Ángelus: “Tomar la cruz” para participar en la salvación del mundo
Palabras del Papa antes de la oración mariana
AGOSTO 30, 2020 12:57LARISSA I. LÓPEZANGELUS
(zenit – 30 agosto 2020).- El Papa Francisco ha señalado hoy en el Ángelus que, para el cristiano, el compromiso de “’tomar la cruz’ se convierte en participación con Cristo en la salvación del mundo”.
A las 12 del mediodía de hoy, 23 agosto 2020, el Santo Padre se asomó a la ventana del estudio del Palacio Apostólico Vaticano para recitar la oración mariana con los fieles y peregrinos reunidos en la plaza de San Pedro.
Francisco ha reflexionado sobre el pasaje evangélico del día (Mt 16, 21-27), unido al del domingo pasado (Mt 16, 13-20), en el que Jesús habla a los discípulos de su pasión y sus palabras no son comprendidas. Sus seguidores “tienen una fe todavía inmadura y demasiado unida a la mentalidad de este mundo (Rm 12, 2)” y “piensan en una victoria, pero demasiado terrenal, por eso no entienden el lenguaje de la cruz”.
Para los discípulos y para nosotros mismos, la cruz “es algo incómodo, es un ‘escándalo’, mientras que Jesús considera ‘escándalo’ el huir de la cruz, que sería como eludir la voluntad del Padre, a la misión que Él le ha encomendado para nuestra salvación. Por ello, Jesús responde a Pedro: “¡Ponte detrás de mí, Satanás! Eres para mí un obstáculo, porque tus pensamientos no son como los de Dios, sino como los de los hombres (v. 23)”, continuó el Papa.
El Pontífice describió que, como le ocurría a Pedro, nosotros “en los momentos de devoción, de fervor, de buena voluntad, de cercanía al prójimo, miramos a Jesús y seguimos adelante. Pero en los momentos en los que nos encuentra la cruz, escapamos. Es el diablo, ‘Satanás’, dice Jesús a Pedro, que nos tienta. Y es propio de un espíritu maligno, del diablo, alejarnos de la cruz de Jesús”.
Dos actitudes
No obstante, frente a la rebeldía de sus interlocutores, el Señor “indica el camino del verdadero discípulo, mostrando dos actitudes”. La primera es “’renunciar a sí mismos’, que no significa un cambio superficial, sino una conversión, una inversión de valores”.
La otra actitud “es la de tomar la cruz. No se trata solo de soportar con paciencia las tribulaciones cotidianas, sino de llevar con fe y responsabilidad esta parte de cansancio y de sufrimiento que la lucha contra el mal conlleva”, aclaró el Obispo de Roma.