incluso si se fuera a tiempos extras).
Que el futbol no empañe la delicada labor de la elección, ni nos distraiga de la constante observación del desarrollo electoral que nos llevara para bien o para mal cuando menos seis años de gobiernos buenos o malos. Que gane el mejor, y que el juego en Rusia sea limpio, pero que no distraiga a ningún mexicano que con razón y sensatez considere que es importante su democracia y destino. Que en las casas de cada aficionado habite la cordura y el respeto, y que ya sea el triunfo o la derrota con los connacionales, que los edificios públicos sean respetados y considerados evitando en todo momento el vandalismo o los excesos.