BARBIE

BARBIE

ARENA SUELTA

POR TAYDE GONZÁLEZ ARIAS

Somos el resultado de muchas cosas, lo que hoy hacemos y cómo pensamos, lo hemos ido adquiriendo por lo que nos enseñaron, lo que nos rodea y todo lo que ha influido en nuestra vida, de tal suerte, que si bien es cierto que cada uno tenemos un libre albedrío, somos la suma de un todo.

Nos piden que seamos auténticos y originales pero nos educan en un sistema que homologa, o que impide ser distinto, y más bien obliga a ser igual, pararte igual, que te gusten los mismos colores si eres hombre o mujer, que puedas desear un mismo teléfono celular que te de “status” (aunque no lo sepas usar del todo), que te guste la

música de moda o querer ver por qué lo están haciendo, todos la película de estreno, aunque eso no te aporte nada y más bien te quite tu tiempo ( salvo casos especiales).

Sin embargo y precisamente y hablando de películas, a la fecha de ésta entrega, está en cartelera en los cines “Barbie”, un juguete fabricado para las niñas, que ahora es traído a pantalla y que estereotipa en la delgadez, lo superficial y el color de piel clara, que si bien es cierto, ahora han creado nuevos modelos en la búsqueda de la inclusión, lo cierto es que, la mayor parte de lo que encierra o muestra el juguete con novio por cierto, es una burbuja o un mundo sumamente alejado de la realidad.

Cuando se sabe que la burra es parda, y ya se tienen sus pelos en la mano, será imposible hacer creer que el animal es de otro color, por eso por más que quieran hacer ver o hacer pasar a un juguete, u hoy a un personaje como un asunto distinto o diferente, cuando toda la vida se le ha visto de una manera muy clara, al grado de que incluso hay quienes les imitan, no pueden quitarse la etiqueta de racismo (cuando menos).

Se dice que la Barbie enseña que «tú puedes ser lo que quieras ser», sin embargo en un 38.97% de los casos, enseña a ser una modelo de ropa o una fashionista y únicamente en 12.59% de las ocasiones enseña a ser profesionista. Aunado a ello las seis tiendas en línea más populares de México (Amazon México, MercadoLibre, Google Shop, Walmart, Liverpool y Coppel), donde encontramos que las Barbies más relevantes, más destacadas y más buscadas en nuestro país incluyen prendas o accesorios de pasarela, centran el juego en ponerle ropa de lujo o de modista a la muñeca o, explícitamente, incluyen palabras como «fashion» o «fancy» en el nombre (38.97%).

Las muñecas que desempeñan alguna carrera profesional, que va desde violinista hasta doctora, pilota de aviones o cantante son muy pocas. pero las siete que más se repiten son chef, decoradora de pasteles, pediatra, astronauta, bombera, veterinaria y científica (12.59%). Las Barbies denominadas por Mattel como «básicas» vienen con ropa sencilla, casual o de uso cotidiano, como para ir dormir, salir a la calle o para ir a la playa (5.90%), lo que claramente da un toque de clasicismo y mantiene el estereotipo que por muchos años ha representado el personaje o mejor dicho el juguete.

Hoy que está de moda o cuando menos que en las redes se ha buscado poner de moda ir al cine a ver la película de Barbie, vestidos de rosa, haría falta un poquito de crítica para atrevernos a disentir acerca de mucho o nada que ha beneficiado que se etiquete de rosita o azul a las niñas y niños para demostrar el género.

Si el lema de la Barbie es o fue «tú puedes ser lo que quieras ser”, entonces quiere comprar una muñeca hecha artesanalmente, una que represente el color de piel de la mayoría de las mujeres mexicanas, que muestre lo real y alcanzable, que deje ver posible y cierto, y si es que vas a ver la película con tus hijas o hijos, explícale que lo que los cineastas ponen en la pantalla en muchas ocasiones es superficial y no representa la vida cotidiana de las y los que vivimos en un país como el nuestro. No olvides educar en valores, y en la crítica, no dejes que una realidad alcance a quienes aún no pueden tomar decisiones por sí solos y pueden ser víctimas de pensamientos equivocados.

El rol que debemos tener en ésta vida, no de ser impuesto ni bajo conductas erróneas, sino que ha de ser el que permite que seamos realistas y tengamos sueños alcanzables, el cine no va a venir a educar a nuestros hijos, la tarea del bien o el mal y de seguir el buen camino sigue siendo responsabilidad de la familia, y en la casa, con el respectivo reforzamiento en la escuela y con nuestro entorno, pero hay cosas y temas que ya no tienen razón de ser, pues debido a que muchas mujeres buscaron la figura que les hicieron creer que era la perfecta cayeron o viven en la anorexia o la bulimia, y eso no lo deseamos ni lo queremos en ningún hogar del mundo.