Análisis escrito por Dra. Karen Shaw Becker: ¿Tu perro es un genio?
Análisis escrito por Dra. Karen Shaw Becker
HISTORIA EN BREVE.-Algunos perros son superdotados cuando se trata de aprender los nombres de diversos juguetes
En un estudio en el que participaron 40 perros, solo siete pudieron aprender los nombres de diferentes juguetes a lo largo de un intenso período de entrenamiento que duró tres meses
Todos los border collies lograron aprender los nombres de hasta 39 juguetes distintos en poco tiempo, mientras que los demás perros no pudieron aprender ninguno
Los resultados sugieren que solo algunos perros tienen la habilidad especial de aprender los nombres de los objetos, y los investigadores se refirieron a ellos como superdotados en el aprendizaje de palabras
Este talento excepcional es una habilidad con la que cuentan algunos perros, por lo que no es necesario que tengan experiencia previa ni que se sometan a un entrenamiento formal para desarrollarla
No hay necesidad de medir el valor de los perros de acuerdo a la cantidad de juguetes que puedan decodificar: lo que los hace macotas extraordinarias es el amor, el cuidado y la comprensión que le brindan a sus dueños
Es bien sabido que los seres humanos presentan numerosas diferencias tanto en el comportamiento como en el rendimiento cognitivo y algunas personas sobresalen debido a que tienen un desempeño excepcional en campos como la música, las matemáticas y la lingüística. De igual manera, existe una variabilidad individual en la cognición de los perros, por lo que algunos son capaces de realizar hazañas increíbles.
En un estudio que se publicó en Scientific Reports, se recurrió al aprendizaje de palabras para medir el intelecto de los perros. Por lo general, los caninos deben aprender el nombre de al menos dos juguetes diferentes para demostrar que son capaces de distinguir objetos, por lo que el estudio se propuso determinar cuántos perros podrían superar este desafío intelectual.
Algunos perros son superdotados
En el estudio, participaron 40 perros: 6 de ellos ya conocían el nombre de varios juguetes, mientras que a los otros 34 no se les había enseñado ninguno. Participaron en un intenso programa de entrenamiento que duró tres meses y tenía el objetivo de que aprendieran los nombres de dos juguetes nuevos, pero solo algunos tuvieron éxito, incluyendo a los seis perros que ya conocían algunos nombres y uno del otro grupo.
Los que pasaron la prueba con éxito, aprendieron al menos 10 nombres nuevos durante el período de estudio, a diferencia de los demás perros, de diferentes edades y razas, que no lograron aprender ninguno. Entre los perros que lo lograron, algunos aprendieron hasta 39 nombres distintos. Por otro lado, la mayoría de los participantes no pudo aprender los nombres de los objetos a pesar del intenso programa de entrenamiento al que se sometieron, sin importar su edad.
Los resultados sugieren que solo algunos perros tienen la habilidad especial de aprender los nombres de los objetos, y los investigadores se refirieron a ellos como superdotados en el aprendizaje de palabras. A pesar de que seis de los siete perros que aprendieron las palabras tenían conocimientos previos del vocabulario, sus dueños informaron que no los habían entrenado de forma específica para que memorizaran los nombres de los juguetes.
En cambio, «parecía que habían aprendido los nombres de los objetos de forma espontánea al jugar con sus dueños», según el estudio. Muchos de ellos incluso procedían de hogares en los que vivían varios perros y eran los únicos de la familia que demostraron tener la capacidad de aprender palabras.
Basándose en esta información y también porque una perrita de nombre Oliva tuvo éxito en el entrenamiento a pesar de no haber escuchado nombres de objetos con anterioridad, los investigadores creen que la experiencia previa y el entrenamiento formal no son necesarios para desarrollar esta habilidad excepcional con la que cuentan algunos perros por naturaleza. En lugar de eso, los investigadores llamaron talento a esta capacidad:
«Parece que los factores ambientales, sociales y otros factores individuales no específicos (como la motivación por los juguetes) no explican el desempeño excepcional de los 6 perros que ya conocían las palabras y de uno de los que no sabían ninguna. Nuestros resultados apuntan a que la habilidad específica de esos pocos individuos debe considerarse como un talento.
Por lo tanto, sugerimos que son talentosos para aprender palabras, en el sentido de que poseen una cualidad específica que los hace sobresalir entre la población típica y que su capacidad y desempeño excepcionales son paralelos al fenómeno del talento y la variación individual extrema en los rasgos cognitivos de los seres humanos».